Los hutíes confirman 68 muertos en el ataque de EEUU a un centro de custodia de migrantes africanos
Saná, 28 abr.- Los rebeldes hutíes del Yemen afirmaron este lunes que al menos 68 personas murieron y otras 47 resultaron heridas en el bombardeo por Estados Unidos de un centro de custodia preventiva de migrantes africanos en la ciudad septentrional yemení de Sadá.
«Defensa Civil anunció la muerte de 68 personas y heridas a 47 migrantes africanos como consecuencia de la agresión estadounidense contra el refugio de inmigrantes ilegales en la ciudad de Sadá», afirmó el canal de televisión Al Masira, portavoz de los hutíes.
El canal difundió imágenes de un edificio parcialmente destruido y sin techo, y de decenas de cadáveres, así como de personas heridas, entre las ruinas del centro de retención, que alberga migrantes africanos que entraron irregularmente en territorio yemení.
Según fuentes del ministerio de Interior de los hutíes, el citado «centro de retención preventiva» de migrantes africanos, ubicado en la ciudad bastión de los rebeldes hutíes y cuna de su máximo líder Abdelmalek al Hutí, está supervisado por la Organización Internacional de Migraciones y la Cruz Roja.
Los rebeldes hutíes del Yemen advirtieron que tomarán venganza por «los crímenes estadounidenses» en el Yemen, y amenazaron en particular al presidente de Estados Unidos Donald Trump, «esté o no en la presidencia».

Recuperación de cadáveres
Según fuentes médicas citadas por Al Masira, al menos 55 personas habían sido trasladadas a un hospital de Sadá, de los que cuales dos fallecieron más tarde. La cadena también había informado de que unas 30 personas seguían desaparecidas.
«El centro de retención de inmigrantes africanos albergaba a 115 personas, decenas de las cuales murieron (…) atacar a civiles inocentes y a migrantes es un crimen que se suma al historial de crímenes estadounidenses contra el pueblo yemení y la humanidad en su conjunto», dijo el ministerio del Interior hutí en una nota difundida por Al Masira.
Asimismo, los rebeldes hutíes denunciaron que este ataque contra un «refugio» bajo supervisión de organismos internacionales constituye «un crimen de guerra en toda regla», y consideraron que «la administración estadounidense tiene plena responsabilidad por el atroz crimen contra los inmigrantes africanos».
El centro, atacado también en 2022 por Arabia Saudí
Ese mismo centro de retención había sido atacado por la aviación saudí en 2022 en el contexto de la intervención de una alianza árabe liderada por Riad en la guerra civil del país árabe, un bombardeo que dejó cerca de un centenar de muertos.
«El centro de retención de inmigrantes africanos albergaba a 115 personas, decenas de las cuales murieron (…) atacar a civiles inocentes y a migrantes es un crimen que se suma al historial de crímenes estadounidenses contra el pueblo yemení y la humanidad en su conjunto», dijo el Ministerio del Interior hutí en una nota difundida por Al Masira.
Asimismo, los rebeldes hutíes denunciaron que este ataque contra un «refugio» bajo supervisión de organismos internacionales constituye «un crimen de guerra en toda regla».
«La administración estadounidense tiene plena responsabilidad por el atroz crimen contra los inmigrantes africanos», añadió.
Según los hutíes, uno de los misiles estadounidenses que golpeó la prisión no explotó y las autoridades lo están manejando «con extrema precaución».
Más bombardeos de EE.UU.
Ayer domingo, otros bombardeos estadounidenses causaron al menos la muerte de otras ocho personas, entre ellas mujeres y niños, en unas viviendas en el suburbio de Bani al Harith, al norte de la capital del Yemen, Saná, según reportó Al Masira.
Por orden del presidente Donald Trump, Estados Unidos inició el 15 de marzo una campaña de bombardeos sin precedentes contra el Yemen con el objetivo declarado de destruir las capacidades militares de los hutíes, pero los insurgentes denuncian que estos ataques han golpeado sitios civiles y han causado hasta ayer domingo la muerte de alrededor de 200 personas.
Con esta campaña, Washington espera que los insurgentes sean incapaces de interrumpir la navegación comercial en el mar Rojo con sus operaciones contra buques que transitan por la zona, así como que detengan sus ataques contra Israel en apoyo a los palestinos de la Franja de Gaza.
Los hutíes, respaldados por Irán, han lanzado desde el inicio de la guerra en Gaza alrededor de un centenar de ataques directos contra Israel y decenas más contra barcos comerciales en los mares Rojo y Arábigo, lo que ha provocado campañas de represalia tanto del Estado judío como de una coalición internacional capitaneada por EE.UU. y el Reino Unido.EFE