Los hospitales franceses dan la voz de alarma ante la falta de personal
París, 30 oct (EFE).- Francia busca soluciones al cierre de una de cada cinco camas de los hospitales públicos por falta de personal y estudia cómo mejorar un sector que ha sufrido una enorme presión durante las sucesivas olas de la pandemia.
La voz de alarma fue dada por el Consejo Científico en su informe de octubre, que cifró en el 20 % el número de camas cerradas, con datos de las grandes estructuras hospitalarias nacionales, y apuntó que es imposible excluir que el sistema vuelva a verse desbordado ante un repunte epidémico.
El «gran número de empleos vacantes», esa cifra significativa de camas cerradas, una actividad en urgencias que ha recuperado su nivel de septiembre de 2019 y la elevada cantidad de pacientes de covid-19 ingresados, que este jueves rondaba los 6.500, hacen que el Consejo Científico señale en su informe que la sanidad francesa está «en sufrimiento».
El Consejo Científico generaliza su análisis a nivel nacional, pero los Centros Hospitalarios Universitarios (CHU) subrayaron este viernes que la realidad difiere de un hospital y una zona a otras: en la región parisina el porcentaje de camas cerradas oscila según sus datos del 14 al 18 %, y del 1 al 12 % en otras partes del país.
FACTORES COYUNTURALES Y ESTRUCTURALES
El balance del CHU intenta contextualizar la situación: hay factores estructurales, como el hecho de que algunos cuidados se deriven a los ambulatorios, y otros coyunturales, ante la dificultad «persistente» para contratar y las vacantes puntuales o duraderas existentes en puestos médicos o no sanitarios.
El cierre de camas, según su comunicado, no ha supuesto una caída proporcional de la actividad porque los equipos han reforzado sus medidas a la altura de los recursos disponibles y el descenso del 7 % de los cuidados hospitalarios se ha compensado con un alza del 7 % de la atención en los ambulatorios.
El ministro de Sanidad, Olivier Véran, admitió este miércoles en el diario Libération que algunos hospitales se han visto obligados a cerrar camas ante la falta de sanitarios y, sobre todo, la dificultad de contratar a nuevos profesionales.
El portavoz gubernamental, Gabriel Attal, fue más lejos al culpar de la situación a anteriores Ejecutivos, alegando que en cuatro años de mandato «no se corrigen treinta», y avanzó que han lanzado una investigación en el conjunto de los establecimientos sanitarios para tener las cifras precisas que ayuden a paliar el problema.
El instituto de investigación DREES apuntó en septiembre que entre finales de 2019 y finales de 2020 el número de camas de hospitalización completa disminuyó un 1,5 %, situación que se ha exacerbado con la pandemia.
Sí parece haber consenso en que la situación más crítica afecta a los enfermeros, entre los que, según la Federación de Hospitales de Francia (FHF), hay entre un 3 y un 5 % de puestos vacantes y un absentismo laboral que pasó del 8,5 % antes de la pandemia al 10 % actual.
NECESIDAD DE RECONOCIMIENTO
«Los enfermeros deberían ser más reconocidos por lo que hacen», destaca a EFE el presidente de la Orden Nacional de Enfermeros (ONI), Patrick Chamboredon.
No solo a nivel financiero, subraya: «Ya han demostrado que son capaces de montar unidades de cuidados intensivos y que prácticamente pueden cambiar de trabajo de un día a otro. Hay que reconocer sus competencias, darles más margen de maniobra».
La situación ya estaba tensa antes de la irrupción de la covid, pero la pandemia ha acelerado la necesidad de una actuación rápida, que incremente los recursos tanto para hacer más atractiva la profesión como para evitar que quienes entran acaben colgando la bata.
Al debate también se ha sumado la socialista Anne Hidalgo, alcaldesa de París y candidata presidencial, que dijo este jueves en BFM TV que aunque sería necesario formar a 15.000 médicos al año en el país, esa cifra no supera los 10.000 en la actualidad.
La epidemia ha provocado además que el personal en activo esté al límite.
Según una encuesta facilitada por el Consejo Científico, en la que se interrogó a 1.203 profesionales sanitarios tras la segunda ola, que tuvo lugar de finales de octubre a principios de diciembre, un 37,9 % dijo padecer insomnio, un 60 % ansiedad y un 36,1 % estrés postraumático.
Marta Garde