Las negociaciones de Estambul abren la vía hacia un acuerdo en Ucrania
Estambul, 29 mar (EFE).- Aún no es un alto el fuego, pero las negociaciones de este martes en Estambul entre Rusia y Ucrania parecen haber sentado ciertas bases para un posible acercamiento que abre la vía hacia un tratado internacional que podría poner fin a la guerra.
El punto clave es la futura neutralidad de Ucrania y el compromiso de no adherirse a la OTAN ni otras alianzas militares.
A cambio, Kiev exige un tratado internacional con al menos once países que le ofrezcan garantías de seguridad para protegerlo contra cualquier agresión o ataque militar de Rusia.
Si se dan estas garantías, «Ucrania aceptará ser neutral, no tendrá armas nucleares ni permitirá bases militares extranjeras en su territorio», dijo ante la prensa en Estambul el negociador ucraniano Oleksander Chalyi.
Aunque se había anunciado una ronda de dos días de negociaciones, los avances alcanzados este martes permitieron concluir las conversaciones ya el primer día, por lo que no habrá reunión mañana.
UNA DECENA DE GARANTES
El jefe de la delegación rusa, Vladímir Medinski, confirmó ante la prensa las grandes líneas del acuerdo propuesto: neutralidad permanente de Ucrania, libre de armas nucleares y sin tropas extranjeras, a cambio de garantías multilaterales para Kiev.
Según Ucrania, estos países serían los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Reino Unido, China, Rusia, Estados Unidos y Francia) así como Turquía, Alemania, Canadá, Polonia, Italia e Israel.
«Pero también se podrán adherir otros», dijo el negociador jefe de Ucrania, el diputado David Arahamiya.
En el caso de un ataque o una agresión contra Ucrania, Kiev podría exigir consultas en tres días y, si no se resolviera el asunto por vía diplomática, tendría derecho a asistencia militar, incluida la declaración de una zona de exclusión aérea, precisó el parlamentario.
Tras la reunión, el ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, expresó esperanzas de que el encuentro de hoy abra la vía a una cumbre directa entre el presidente ucraniano, Volodímir Zelinski, y su homólogo ruso, Vladímir Putin.
«Podemos decir que los dos bandos se han acercado. Han hecho progreso significativo hoy. Ahora, los ministros de Exteriores de ambos países se reunirán y luego se prevé un encuentro de los líderes», aseguró el jefe de la diplomacia turca.
DESESCALADA MILITAR EN KIEV
«Hemos acordado y propuesto un arreglo, según el cual la reunión de los jefes de Estado es posible simultáneamente con la iniciación del tratado», dijo también Medinski, destacando la voluntad de Moscú de dar «dos pasos para la desescalada del conflicto», uno militar y otro político
Al margen del anuncio de una hoja de ruta hacia un posible acuerdo, el resultado más concreto sobre el campo de batalla fue el anuncio de la delegación rusa de que sus tropas reducirán su presión militar sobre Kiev y otras ciudades en Ucrania.
Apenas concluidas las conversaciones, celebradas en un anexo del histórico palacio de Dolmabahçé, a orillas del Bósforo, Moscú anunció que aliviaría drásticamente su acoso sobre la capital ucraniana y la asediada ciudad septentrional de Chernígov.
«A fin de incrementar la confianza mutua y crear las condiciones necesarias para proseguir las negociaciones y lograr el objetivo de consensuar y firmar un acuerdo, Rusia decidió reducir de manera cardinal la actividad militar en torno a Kiev y Chernígov», dijo el viceministro de Defensa, Alexandr Fomin.
Indicó que Rusia da ese paso al constatar que las negociaciones sobre «la neutralidad y el estatus no nuclear», además de la concesión a Ucrania de «garantías de seguridad» han entrado «en un plano práctico».
Por otra parte, Ucrania insistió en que el compromiso de mantenerse fuera de la OTAN no excluirá que el país ingrese en el futuro en la Unión Europea sino que, al contrario, los países garantes apoyarán activamente una futura adhesión al club europeo.
CRIMEA Y DONBÁS, APARTE
Sin embargo, el camino aún puede ser largo, porque la decena de países mencionada por Arahamiya aún deben aceptar formalmente el papel de garantes y Kiev debe someter a un referéndum popular los acuerdos firmados, para que puedan pasar a formar parte de la Constitución.
El negociador jefe ucraniano insistió que esa consulta solo podrá celebrarse tras la retirada completa de las tropas rusas, ya que un acuerdo firmado bajo presión es inválido bajo la legislación internacional.
Pese a los avances de hoy, las conversaciones no solucionan la cuestión de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Dónetsk y Lugansk, en el Donbás (sureste de Ucrania), que Rusia ha reconocido como independientes, pero que Kiev quiere recuperar.
Respecto a la península de Crimea, que Rusia anexionó de forma ilegal en 2014, el representante ucraniano Mikhailo Podolyak señaló que se propone un plazo de 15 años para resolver el asunto, sin que ni Rusia ni Ucrania recurran a la fuerza en este periodo.
En todo caso, el acuerdo de garantías internacional no se extenderá ni a Crimea ni a Donbás.
Ilya U. Topper