Los jinetes de las reformas
ROLANDO REYES
Tres jinetes cabalgan hacia el palacio donde esperan encontrarse con el inquilino que habrá de ocuparlo por los próximos cuatro años. El primero de ellos monta un musculoso caballo blanco. En su mano derecha lleva una bolsa con oro y plata, pero que luce ocupada por menos de la mitad de su capacidad. Detrás de el marchan todos los que forman parte del sequito que acompañará al inquilino durante su reinado de cuatro años. Con su mano izquierda el jinete hace señas para dar a entender que el contenido de la bolsa no es suficiente para lo que está esperando cada funcionario, y que el incumbente debe reducir su número y reasignar las funciones que la ha asignado a cada uno, para lo cual este debería preparar una propuesta de reforma que reduzca la cantidad de instituciones y optimice la asignación de las funciones. Pero el jinete vuelve a hacer otra señal, alertando que el contenido de su bolsa debe ser también suficiente para eliminar los déficits fiscal y cuasi fiscal, y asegurar la sostenibilidad de la deuda pública.
Segundo Tiro
El segundo jinete monta un enorme caballo rojo, y en su mano derecha exhibe una balanza, llevando en uno de sus péndulos una carga de pobreza, hambre e insuficiencia capacidades y capital humano, la cual es mucho más pesada que la cantidad que el primer jinete le había asignado al otro péndulo, con lo cual intenta intentar equilibrar la balanza. Y he aquí que el incumbente del palacio durante los próximos cuatros años entiende que debe llevar a cabo una segunda y más compleja y profunda reforma: debe aumentar el contenido de la bolsa del primer jinete para que este a su vez pueda suministrar más recursos que ayuden a equilibrar la balanza del segundo, y al mismo tiempo, debe reasignar y redistribuir la carga de forma que la balanza logre equilibrarse más fácilmente, logrando que la del primer péndulo pese menos. Una reforma que aumente la eficiencia y la eficacia del gasto público en protección social, salud y educación.
Tercer Tiro
El tercer jinete monta un extraño caballo negro que cabalga de manera impredecible. En su mano derecha lleva un pedazo de metal que hace descargar altas temperaturas, grandes precipitaciones y fuertes vientos sobre todo el terreno que recorre, causando grandes estragos sobre hogares, tierras cultivadas y otros activos productivos. Con su mano izquierda hace señales indicando que para mitigar los efectos letales del calentamiento global y el cambio climático requiere un escudo que solo puede construirse con recursos de la bolsa del primer jinete. La gran cabalgata de los tres jinetes lo conducen a una llegada simultánea a su destino, y en ese momento se abre una enorme puerta del gran palacio, y una gran luz deja ver claro que las tres grandes reformas deben ser también simultaneas: Una gran reforma tributaria que aumente los ingresos sin aumentar las tasas impositivas, una reforma a la estructura de la asignación de los recursos públicos que aumente la eficacia y la eficiencia del gasto, y el diseño y puesta en funcionamiento de un sistema de protección que maximice la inversión en adaptación y su impacto en la reducción del riesgo climático.
Listín Diario