Lola Flores, mujer empoderada, hoy es doctrina para «muchos, muchas y muches»
Madrid, 20 ene (EFE).- Musa en vida de transformistas que sacaban las plumas a riesgo de acabar con los huesos en la cárcel, Lola Flores, que mañana cumpliría 100 años, pronunció frases como «los mariquitas, que me quieren mucho» o «¿eres hemosesuá o mariquita?», y se ha convertido en un icono «involuntario de la lucha feminista y el activismo LGTBIQ+».
«Con el paso del tiempo Lola Flores se ha convertido en un icono gay», dijo este viernes a EFE Carlos Barea, coordinador del libro «Flores para Lola», que califica a la artista española, que tuvo un gran éxito en América, como una mujer «tradicional-pop».
«Lola Flores ha sido muy gay, muy gay. Los camerinos de Lola Flores fueron los primeros clubes gais que existieron», asegura Juan Díaz, «el Golosina», amigo personal de la artista, en «Flores para Lola».
DEFENSA LGTBIQ+
Lola Flores hizo varias defensas públicas en favor del colectivo LGTBIQ+, entre ellas cuando en el programa «Cantares» de Televisión Española afirmó: «Cuando me muera, me gustaría que me embalsamaran, con las manos así graciosas, mi carita… y que me pusieran en el teatro de mis éxitos, el Teatro Calderón, para que me vieran los mariquitas que me quieren mucho».
Otro mensaje importante fue durante su programa «Ay, Lola, Lolita, Lola», en la misma cadena de televisión, cuando presentó a cuatro mujeres trans por las que mostró un gran respeto de forma pública: «Quiero que tengan un respeto imponente por estas personas, porque han sufrido muchísimo y yo soy una admiradora y las trato con mucho respeto».
Famosa es su frase «¿eres hemosesuá o mariquita?», le preguntó Lola Flores al cantante español Antonio Amaya en una entrevista, recordó Barea.
En relación al lesbianismo, Barea aclaró que la frase «¿Quién no se ha dado un pipazo con una buena amiga?» es un mito. «Todo el mundo la da por buena, pero no está documentada. Me gusta pensar que a lo mejor lo dijo en una fiesta privada y ha ido de boca en boca».
«Lola fue la inventora de las ‘fake news’ bonitas, era generadora de titulares que a ella le convenían para su fama», contó Barea, para quien la cantante de «La zarzamora» tenía duende mediático, «era muy inteligente e hipnótica».
MUJER EMPODERADA
La cantante de «Que me coma el tigre» tenía un discurso tradicional, «pero actúa con libertad, era disfrutona», añadió Barea, que consideró que la artista hizo lo que le dio la gana y luchó para ser libre e independiente, «una mujer empoderada».
«‘Lo hago todos los días’ llegó a decir en una entrevista en una época en la que una mujer no hablaba de su vida sexual si no quería ser tachada de puta», relató Barea, que manifestó que ese adjetivo a Lola Flores tampoco le importaría demasiado, ya que llegó a protagonizar una portada acompañada de un «Para puta, yo».
Es más, reconoció en el programa «El coraje de vivir», en la televisión española Antena 3 en 1994, «haber mantenido sexo a cambio de dinero al comienzo de su carrera», agregó Barea
Lola Flores no interpretó ningún personaje abiertamente LGTBIQ+ ni feminista, pero en sus movimientos corporales, en su fuerza, en su propia personalidad y en su propio relato «consiguió difuminar las caderas», afirma la periodista española Pepa Blanes.
Para las nuevas generaciones, la protagonista de «María de la O» es un «icono pop», se la conoce por Youtube y redes sociales. «La gente flipa con ella, se sorprende de su capacidad para romper las normas», apuntó Barea, quien señaló que la artista «tiene una fuerza arrolladora, incluso después de muerta».
La generación Z también conoce a «la Faraona», más desde que un anuncio publicitario «resucitara su figura», recordó Barea, que aseguró que la coplera sigue estando presente en el escenario travesti y drag: «Lola es una inagotable fuente de inspiración y de ideas».
Lola Flores realizó giras en América como las que la llevaron en la década de 1950 por México, donde rodó varias películas, Cuba, Ecuador, Argentina, Perú, Colombia y Chile, entre otros países.
Carmen Martín