La reforma fiscal en República Dominicana: Un camino hacia la eliminación de la pobreza absoluta?
Santo Domingo, 5 de junio – El decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Antonio Ciriaco Cruz, declaró que para eliminar la pobreza absoluta en la República Dominicana a través de una reforma fiscal, se necesitarían alrededor de RD$18,000 millones.
El economista señaló que las declaraciones del presidente de la República Dominicana sobre la necesidad de una reforma para reducir la pobreza absoluta deben ser parte integral de los objetivos de una reforma fiscal comprehensiva. Actualmente, en el país, hay aproximadamente 2.3 millones de personas viviendo en condiciones de pobreza absoluta, definida por una línea de pobreza de RD$7,645.3 por persona, ajustable por inflación. La pobreza absoluta se caracteriza por la falta de recursos para cubrir las necesidades básicas de vida.
Según Ciriaco Cruz, cualquier reforma fiscal propuesta debe tener como objetivo principal mejorar las condiciones de vida de estas personas, representando esta inversión un 0.25% del PIB, equivalente a RD$18,000 millones. Además, subrayó que dicha inversión debería implementarse de manera gradual en los próximos años.
El ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Pável Isa Contreras, manifestó la necesidad de enfrentar con optimismo y determinación los desafíos de las reformas estructurales pendientes, con el fin de lograr un Estado más eficiente, una economía más productiva y una sociedad más inclusiva. Isa Contreras indicó que la reforma tiene como objetivo principal dotar al Estado de la capacidad necesaria para financiar servicios e infraestructura esenciales, además de garantizar la sostenibilidad fiscal y macroeconómica.
En un conversatorio organizado por la Unión Nacional de Empresarios (UNE) bajo el tema «República Dominicana: Perspectivas económicas y reformas estructurales», Isa Contreras destacó la importancia de la reforma fiscal, junto con las reformas de la seguridad social, el sector agua y la transformación del sector eléctrico. Señaló que la reforma fiscal deberá enfocarse en la equidad, eficiencia y eficacia en cuanto a los ingresos, y en la eficiencia, eficacia, equidad y sostenibilidad en cuanto al gasto.
El ministro explicó que la reforma del sector eléctrico debe contribuir al uso eficiente de la energía y a la sostenibilidad fiscal, mientras que la reforma de la seguridad social debe asegurar un financiamiento suficiente para los servicios de salud, igualdad de derechos, pensiones dignas y fortalecer la cohesión social. Además, subrayó que la reforma del sector agua es crucial para el desarrollo del país, asegurando que el país ha vuelto a la normalidad con un alto crecimiento y baja inflación, creando un contexto favorable para estas reformas.
Por su parte, el presidente de la Unión Nacional de Empresarios (UNE), Leonel Castellanos Duarte, expresó que la reforma no solo debe enfocarse en los ingresos, sino también en promover el equilibrio de las finanzas públicas, impulsar la iniciativa privada y atraer mayor inversión extranjera.
La economista Ellen Pérez Ducy, en un artículo titulado «¿Hace falta una reforma fiscal?», argumentó que la reforma fiscal que el país necesita debe centrarse en la gerencia del Estado y los salarios. Pérez Ducy sugirió que en lugar de incrementar los impuestos a la producción, lo que se traduce en inflación y desalienta la formalidad, sería preferible reducir la pobreza mediante la generación de empleo, fortaleciendo el aparato productivo privado y proporcionando servicios públicos de calidad.
Pérez Ducy afirmó que es necesario dejar de lado las ingenierías financieras y los aumentos ineficientes de tasas, y en su lugar, desarrollar una estrategia de desarrollo económico integrada con una reforma cualitativa de los servicios del Estado. Según ella, esta estrategia debería medir la competitividad del país como un determinante clave de su posición internacional, en lugar de enfocarse únicamente en la presión tributaria.