Los conservadores de EEUU en guerra contra los derechos reproductivos

mayo 20, 2022

Este es un artículo de opinión de Lyndsay Beyerstein, galardonada periodista de investigación que publica en grandes medios estadounidenses y escribe el blog Duly Noted.

Manifestantes a favor y en contra del aborto se manifiestan ante la Corte Suprema de Justicia en Washington. Foto: Nuso

Por Lyndsay Beyerstein

NUEVA YORK (IPS) – La filtración de que la Corte Suprema de Estados Unidos podría anular la sentencia que ha salvaguardado el derecho al aborto durante más de cuarenta años ha generado protestas y dejado en evidencia las intenciones más amplias de los conservadores respecto de los derechos de las mujeres.

El 2 de mayo de 2022, la población estadounidense se enteró que el Tribunal Supremo de Estados Unidos está a punto de anular el fallo en el caso Roe contra Wade, la decisión de la Corte Suprema que ha salvaguardado el derecho de las mujeres estadounidense a abortar durante más de 40 años.

La revista Politico publicó un borrador filtrado de una opinión mayoritaria escrita por el juez conservador Sam Alito, que anularía inequívocamente «Roe contra Wade».

Por ahora, se trata de un mero borrador y no tiene fuerza legal. Cualquiera que sea la forma final, no tendrá efecto legal hasta que se publique, probablemente en algún momento de junio. Tanto los argumentos jurídicos como el voto definitivo podrían cambiar durante el periodo previo a la publicación.

Algunos observadores especulan que el documento se filtró para acorralar a los jueces conservadores en su posición radical, mientras que otros creen que se filtró con la finalidad de presionarlos para que la suavizaran. Sin embargo, por el momento no se conocen ni el motivo de la filtración ni la identidad del filtrador.

La noticia ha sido una sorpresa, ya que la mayoría conservadora de la Corte Suprema se ha abstenido de anular completamente el caso «Roe contra Wade» por tratarse de una decisión políticamente impopular: 59 % de los estadounidenses cree que el aborto debe ser legal en la mayoría de los casos, si no en todos. Solo 28 % dice que quiere que se revoque el caso.

Derecho al aborto y a la anticoncepción

Son muchas las coas que están en juego. Si este borrador se publicara en su forma actual, el aborto pasaría a ser ilegal en al menos 26 estados. Estos estados o bien siguen teniendo sus prohibiciones de aborto anteriores al caso Roe o tienen las llamadas «leyes de activación» que prohíben inmediatamente el aborto si «Roe contra Wade» es anulado.

El aborto seguirá siendo legal en los estados que no cuentan con este tipo de leyes, pero tendrían de todos modos la opción de aprobar nuevas leyes para prohibir el aborto. La caída de «Roe contra Wade» también plantea la posibilidad de una futura prohibición en el nivel federal.

Como observó la jueza liberal Ruth Bader Ginsburg, fallecida en septiembre de 2020, la cuestión del aborto constituye un referéndum sobre la plena participación de las mujeres en la sociedad. La opción de un aborto seguro y legal ha dado a las mujeres libertad para planificar sus vidas y sus familias.

Gracias a la opción reproductiva, las mujeres pueden perseguir objetivos educativos y profesionales a largo plazo sin temor a que un embarazo no planificado los desbarate. El aborto permite a las mujeres ser económicamente independientes. No están obligadas a casarse con el primer hombre que las deje embarazadas, ni a permanecer en una relación abusiva porque su agresor provocó un embarazo.

El destino del aborto está inextricablemente ligado a ese otro gran elemento emancipador de las mujeres, la anticoncepción. La opinión del juez Alito es explícita en cuanto a que no hay protección constitucional para el aborto en ninguna etapa del embarazo.

Los activistas antiabortistas llevan años afirmando falsamente que las píldoras anticonceptivas y los anticonceptivos de emergencia provocan abortos. Si los tribunales aceptan estas falsas afirmaciones, estas formas de control de la natalidad podrían ser prohibidas por considerarse abortivas.

Eso dejando a un lado si el razonamiento de Alito facilitará un desafío al derecho constitucional general a la anticoncepción.

El sexismo de la extrema derecha

Desde que se filtró el borrador, mujeres de todos los ámbitos han compartido historias de cómo los abortos salvaron desde sus vidas hasta sus carreras.

«Acabo de ser elegida y me enfrenté a la decisión de abortar o no. Y elegí abortar. Entré con orgullo en Planned Parenthood», recordaba la fiscal general de Nueva York, Tish James, en una manifestación a favor del aborto el día después de la filtración. «¡Y no pido disculpas a nadie. A nadie!».

El congresista de extrema derecha Matt Gaetz (investigado por posibles delitos sexuales) reveló más de lo que pretendía sobre los verdaderos motivos de la derecha para prohibir el aborto cuando insinuó que las miles de mujeres que protestaban por el derecho al aborto eran «sobreeducadas, poco amadas» y «solitarias» sin parejas en sus perfiles de internet.

Dejando a un lado el absurdo de que las mujeres exigen el derecho al aborto porque no tienen relaciones sexuales, la burla de Gaetz llega al corazón de por qué los conservadores odian el derecho al aborto.

Gaetz está denigrando todo aquello que el aborto hace posible en la vida de las mujeres. Bajo su perspectiva sexista, estas mujeres fueron «sobreeducadas» porque no fueron atrapadas en un matrimonio temprano por un embarazo no planeado. Los términos «poco amadas» y «solitarias» representan su especulación de que el aborto equivale a la falta de hijos.

Aunque, de hecho, las estadísticas muestran que la mayoría de las mujeres que abortan en Estados Unidos ya tienen hijos. Pero este conflicto no tiene que ver con los hechos, sino con los ideales en conflicto que existen en la sociedad.

Restauración de la familia nuclear

Los votantes cuya principal prioridad es prohibir el aborto suelen denominarse como «votantes de un solo tema», pero este es un apelativo inapropiado.

El aborto es actualmente el tema primordial sobre el que votan, pero no es un tema único para ellos: es solo su máxima prioridad dentro de una agenda mucho más amplia. Anhelan el regreso a una estructura social conservadora en la que todos se casan jóvenes y forman una familia nuclear encabezada por un varón

El racismo descarado también juega un papel en la oposición al derecho al aborto en algunos sectores de la derecha. La popular teoría de la conspiración derechista conocida como el «Gran Reemplazo» advierte que los estadounidenses nacidos en Estados Unidos están siendo reemplazados por inmigrantes no blancos.

Prohibir el aborto es una forma de mantener altas las tasas de natalidad en Estados Unidos.

El año pasado, Matt Gaetz defendió al presentador de programas de entrevistas de derecha más popular de los Estados Unidos por hablar del «Gran Reemplazo». El debate sobre el aborto es también un referéndum sobre si Estados Unidos seguirá siendo un Estado laico, como lo garantiza su Constitución. Los opositores al aborto están presentando argumentos explícitamente cristianos para prohibir el aborto.

Si se salen con la suya, estos votantes socialmente conservadores simplemente pasarán a la siguiente etapa. Los conservadores sociales de Estados Unidos siempre nos dicen que la familia es el «bloque básico de la civilización», pero no cualquier tipo de familia.

Creen que toda familia debe ser una gran familia heterosexual con el hombre a la cabeza. Quieren que las parejas se casen jóvenes y tengan muchos hijos. Ese es un buen objetivo personal si es el modo de vida que resulta atractivo para quien lo elige, pero los conservadores sociales quieren que el Estado obligue a todos a seguir ese modelo.

Este artículo se publicó originalmente en la publicación Nueva Sociedad.

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