Lo que hay que entender del cambio climático
Juan Temístocles Montás
Uno de los grandes desafíos del siglo XXI es hacer frente al cambio climático que es una consecuencia del calentamiento del planeta. En el centro de este desafío está la cuestión energética, específicamente lo que tiene que ver con la dependencia mundial de los combustibles fósiles.
La utilización de los combustibles fósiles para la generación de electricidad, el transporte y al calefacción es la principal fuente de emisión de los llamados gases de efecto invernadero. Estos gases son los siguientes: el dióxido de carbono ( 〖CO〗_2), el metano (〖CH〗_4), el óxido nitroso ( N_2 O), los hidrofluorocarbonos (HFCs), los perfluorocarbonos (PFCs) y el hexafluoruro de azufre (SF6). Se estima que alrededor de dos tercios de las emisiones de esos gases a nivel mundial están asociados a la quema de combustibles fósiles.
El calentamiento global registrado en el siglo XX y lo que va del siglo XXI está relacionado con el aumento de la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera debido a los grandes volúmenes de emisiones que se han producido en los últimos 200 años. Según datos de la National Aeronautics and Space Administration (NASA), para 2020, la temperatura media del planeta había aumentado más de 〖1.02 〗^0C, comparado con la temperatura media de 1880. La preocupación que existe hoy es que si se sigue utilizando los combustibles fósiles, como hasta ahora, el aumento de la temperatura sobrepasará el 〖1.5〗^(0 ) C ante de que termine el siglo, lo que producirá consecuencias nefastas para el planeta.
Datos reportados por el World Inequality Lab dan cuenta de que entre 1850 y 2019 las emisiones acumuladas de 〖CO〗_2 en la atmosfera totalizaron 2,563.7 miles de millones de toneladas. En ese largo periodo de tiempo, Norteamérica ha sido la región que más emisiones ha generado (27%), seguida por Europa (22%), y luego por China (11%). El Sur y el Sudeste Asiático han acumulado el 9% del total emitido en esos años; Rusia y Asia Central, el 9%; otros países de Asia del Este, el 6%; el Medio Oriente y el Norte de África, el 6%; y el África Subsahariana, el 4%. En el caso de América Latina, el aporte acumulado ha sido pequeño (6%), como se aprecia en el gráfico siguiente.
Durante los años transcurridos en este siglo se ha producido un cambio muy importante en las emisiones de 〖CO〗_2 a nivel de las regiones del mundo. En 2007, China desplazó a Europa como el segundo emisor de 〖CO〗_2 y en 2010 desplazó a Norteamérica del primer lugar, convirtiéndose en el principal emisor de gases de efecto invernadero a nivel mundial, como se aprecia en el gráfico siguiente, China fue responsable en 2019 del 24.1% de las emisiones de ese año. Esto se explica por el extraordinario crecimiento de la demanda de energía en China en los últimos 30 años para impulsar su desarrollo económico. El gigante asiático ha recurrido al uso masivo del carbón mineral.
En la más reciente cumbre sobre el cambio climático, celebrada en Escocia en noviembre pasado, los casi 200 países participantes firmaron un documento en el que se establece que el carbón es la principal fuente del calentamiento global y se comprometieron a reducir progresivamente su uso así como los subsidios a los combustibles fósiles. La idea original era plantear en el documento la eliminación gradual de carbón pero China e India se opusieron debido a su gran dependencia de este combustible para satisfacer sus necesidades energéticas. En 2019, el carbón cubría el 61% de las necesidades energéticas de China y el 45% de la India.
Para China y la India todavía es importante el uso del carbón para impulsar sus programas de desarrollo y la erradicación de la pobreza. Ambos países, así como otros en vía de desarrollo, sostienen que los hoy países desarrollados hicieron un uso intensivo del carbón en sus procesos de desarrollo y que son los responsables de los graves problemas asociados al calentamiento global que ya se presentan. Los grandes costos económicos que implican enfrentar ese problema deberían ser asumidos por esos países.
Si bien, la identificación del carbón como principal responsable del calentamiento global fue visto como un paso de avance, para muchos, lo que se firmó en Escocia es un acuerdo débil que no garantiza la posibilidad de limitar el calentamiento global dentro del umbral de 〖1.5〗^(0 ) C.
Recuérdese que desde 1995 se han venido celebrado cumbres sobre el cambio climático. Ya van 26 y, en todas, las preocupaciones han sido como afrontar la problemática de las emisiones de gases de efecto invernadero. Si bien ha quedado claro que la quema de combustibles fósiles es la principal causa de este problema, hasta ahora los combustibles fósiles siguen siendo los principales recursos energéticos utilizados en el mundo. En 1990, los combustibles fósiles aportaron el 81% de los requerimientos de energía. Esa situación se mantuvo inalterable en los últimos 30 años.
Día antes de la celebración de la cumbre climática en Escocia el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) dio a conocer el informe sobre la Brecha de Producción 2021. Según este informe, los gobiernos todavía planean producir en 2030 una cantidad de combustibles fósiles más de dos veces superior –un 110%– de lo que sería coherente con el objetivo de limitar el calentamiento global a 1.5 ºC. Tampoco cumplirían con el objetivo de no sobrepasar los 2 ºC, ya que la producción prevista estaría un 45% por encima de lo deseable.
En su informe anual correspondiente a este año, la NASA señala que es muy probable que durante la presente década se sobrepase el limite de 1.5 ºC y que a mediado del siglo se podría llegar a un aumento de 2 ºC
El caso de la República Dominicana
La República Dominicana no es un emisor importante de 〖CO〗_2. En 2019, las emisiones dominicanas de este gas representaron el 0.08% del total emitido en el mundo, un porcentaje que puede ser considerado como insignificante. Esas emisiones procedieron fundamentalmente del petróleo y sus derivados en un 77%, en un 12% del gas natural y en un 11% del carbón, como se observa en el siguiente gráfico.
Los datos anteriores nos indican que cualquier política orientada a mitigar y reducir las emisiones de 〖CO〗_2 en República Dominicana pasa por reducir el uso de petróleo y derivados en los diferentes sectores económicos.
Alguien podría argumentar que la entrada en 2020 de la planta de Punta Catalina, que funciona con carbón mineral, modificó la situación presentada en el gráfico, pero resulta que con la entrada en operación de esa planta, unidades que operaban con fuel oíl o diésel oíl han salido de operación. De manera que el balance en término de generación de 〖CO〗_2 no debe haberse modificado considerablemente.
Nuestro país debe seguir avanzando en la diversificación de la matriz energética a fin de hacerla mas amigable con el medio ambiente. Sin embargo, creo que el gran aporte que podemos hacer a la lucha mundial contra el cambio climático pasa por proteger y ampliar nuestros bosques. Estos son importantes sumideros naturales que absorben 〖CO〗_2, reteniendo el carbono y liberando el oxigeno