La Unesco decide proteger la sopa ucraniana «borsch», reivindicada por Rusia
París, 1 jul (EFE).- La Unesco anunció este viernes la inscripción con carácter de urgencia, como Patrimonio Cultural Inmaterial, de la sopa «borsch» ucraniana, un plato a base de remolacha también reivindicado como propio por Rusia.
«El conflicto armado ha amenazado su viabilidad, el desplazamiento de poblaciones y de los que conocen la receta. Las personas no pueden ni siquiera cocinar o cultivar las verduras que lleva el «borsch». Y tampoco pueden reunirse para comerlo y eso amenaza el bienestar social y cultura de la comunidad», dijo en su comunicado la Unesco.
En su nota, el organismo de la ONU se guarda de citar a Rusia, aunque es público que este país también ha reivindicado como suya la tradición del «borsch». Ucrania ya había enviado la candidatura para inscribir esta sopa en 2021, antes de la invasión rusa de febrero pasado.
No obstante, la Unesco hizo notar que la protección del «borsch» en Ucrania «no implica ni exclusividad, ni la propiedad del patrimonio en cuestión» y aclaró que este plato se cocina y consume en otras partes de la región de Europa Oriental (por ejemplo, este plato también es popular en Polonia).
De acuerdo con el dossier de la candidatura de Ucrania, ya hubo constancia en 1548 de un mercado de «borsch» cerca de Kiev y fueron los emigrantes ucranianos los que la dieron a conocer en el mundo.
Desde Rusia, contraria a este reconocimiento, se alegaba que cuando se creó no existían ni Rusia ni Ucrania, sino el reino eslavo de la Rus de Kiev.
De origen campesino, el «borsch» llegó hasta la corte imperial rusa, siendo uno de los platos favoritos de los zares Alejandro II y Catalina II, y hasta el espacio, entubada como parte de la dieta de los tripulantes rusos de la Estación Espacial Internacional.
Además de remolacha, esta sopa lleva también repollo, patatas, tomate, carne y «smetana» (crema agria).
Su inscripción en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco, que ya cuenta con más de 500 tradiciones de los cinco continentes, facilita el acceso a subvenciones y otorga una mayor visibilidad internacional.