Leclerc buscará recuperar en casa el liderato que tomó Verstappen en España

Madrid, 26 may- Charles Leclerc (Ferrari) intentará recuperar este fin de semana, en ‘su’ Gran Premio, el de Mónaco -el séptimo del año-, el liderato del Mundial de Fórmula Uno que le arrebató el pasado domingo, en el de España, el neerlandés Max Verstappen (Red Bull); en una muy calurosa carrera que los españoles Carlos Sainz -compañero del monegasco- y Fernando Alonso (Alpine) -que firmó la remontada del día- acabaron cuarto y noveno, respectivamente.

Verstappen, de 24 años, firmó el pasado domingo su cuarta victoria de la temporada. En Montmeló (Barcelona), donde abandonó, por un problema de motor y cuando lideraba con comodidad, Leclerc -de idéntica edad-, que, tras firmar su cuarta ‘pole’ del año, pretendía llegar líder del campeonato a la carrera más icónica de la temporada, en las calles de Montecarlo. Un deseo que aguó, en el Gran Premio de España, ‘Mad Max’, al liderar un ‘doblete’ de Red Bull junto a su compañero mexicano Sergio Pérez que firmó su tercer segundo puesto de la temporada y, con ello, su decimoctavo podio desde que compite en la F1.

El último campeón del mundo, que recuperó el ‘1’ -que hasta hace nueve años siempre designaba al ganador del anterior certamen- en detrimento del ’33’ que portó desde su debut, sumó su vigésima cuarta victoria en la la categoría reina; y lidera ahora el Mundial con 110 puntos, seis más que Leclerc y con 25 de ventaja respecto a ‘Checo’ cuya brillante aportación como hombre de equipo permitió que la escudería austriaca asumiese también el liderato en el Mundial de constructores, con 195 unidades, 26 más que la ‘Scuderia’.

La Fórmula Uno ha sufrido numerosos cambios durante estos pasados años -incluido su reglamento- y se moderniza constantemente; pero, hoy por hoy, la F1 no se entendería sin dos de sus principales ingredientes: Ferrari, la escudería más laureada de la historia, y Mónaco, su Gran Premio más glamuroso. Por lo que la escudería de Maranello intentará dar un golpe de efecto y resarcirse en las calles del principado de la Costa Azul del varapalo sufrido el pasado domingo en el Circuit de Barcelona-Catalunya. En el que Verstappen ganó por segunda vez, después de convertirse en esa pista, en 2016 y en su primera carrera con Red Bull, en el más joven ganador de la historia.

A Sainz, de 27 años, que este año lleva tres podios y es quinto en el Mundial -con 65 puntos, nueve menos que el inglés George Russell (Mercedes), tercero en Montmeló y cuarto en el campeonato- no se le da nada mal Mónaco. El madrileño fue segundo el año pasado, en el circuito urbano más importante y con más solera del mundo; en el que nunca ha dejado de puntuar desde que corre en la F1.

Un circuito de 3.337 metros -con 19 curvas (siete a la izquierda)- al que el domingo está previsto dar 78 vueltas, para completar un recorrido de 260,2 kilómetros. En el que Alonso logró dos de sus 32 victorias en la categoría reina: las 32 que hasta la fecha cuenta España a lo largo de toda su historia. El doble campeón mundial asturiano ganó dos veces seguidas en Mónaco: en 2006, cuando revalidó título, con Renault; y al año siguiente, a bordo de un McLaren.

Alonso, de 40 años, perseguido desde el arranque de la temporada por una racha de infortunios, puso fin a la misma el pasado domingo con una sensacional actuación que le valió para firmar la gran remontada del día. Eliminado en la Q1, con el decimoséptimo crono, cambió motor y salió último, antes de acabar noveno en Montmeló. Donde Mercedes -ganadora de los pasados ocho títulos de constructores y que había manifestado un flojo arranque de temporada-, para la que el séptuple campeón mundial inglés Lewis Hamilton logró el quinto puesto -también tras haber caído hasta el fondo de parrilla-, evidenció una clara mejoría que, de certificarse, animaría mucho este Mundial.

Fernando confirmó una vez más lo declarado a Efe en una entrevista que tuvo lugar el año pasado en Austria: que «lo que importa no es la edad, sino el cronómetro». Sin embargo, el español de Alpine aún ocupa un puesto muy por debajo del que se merece: es decimoquinto, con sólo cuatro puntos.

En Mónaco -donde Leclerc no acabó ninguna de las dos veces que corrió y que el año pasado no pudo tomar la salida, después de haber firmado la ‘pole’ un día antes- se comenzará a rodar este viernes, en las primeras dos sesiones de entrenamientos libres, con neumáticos de la gama de compuestos más blanda: los C3 -duros, reconocibles por la raya blanca- C4 -medios, raya amarilla- y C5 -blandos, roja-.

Los ensayos se completarán el sábado, horas antes de la calificación, que será primordial en las estrechas calles de Mónaco. Tal y como recordó ‘Checo’, nacido hace 32 años en Guadalajara (Jalisco), «la Q3 (tercera ronda de la cronometrada principal) en Mónaco es casi definitiva».

El bravo piloto tapatío, tercero en 2016, acabó cuarto en las calles de Montecarlo el año pasado. Cuando Verstappen ganó, por delante de Sainz, un Gran Premio en el que nadie se ha impuesto tantas veces como Ayrton Senna. El mito brasileño -accidentado fatalmente en Imola (Italia) hace 28 años- festejó seis triunfos en Mónaco; donde entre los activos el más laureado es Hamilton, con tres.

Adrian R. Huber

EFE

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