Las principales claves de la crisis haitiana
1. Situación Institucional
Haití sigue inmerso en una crisis institucional grave. Tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021, el país se mantuvo sin un presidente electo y fue gobernado por Ariel Henry como primer ministro interino. Sin embargo, Ariel Henry renunció recientemente luego de un viaje a Estados Unidos, radicándose en Puerto Rico. Esta renuncia dejó un vacío de poder que fue abordado por el Caricom, con el apoyo de Estados Unidos, a través de un proceso de intervención que llevó a la formación de un Consejo Presidencial Provisional compuesto por 11 miembros.
Este consejo tiene la tarea monumental de organizar elecciones en 2025 y restablecer la seguridad. Aunque su creación fue vista como un avance, su credibilidad se ha visto afectada por escándalos de corrupción, lo que debilita aún más la confianza de la población en las instituciones.
2. Contexto Social
La situación social es extremadamente crítica. La pobreza afecta al 60% de la población, y las condiciones de vida siguen deteriorándose debido a la falta de servicios básicos como educación, salud y agua potable. La crisis humanitaria ha empeorado con el aumento de la violencia de las pandillas, que controlan gran parte del territorio y han obligado a miles de familias a desplazarse.
Las protestas de la sociedad civil se han intensificado, demandando mejores condiciones de vida y un retorno a la estabilidad. Sin embargo, la parálisis del gobierno y la creciente inseguridad dificultan cualquier avance significativo.
3. Panorama Político
Con la renuncia de Ariel Henry, el panorama político sigue siendo inestable. La creación del Consejo Presidencial Provisional ha sido vista como una solución temporal para estabilizar el país hasta las elecciones de 2025. Sin embargo, la falta de confianza en las instituciones y los escándalos de corrupción que afectan al consejo están minando su legitimidad.
Los partidos políticos tradicionales se encuentran fragmentados y debilitados, y el Consejo enfrenta un desafío monumental para organizar elecciones en un entorno donde la violencia y la inseguridad dificultan cualquier tipo de movilización política.
4. Crisis Económica
La economía haitiana está en declive severo. La inflación ha superado el 50% anual, afectando de manera crítica los precios de los alimentos y otros bienes esenciales. La escasez de combustible y productos básicos, agravada por el control que ejercen las pandillas sobre rutas de transporte y suministros, ha llevado a una crisis de suministros generalizada.
El desempleo es rampante y la falta de inversión extranjera y nacional ha paralizado la infraestructura y el desarrollo económico del país. Esta crisis se ha visto exacerbada por la corrupción endémica, que ha erosionado aún más los limitados recursos del Estado.
5. Inseguridad y Pandillas
La violencia de las pandillas sigue siendo el principal problema de seguridad en Haití. Controlan alrededor del 80% de la capital, Puerto Príncipe, y extienden su influencia a otras regiones. Secuestros, asesinatos y extorsiones son comunes, y la incapacidad de la Policía Nacional para contener la violencia ha convertido al país en un lugar de gran peligro.
Aunque se aprobó una misión internacional de seguridad, liderada por Kenia, para apoyar a las fuerzas policiales locales, los resultados hasta ahora han sido limitados. La misión ha enfrentado problemas logísticos y ha sido criticada por no lograr un impacto significativo en la reducción de la violencia de las pandillas.
6. Respuesta Internacional
La comunidad internacional, encabezada por Estados Unidos y organismos como la ONU y la OEA, ha jugado un papel clave en intentar estabilizar Haití. Sin embargo, los esfuerzos han sido insuficientes para abordar la magnitud de la crisis. Aunque la misión de seguridad de Kenia ha sido vista como una medida positiva, la falta de resultados tangibles ha generado dudas sobre su eficacia.
El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, visitó Haití recientemente para reunirse con las autoridades locales, buscando garantizar que el Consejo Presidencial Provisional cumpla con la hoja de ruta trazada para devolver la estabilidad y convocar a elecciones en 2025. Blinken también subrayó la importancia de restaurar la seguridad en el país para permitir una gobernabilidad efectiva.
