Los cubanos tenemos derecho a vivir sin bloqueo
Ángel Arzuaga Reyes
El bloqueo económico, comercial y financiero que Estados Unidos ha impuesto a Cuba durante más de seis décadas, daña sensiblemente al pueblo, es la más flagrante y masiva violación de los derechos humanos de todo un pueblo y es el obstáculo principal al desarrollo económico y social de nuestro país.
Es una política obsoleta y unilateral, la más duradera de la historia moderna que trata de matar por hambre a un pueblo entero, tiene carácter extraterritorial que limita el comercio y las transacciones financieras con otros países, incluida República Dominicana, nación hermana a la que nos unen lazos históricos, pero por el bloqueo, no podemos desarrollar un comercio normal, ni tener cuentas bancarias para el pago de las exportaciones e importaciones mutuamente beneficiosas.
En lo que va del último año, 40 entidades bancarias extranjeras han declinado transacciones con instituciones cubanas y han anulado 140 transferencias de dinero. Esta política constituye una herramienta de intimidación y coerción económica unilateral a nivel global, en la que Estados Unidos viola la soberanía de otras naciones con sanciones, represalias y multas.
Los días 28 y 29 de octubre de 2025, Cuba presentará ante el 80 periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU-80), el proyecto de resolución titulado: «Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de Estados Unidos contra Cuba», que desde 1992 se viene presentando y sin excepción, en cada votación, es cada vez más creciente el número de países que apoya la resolución, oponiéndose al bloqueo de forma casi unánime.
En octubre de 2024, la resolución recibió el apoyo de 187 naciones, con únicamente dos votos en contra: Estados Unidos e Israel. Este apoyo mayoritario demuestra que el bloqueo infringe la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional.
El bloqueo causó perjuicios calculados en 7,556,1 millones de dólares entre marzo de 2024 y febrero de 2025, lo que representa un aumento del 49% en comparación al periodo anterior. El impacto histórico acumulado, a precios corrientes, es superior a 170,677 millones de dólares; y al valor actual del oro lo supera en 2,1 billones de dólares.
¿Cuánto pudiera hacer Cuba si contara con esos recursos financieros?
En septiembre pasado el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, denunció que «no hay sector de la vida social y económica que escape a los efectos del bloqueo”.
Efectos directos sectoriales
• Dos meses de bloqueo, equivalen al costo del combustible para satisfacer la demanda de electricidad normal de Cuba. Significa 1 600 millones de dólares.
• Doce días de bloqueo equivalen al costo anual de mantenimiento del Sistema Energético Nacional. Significa 250 millones de dólares.
• Un mes de bloqueo equivale al costo del Plan de Inversiones de Energía Solar del país para 2025, que prevé instalar 1 015 megavatios. Significa 600 millones de dólares.
• Dos meses sin bloqueo, permitirían financiar por un año la entrega de la canasta familiar normada. Es decir, alimentos de primera necesidad para todas las cubanas y los cubanos con precios altísimamente subsidiados. Significa 1,600 millones de dólares.
• Dieciséis días sin bloqueo permitirían disponer del financiamiento para cubrir las necesidades del cuadro básico de medicamentos del país. Significa 339 millones de dólares.
• Con catorce horas sin bloqueo, Cuba podría adquirir la insulina para cubrir las necesidades de todas las personas, niñas y niños, diabéticas del país. Significa 12 millones de dólares.
• Cuatro meses sin bloqueo permitirían adquirir todos los ómnibus necesarios para el transporte público del país. Significa 2, 850 millones de dólares.
• Dos horas de bloqueo equivale al costo de adquisición de medicamentos para el tratamiento de las patologías de cardiología, neurología y los alimentos para niños con deficiencias genéticas y con enfermedades endocrino-metabólicas. Significa 1,4 millones de dólares.
• Diecinueve minutos de bloqueo, equivalen al costo de las sillas de ruedas para atender las necesidades del sistema de educación especial para niñas y niños y adolescentes con discapacidades motoras e intelectuales. Significa 280,506 dólares.
El sufrimiento emocional, el desasosiego, las privaciones y los padecimientos que el bloqueo provoca en la familia cubana, no pueden ser cuantificados.
Más del 80% de los cubanos nacieron bajo el bloqueo, lidiando con carencias en servicios básicos, alimentos y medicinas.
¿Terrorista quién?
La inclusión de Cuba en la espuria lista de países que supuestamente apoyan el terrorismo, recrudece el bloqueo. Como expresó el ministro Bruno Rodríguez: «Resulta cínico que el gobierno de Estados Unidos, con multas de coerción política y económica, califique a Cuba como estado patrocinador del terrorismo, calumnia que no comparte esta organización ( Naciones Unidas), ni ninguno de sus Estados miembros está de acuerdo», salvo el propio Estados Unidos.
El bloqueo también busca que la cooperación médica de Cuba con el resto del mundo no se mantenga. Estados Unidos ha lanzado una fiera campaña de hostigamiento contra la colaboración médica cubana, sin tener en cuenta que esta cooperación ha salvado a millones de personas y constituye para muchos grupos humanos el único medio de obtener servicios sanitarios.
Esta política tiene su raíz en un memorando emitido el 6 de abril de 1960 por el Subsecretario de Estado de Estados Unidos, Lester Mallory, que dice: “La mayoría de los cubanos apoyan a Castro… el único modo previsible de restarle apoyo interno es mediante el desencanto y la insatisfacción que surjan del malestar económico y las dificultades materiales… hay que emplear rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba… una línea de acción que, siendo lo más habilidosa y discreta posible, logre los mayores avances en la privación a Cuba de dinero y suministros, para reducirle sus recursos financieros y los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno”.
Esa agresión directa a Cuba está encaminada a «provocar hambre y desesperación», lo que constituye un genocidio.
Como denunció nuestro ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla: «El secretario de Estado de Estados Unidos es ahora la reencarnación de ese sujeto macabro» y presiona desesperadamente a gobiernos, utilizando la mentira, la manipulación y el engaño para restarle apoyo a la Resolución contra el bloqueo en la Asamblea General de Naciones Unidas.
Cuba alerta y denuncia estas pérfidas maniobras y pide a los Estados soberanos que no se dejen manipular y no adopten posiciones que lesionen su soberanía y autodeterminación y mantengan su tradicional apoyo a la resolución que llama a la necesidad de poner fin al bloqueo.
Nuestro pueblo tiene el derecho de vivir en paz y ha demostrado una resistencia excepcional ante décadas de guerra económica. Ninguna nación debería soportar un castigo colectivo de tal magnitud.
La comunidad internacional, de manera reiterada, ha expresado con valentía y claridad que es tiempo de que Estados Unidos preste atención. Es hora de terminar esta política que solo causa un sufrimiento innecesario. Es apremiante levantar el bloqueo y brindar la posibilidad de que Cuba pueda desarrollarse sin restricciones, comerciar sin límites arbitrarios y ejercer su derecho a la autodeterminación.
Agradecemos la solidaridad de siempre del heroico y hermano pueblo dominicano, sus organizaciones políticas, la prensa libre, los movimientos sociales y el gobierno que nos han apoyado en la lucha contra el bloqueo y con su voto en Naciones Unidas. Las razones están en las raíces históricas de las relaciones que nos unen.
Hoy día 28 y mañana 29 de octubre, la inmensa mayoría de los países del mundo votarán, una vez más, por el fin del bloqueo que daña profundamente la vida y el bienestar del pueblo cubano. ¡Cuba vencerá!
El autor es embajador de la República de Cuba en República Dominicana.

