Los momentos incómodos entre Nicole Kidman y Harris Dickinson durante el rodaje de Babygirl

Venecia, 24 de octubre – Aunque Babygirl promete una trama cargada de sensualidad y dinámicas de poder, no todo fue tan glamoroso detrás de cámaras. Así lo reveló Harris Dickinson, coprotagonista de la película junto a Nicole Kidman, en una entrevista para Variety.

Según confesó el actor británico de 28 años, algunas escenas del rodaje resultaron bastante incómodas, particularmente una en la que tuvo que bailar semidesnudo al ritmo del icónico tema “Father Figure” de George Michael.

Dickinson explicó que la escena fue completamente improvisada y que no hubo un ensayo previo, lo cual sumó a la vulnerabilidad del momento. “Halina [Reijn, la directora] simplemente puso la canción y me dijo: ‘Solo baila’. Así que me moví un poco, improvisé, quizá tomé un poco de whisky antes. Pero fue vergonzoso”, relató el actor entre risas.

La película, que se estrenará el 25 de diciembre en Estados Unidos, sigue la historia de una poderosa ejecutiva de tecnología, interpretada por Nicole Kidman, que inicia una intensa y compleja relación con un joven interno, encarnado por Dickinson.

La trama también aborda el matrimonio del personaje de Kidman con el de Antonio Banderas, profundizando en el tema del placer femenino y las intrincadas dinámicas de poder dentro de la relación.

Cuidando la intimidad en escena

Debido a la naturaleza explícita de algunas escenas, la directora Halina Reijn contó con la colaboración de Lizzie Talbot, una coordinadora de intimidad que ha trabajado en producciones como Bridgerton y Hazme el favor. La función de Talbot fue garantizar que los actores se sintieran seguros y respetados durante las escenas sexuales, ofreciendo un entorno que facilitara la confianza y la comunicación entre el equipo.

Harris Dickinson compartió que este enfoque les permitió a él y a Kidman trabajar con mayor libertad en las escenas más íntimas. «Establecimos los parámetros de lo que ambos estábamos cómodos haciendo», explicó el actor. «La coordinadora de intimidad hizo mucho más fácil el proceso, asegurándose de que nos sintiéramos seguros y nunca invadidos durante las grabaciones». Dickinson añadió que, si en algún momento alguno de los actores no se sentía preparado, la producción detenía las grabaciones para darles espacio.

Confianza y complicidad entre Kidman y Dickinson

Nicole Kidman, por su parte, destacó la importancia de la confianza mutua que desarrolló con Dickinson para poder filmar las complejas escenas de fetiches, que incluían elementos de sadomasoquismo y dominación. “Había un salto de fe”, comentó la actriz. “Nos mirábamos y decíamos: ‘Está bien, vamos a hacerlo’. Fue un trabajo en equipo basado en el respeto”.

Kidman describió su experiencia en Babygirl como “liberadora”, gracias al ambiente que creó Reijn en el set, donde todos los actores se sintieron protegidos y respetados. Para la actriz, este proyecto se destacó de otros trabajos en los que el sexo y la intimidad juegan un rol central, debido a la presencia de una directora mujer al mando. “Cuando hablas con una directora y te dice: ‘Vamos a trabajar juntas en esta escena de orgasmo’, se siente muy diferente a si estuvieras hablando con un director hombre”, reflexionó Kidman en una conferencia de prensa durante el Festival de Cine de Venecia, donde Babygirl tuvo su estreno mundial. “Halina fue muy cariñosa con todos nosotros, con Antonio, con Harris, conmigo, con Sophie. Era un ambiente muy cálido para trabajar”.

Una visión diferente sobre la sexualidad femenina

La directora Halina Reijn, conocida por su interés en explorar la vulnerabilidad humana, quiso abordar las escenas íntimas de Babygirl desde una perspectiva de respeto y empoderamiento, particularmente hacia los personajes femeninos. Inspirada por thrillers eróticos de los años 90 como Bajos instintos y Atracción fatal, Reijn optó por crear una narrativa en la que las decisiones de sus personajes femeninos no sean castigadas, sino entendidas en su contexto.

“No quiero que mis personajes sean castigados por sus decisiones”, comentó Reijn durante el festival. “Quiero que existan tal como son, sin las típicas consecuencias morales que suelen verse en las historias de este tipo”. Según la directora, su visión buscaba alejarse de la idea de la culpa y la vergüenza, explorando en cambio lo que ocurre cuando las personas reprimen o, por el contrario, abrazan sus deseos.

Con un enfoque audaz sobre el placer femenino y el poder, Babygirl promete ser una película provocadora que rompe con los moldes tradicionales de las relaciones en pantalla, en un entorno que permitió a los actores explorar sin presión ni juicios.

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