Lluvias devastadoras: Sector agrícola enfrenta pérdidas superiores a RD$5,000 millones

Santo Domingo, 23 noviembre – Las intensas lluvias que azotaron el país el pasado fin de semana dejaron un rastro de destrucción en 11 provincias con actividad agrícola, especialmente en el sur de la República Dominicana, según informó el Ministerio de Agricultura.

Eulalio Ramírez, viceministro de Producción y Mercadeo de esta entidad, detalló que los análisis preliminares estiman pérdidas que superan los RD$5,000 millones en el sector agropecuario a raíz del disturbio tropical. Añadió que aún se encuentran trabajando para recabar datos más precisos sobre la magnitud de los estragos.

Las demarcaciones más golpeadas por las inclemencias del clima incluyen a Rancho Arriba en la provincia Duarte, El Rosario y Padre de las Casas en Azua, Baní, Peravia, Palmar de Ocoa en San José de Ocoa, San Cristóbal y San Juan de la Maguana. Los daños se focalizaron principalmente en los invernaderos, los caminos vecinales y en cultivos clave como el arroz en Duarte y las habichuelas en San Juan de la Maguana.

«El arroz ha sido afectado en prácticamente todas las provincias productoras, que suman un total de 21. También hemos registrado afectaciones en cultivos como las habichuelas y las musáceas, como los plátanos y bananos. En las zonas de Baní y Azua, la cebolla también se vio fuertemente impactada», explicó Ramírez durante una conferencia de prensa previa a un taller para productores sobre prevención del Fusarium Raza 4 en plátanos.

Marcelo Reyes, presidente de la Federación Nacional de Productores Arroceros (Fenarroz), señaló que las inundaciones han golpeado fuertemente a Cotuí en Sánchez Ramírez, Nagua en María Trinidad Sánchez, y Villa Riva en el Bajo Yuna, provincia de Duarte. El problema principal ha sido el acame del arroz, una situación en la que los cultivos caídos deben ser recolectados para evaluar la producción final.

Según Reyes, aproximadamente 15,000 a 20,000 tareas de tierra en el Bajo Yuna y unas 20,000 tareas en Nagua han sido afectadas, lo que podría traducirse en una disminución estimada de unas 25,000 tareas en la producción total.

En lo que respecta a los plátanos, las provincias más afectadas han sido Azua, Bahoruco, Duarte (Bajo Yuna) y Sánchez Ramírez. Álex Cruz, presidente de la Asociación Dominicana de Productores de Plátano (Adoplátano), informó que los productores de estas zonas reportan daños en alrededor de 5,000 tareas de tierra, una cifra que representa menos del 0.5 % del área total cultivada a nivel nacional. Sin embargo, destacó el impacto indirecto generado por la destrucción de los caminos para acceder a las fincas y la saturación del suelo, lo que podría tener consecuencias a largo plazo en los sembradíos.

Hero Pérez, presidente de la Articulación Nacional Campesina, lamentó la anegación de entre 3,000 y 4,000 tareas de tomate en Azua. Detalló que áreas como El Rosario, Proyecto 4 y Hato Nuevo han sufrido daños considerables en cultivos de ají, verduras, limón y plátanos, con miles de productores afectados en diferentes niveles.

En Padre de las Casas, el cultivo más afectado ha sido el de las habichuelas. Mientras los gremios agrícolas comienzan a evaluar los daños, el Clúster del Café ha iniciado el levantamiento de información tras las inundaciones.

César Ros, presidente del Clúster del Café, mencionó que en las provincias cafetaleras del sur, desde Azua hasta Pedernales, se ha registrado la caída de muchos frutos maduros, lo que repercutirá en la producción de estas zonas. Aunque aún no pueden cuantificar completamente los daños, estima una caída de entre un 15 % y un 20 % en la producción debido al período de recolección.

El Ministerio de Agricultura ha desplegado de inmediato brigadas y equipos pesados para trabajar en áreas inundadas o de difícil acceso debido a las lluvias. Además, se está elaborando un fondo de asistencia económica para los productores damnificados.

En cuanto a posibles incrementos de precios en productos afectados, Ramírez aseguró que el sector agropecuario ha estado trabajando para aumentar su producción y mantener excedentes que puedan cubrir eventos de este tipo. Afirmó que la seguridad alimentaria está garantizada, como en el caso del arroz, donde la producción supera la demanda, y se buscará evitar afectaciones significativas en los precios al consumidor.