Legado de Swartz, joven genio que se opuso al monopolio de información
13 enero 2023
El 11 de enero de 2023 marca el 11.º aniversario de la muerte de Aaron Swartz, que murió a los 26 años, por la presión de poderosas instituciones académicas y estatales.
Swartz tuvo una carrera prolífica como programador de computadoras: a la edad de 12 años creó The Info Network, una enciclopedia generada por usuarios ampliamente acreditada como precursora de Wikipedia.
Estudió programación en la Universidad de Stanford, pero rápidamente dejó la carrera, pues antes de tener 20 años ya había creado notables plataformas que revolucionaron el acceso a la información. Programó recursos como el RSS y Markdown, además de cofundar Reddit y escribir el código base para Creative Commons, “una organización global sin fines de lucro que permite compartir y reutilizar la creatividad y el conocimiento a través de la provisión de herramientas legales gratuitas”.
A diferencia con otros “genios” como Mark Zuckerberg o Elon Musk, no hacía el diseño e ingeniería por dinero y tenía un espíritu auténticamente comprometido, compasivo y dirigido hacia el bienestar de la humanidad.
En 2011, Swartz fue arrestado y acusado de cargos federales luego de descargar una gran cantidad de artículos académicos del sitio web JSTOR, la base de datos de artículos académicos más importante del mundo y sin duda la más importante. Un año después, los fiscales le acusaron de nueve cargos adicionales por delitos graves, amenazándolo en última instancia con multas de un millón de dólares y hasta 35 años de prisión.
Su familia denunció que Aaron había sido víctima de una persecución, a la cual llamó “el producto de un sistema criminal-judicial plagado de intimidación y enjuiciamientos excesivos”.
Swartz formuló un manifiesto a favor de la libertad de la información, afirmando el derecho a copiar y distribuir archivos que sean del interés público, como es el caso de los trabajos científicos. La ciencia, según la visión de Swartz, es patrimonio de la humanidad y debe ser accesible gratuitamente para cualquier persona: por derecho y para fomentar la innovación.
Swartz peleaba por una realidad horizontal, dinámica, libre y creativa, en la que el Internet no estuviera centralizado en unos cuantos sitios que pertenecen a su vez a un puñado de individuos que además explotan a los propios usuarios monetizando su información personal.
Swartz fue incriminado por subir a la red cientos de miles de publicaciones científicas y hacerlas disponibles gratuitamente, lo cual provocó su muerte.
El editor en jefe de TRNN, Maximillian Alvarez, habla con los coanfitriones del podcast Srsly Wrong, Shawn Vulliez y Aaron Moritz, sobre la vida y el legado de Aaron Swartz.
Aaron Moritz sobre el personaje de Swartz dijo que realmente le sorprendió la cantidad de cosas diferentes que usa todo el tiempo en las que él contribuyó.
“Ese es un precio demasiado alto a pagar. ¿Obligar a los académicos a pagar dinero para leer el trabajo de sus colegas? ¿Escanear bibliotecas enteras, pero solo permitir que la gente de Google las lea? ¿Proporcionar artículos científicos a los de las universidades de élite del primer mundo, pero no a los niños del Sur Global? Es indignante e inaceptable”, afirmó Moritz.
Subrayó que “no hay justicia en seguir leyes injustas. Es hora de salir a la luz y, en la gran tradición de la desobediencia civil, declarar nuestra oposición a este robo privado de la cultura pública”.
Por su parte, Shawn Vulliez, recordó que “nos dijeron que copiar es robar”, pero Swartz nos explicó muy bien este argumento en un ensayo que escribió cuando tenía, creo, 17 años en 2004, en el que simplemente señalaba que copiar no es robar. Cuando robas algo, hay una cosa menos de donde lo robaste. Pero copiar es distinto porque el hecho de que estés escuchando la música no significa que otra persona no pueda escucharla.
“Nos vendieron esta visión de una Internet abierta, pero hay cosas de dominio público a las que nadie puede acceder en línea, por lo que las personas no tienen fácil acceso a ellas”, remarcó.
Añadió que sin la intervención política de Aaron Swartz y otros activistas, tenemos una Internet cada vez más cerrada, cada vez más monopolizada, cada vez más lucrativa con muro de pago tras muro de pago que toma todo el potencial liberador de Internet y en su lugar lo convierte en un centro comercial.
“Necesitamos tomar información, donde sea que esté almacenada, hacer nuestras copias y compartirlas con el mundo. Necesitamos tomar cosas que están fuera de los derechos de autor y agregarlas al archivo. Necesitamos comprar bases de datos secretas y ponerlas en la web. Necesitamos descargar revistas científicas y subirlas a redes de intercambio de archivos. Necesitamos luchar por Guerrilla Open Access”, agregó.
“La información es poder. Pero como todo poder, hay quienes quieren quedar con ello para sí. Todo el patrimonio científico y cultural del mundo, publicado durante siglos en libros y revistas, está siendo cada vez más digitalizado y bloqueado por un puñado de corporaciones privadas. ¿Quiere leer los artículos que presentan los resultados más famosos de las ciencias?” Tienes que pagar por ello, enfatizó.
Aaron Swartz nos dio dos lecciones: la primera es que Swartz muestra el increíble poder de una persona dedicándose a hacer cosas. Él muestra que cualquiera de nosotros puede hacer lo que se propone hacer, y podemos tener un impacto profundo en el mundo, un impacto más profundo de lo que jamás hubiéramos imaginado. Desafortunadamente, no creo que Aaron Swartz tuviera una idea completa de cuán impactante fue.
La segunda lección es que gente como Swartz Valen más vivo que muerto. Todos estaríamos mucho mejor si tuviéramos 10 años más de Aaron Swartz contribuyendo a nuestra cultura y ayudándonos a avanzar.