Latam Airlines Colombia y la crisis de combustible: Un panorama complejo para la aviación nacional
Bogotá, Colombia, 26 de agosto – La reciente advertencia de Latam Airlines Colombia sobre el agotamiento de inventarios de combustible en varios aeropuertos del país ha desatado una controversia sobre el verdadero impacto de esta situación en la operación de vuelos a nivel nacional.
La aerolínea anunció el domingo que los aeropuertos de Leticia, Montería y Bucaramanga se encuentran al borde de quedarse sin combustible de aviación, mientras que en Bogotá los niveles han caído a un punto crítico. Este panorama ha generado preocupación en la industria y entre los pasajeros, que temen una posible interrupción en los servicios de vuelos.
El origen de la crisis puede rastrearse hasta la contingencia que sufrió la Refinería de Cartagena, operada por Ecopetrol, la cual ha visto reducida su capacidad de producción debido a un problema eléctrico que la dejó fuera de servicio durante varios días.
Esta situación ha generado una disminución en la oferta de combustible Jet A1, vital para la aviación, y ha puesto en alerta a las aerolíneas que dependen de este suministro.
Sin embargo, fuentes de la industria aeronáutica han aclarado que no se trata de un problema generalizado que afecte a todo el mercado aeronáutico, sino de una situación particular que afecta a ciertas aerolíneas dependiendo del comercializador con el que trabajan en cada ciudad.
En el modelo de negocios actual, cada aerolínea es responsable de establecer contratos y coberturas con un distribuidor mayorista de forma bilateral, sin que exista un mecanismo de intervención por parte de la autoridad aeronáutica o el Ministerio de Transporte.
Esto significa que, en caso de que una aerolínea agote sus reservas de combustible, no hay un proceso regulado que permita a otras aerolíneas con mayor inventario compartir su suministro.
Una fuente de la industria explicó que el mercado carece de herramientas para que las autoridades puedan tomar medidas extraordinarias en situaciones de fuerza mayor, como la que se está viviendo actualmente.
El problema, según esta fuente, radica en que la información sobre los inventarios de combustible es reservada, lo que dificulta la toma de decisiones informadas por parte de las autoridades competentes.
Esta falta de transparencia y de mecanismos de intervención ha creado una situación en la que algunas aerolíneas se encuentran en riesgo de quedarse sin suministro, mientras que otras continúan operando con normalidad.
A pesar de la gravedad de la situación, otras aerolíneas no han reportado problemas similares, aunque están monitoreando de cerca los desarrollos. La fuente de la industria enfatizó que el gobierno debe intervenir para evaluar el estado real del mercado y tomar decisiones estratégicas que garanticen la operación de todas las aerolíneas.
La incertidumbre en torno a la disponibilidad de combustible ha generado preocupación sobre la capacidad del país para mantener la estabilidad en sus operaciones aéreas, especialmente cuando se acerca el final del mes y las reservas de combustible compradas para agosto se están agotando.
Ecopetrol, por su parte, ha emitido un comunicado en el que asegura que, tras reiniciar de manera secuencial las unidades de producción en la Refinería de Cartagena el pasado 18 de agosto, ha puesto en marcha un plan de trabajo para garantizar el suministro de combustibles a todos los segmentos del mercado, incluyendo gasolina, diésel y jet de aviación.
La empresa también ha anunciado la importación de 100,000 barriles de combustible de aviación, que se espera lleguen al país el próximo fin de semana, lo que permitiría cumplir con el mínimo legal establecido del 95% en el suministro de Jet A1 para el cierre de agosto.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, también se ha pronunciado sobre la situación, negando que exista una escasez de combustible para aviones y señalando que lo que está ocurriendo es una actividad irregular que ya está siendo investigada.
Petro buscó así calmar los temores que se han generado en la industria y entre los usuarios, aunque la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha advertido sobre la suspensión del suministro de combustible en varios aeropuertos, incluyendo Valledupar, Pasto, Cúcuta y Leticia. La IATA también ha indicado que a partir del lunes 26 de agosto, tres aerolíneas enfrentarán una suspensión total de suministro en los aeropuertos de Bogotá y Cartagena, y que en Barranquilla hay una alerta por inventarios críticos.
Esta situación ha puesto de relieve las debilidades estructurales del mercado de combustible de aviación en Colombia, donde la capacidad de refinación es suficiente para cubrir la demanda, pero con un margen muy ajustado.
En condiciones normales, la Refinería de Cartagena produce 13,000 barriles diarios de combustible de aviación, destinados principalmente a abastecer los mercados de la región Caribe. Sin embargo, cualquier interrupción en la producción, como la que ocurrió recientemente, puede tener un efecto cascada que afecta la operación de vuelos en todo el país.
La crisis también ha revelado la necesidad de que el gobierno y la industria colaboren para crear mecanismos de emergencia que permitan una mayor flexibilidad en la distribución de combustible, especialmente en situaciones imprevistas. Sin estos mecanismos, la aviación colombiana podría enfrentar desafíos significativos en su capacidad para operar de manera continua y eficiente.