Los Bucks derrotan a los Lakers 131-116; Antetokounmpo encesta 44 puntos

 Un monumental Giannis Antetokounmpo fulminó este martes a Los Angeles Lakers, que solo en el último cuarto pudieron ‘maquillar’ el marcador tras una noche en la que los Milwaukee Bucks dieron una espléndida y demoledora lección de ataque (116-131).

Como un huracán que solo deja ruinas a su paso, Antetokounmpo machacó a los Lakers como quiso y cuando quiso para acabar el duelo con 44 puntos y un extraordinario 17 de 20 en tiros, 14 rebotes y 8 asistencias.

Al griego le escoltaron de maravilla Bobby Portis (23 puntos y 7 rebotes) y Khris Middleton (21 puntos y 5 rebotes).

Los Bucks, que llevan cuatro victorias seguidas y están muy cerca de los Miami Heat (líderes del Este), anotaron el 54,2 % de sus tiros, sus cinco titulares consiguieron cada uno más de 10 puntos, ganaban de 24 puntos en el segundo cuarto y de 30 en el tercero, y solo se relajaron en exceso en el último parcial (31-22 para los Lakers) sin que llegara a peligrar realmente su triunfo.

En cambio, los Lakers volvieron a decepcionar.

Lo más frustrante para los angelinos es que siguen encadenando victorias para la esperanza, como la épica del sábado ante los New York Knicks, con partidos desastrosos -al menos en los primeros tres cuartos- como el de esta noche.

LeBron James (27 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias), Anthony Davis (22 puntos y 9 rebotes) y Malik Monk (20 puntos, 8 de ellos en el último cuarto) fueron los mejores de los Lakers.

Russell Westbrook (10 puntos con 3 de 11 en tiros, 10 rebotes y 5 asistencias frente a 4 pérdidas de balón) no jugó el último cuarto y recibió abucheos de fans de los Lakers en algunas partes del encuentro.

LOS BUCKS ARROLLAN DESDE EL PRINCIPIO

Dos triples de LeBron James, uno de Trevor Ariza y otro más de Malik Monk disimularon la inferioridad física y defensiva de los Lakers en el inicio del encuentro.

Giannis Antetokounmpo se aprovechó de esa debilidad rápidamente: logró 11 puntos en cinco minutos y, con un taponazo, avisó a Anthony Davis de quién era el rey del juego interior (12-17 con 6.55 por jugarse).

Frente al uso excesivo del triple de los Lakers, los Bucks mostraron una mayor variedad y dinamismo, sin olvidar que además salían al contraataque con extrema facilidad (15-24 a falta de 5.22).

El primer cuarto (24-38) fue un horror para los angelinos, que perdieron 7 balones y solo metieron 4 de 14 en triples, mientras que unos Bucks magníficos presumieron de efectividad y compenetración con 20 puntos en la pintura y un 61,5 % de acierto en tiros (Antetokounmpo consiguió 13 puntos y Middleton logró 11).

La circulación de los Bucks bordó la perfección en el arranque del segundo parcial, con un Grayson Allen muy atrevido, y los visitantes alcanzaron los 20 puntos de diferencia (28-48 con 9.42 para el descanso).

Middleton continuaba luciendo su elegancia en el tiro, pero Antetokounmpo trituraba a los Lakers de todas las formas posibles: percutiendo en la pintura, buscando la media distancia e incluso golpeando desde el triple.

El huracán ofensivo de los de Milwaukee en la primera mitad (56-78) se plasmó perfectamente en sus apabullantes estadísticas en ataque: un 68 % en tiros de campo y un 56,2 % en triples.

Si algún aficionado de los Lakers esperaba una reacción heroica, se topó pronto con la realidad.

Las penas siguieron para los locales tras el descanso con unos Bucks que no quitaban el pie del acelerador gracias a dos triples seguidos de Bobby Portis (62-89 a falta de 8.50).

LeBron intentó hacer la guerra por su cuenta pero no pudo evitar que los Bucks llegaran a disponer de una renta de 30 puntos en el tercer cuarto.

Así, los visitantes encararon el último parcial con mucha seguridad (85-109) pese a una cierta mejoría de los Lakers en defensa.

LeBron insistió en no tirar la toalla y los Lakers bajaron de los 20 puntos aprovechando los minutos de descanso de Antetokounmpo (96-115 con 8.30 por jugarse).

La reacción de los Lakers creció aún más gracias a la inspiración de Malik Monk y el esfuerzo defensivo de todo el equipo, hasta el punto de que se situaron a 10 puntos (108-118 a falta de 5.05).

Sin embargo, los Bucks no perdieron los nervios y se refugiaron en la astucia de Jrue Holiday y la contundencia de Antetokounmpo para finiquitar la victoria sin más sobresaltos.

David Villafranca

EFE

Comentarios
Difundelo
Permitir Notificaciones OK No gracias