Líderes de Corea del Sur y Japón tendrán mañana la primera cumbre en tres años
Seúl, 12 nov (EFE).- El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, y el primer ministro nipón, Fumio Kishida, mantendrán una cumbre bilateral mañana domingo en Camboya, en lo que supondrá el primer encuentro formal entre líderes de los dos países en tres años en un momento marcado por los esfuerzos para mejorar lazos bilaterales.
La oficina presidencial surcoreana y la del primer ministro nipón anunciaron hoy que el encuentro tendrá lugar en el marco de la cumbre de la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (ASEAN), en la cual participan ambos líderes dentro de los grupos ASEAN+3 y ASEAN+6.
Ambas partes coincidieron en la necesidad de celebrar una cumbre en Nom Pen ante la necesidad de reforzar la cooperación en materia de seguridad a raíz del incremento de test de armas por parte de Corea del Norte, explicó un representante de la oficina presidencial surcoreana en declaraciones que recoge la agencia Yonhap.
El mismo domingo tanto Yoon como Kishida mantendrán a su vez dos cumbres bilaterales con el presidente estadounidense, Joe Biden, y celebrarán también una trilateral entre ellos.
Las reuniones llegan en un momento marcado por el incremento de la tensión en la península coreana a raíz del mayor número de lanzamientos de misiles de Pionyang y la posibilidad de que el régimen ejecute pronto su primera prueba nuclear en cinco años.
Será la primera vez que Kishida y Yoon celebren una cumbre propiamente dicha, ya que su anterior encuentro en el marco de la Asamblea General de la ONU en septiembre fue calificado de «informal».
En esa reunión ambos acordaron en la necesidad de mejorar lazos y de resolver asuntos pendientes después de que la relación bilateral experimentara recientemente su peor momento en décadas.
Las compensaciones que tribunales surcoreanos han ordenado pagar a empresas y autoridades japonesas para víctimas de la colonización nipona de la península (1910-1945) son actualmente el principal escollo ente ambos países.
Tokio defiende que todas las compensaciones quedaron satisfechas con base en un acuerdo firmado en 1965.