Maduro advierte sobre potencial «baño de sangre» en caso de no ser reelecto
Caracas, 18 de julio – Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, lanzó una advertencia en medio de la campaña electoral, sugiriendo que un resultado desfavorable en los comicios del 28 de julio podría desencadenar un escenario de «baño de sangre» y una «guerra civil fratricida» en el país. Maduro, quien busca un tercer mandato consecutivo, se enfrenta a la competencia de nueve aspirantes de diversos sectores opositores.
En un discurso pronunciado en la Parroquia La Vega, Caracas, Maduro enfatizó que su victoria es crucial para evitar estos conflictos: “El 28 de julio, si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil fratricida producto de los fascistas, garanticemos el más grande éxito, la más grande victoria de la historia electoral de nuestro pueblo”.
Maduro ha repetido este tipo de advertencias en varias ocasiones, destacando la importancia de los comicios como un punto crucial para la estabilidad del país. En recientes declaraciones, ha polarizado la campaña al plantear que las elecciones decidirán entre «guerra o paz», «guarimba (protesta violenta) o tranquilidad», y entre «proyecto de patria o colonia, democracia o fascismo».
Durante su campaña en el estado Aragua, Maduro insistió en que el próximo 28 de julio Venezuela no tomará «cualquier decisión», sino una que determinará «el destino de los próximos 50 años del país». Animó a sus seguidores a votar por él para celebrar «en paz» ese día y anunció planes para iniciar un «gran diálogo nacional» el 29 de julio, un día después de los comicios, con el objetivo de planificar el futuro de Venezuela.
El martes 15 de julio, Maduro acusó a la oposición de intentar provocar «una hecatombe» y «una tragedia» para alterar el curso de los acontecimientos electorales: “Ellos están buscando una hecatombe, una tragedia, algo fuerte que cambie el curso de lo que va a ocurrir en Venezuela el 28 de julio. Nosotros tenemos que estar mosca, mil ojos, mil oídos”, afirmó durante un acto de campaña en el estado Bolívar, fronterizo con Brasil.
Además, Maduro ha reiterado su confianza en el proceso electoral y ha asegurado que no permitirá acusaciones de fraude por parte de la oposición, a pesar de las encuestas que dan como favorito al candidato de la Plataforma Unitaria Democrática, Edmundo González Urrutia.
Por otro lado, la líder opositora María Corina Machado ha expresado su esperanza de que Maduro esté dispuesto a negociar una transición ordenada, sugiriendo que el antichavismo está listo para obtener una victoria contundente en las urnas debido a la pérdida de confianza en el presidente, quien ha optado por una estrategia basada en sembrar el miedo entre los votantes.
En cuanto a la dinámica de la campaña, el candidato opositor Antonio Ecarri de la Alianza Lápiz ha llamado a la organización de un debate entre los aspirantes, señalando que Venezuela se encuentra al borde de «otra crisis» que podría desembocar en una guerra civil.
La primera semana de la campaña presidencial ha estado marcada por mítines masivos y acusaciones mutuas de ventajismo y planes violentos, con Maduro y González Urrutia en el centro de las discusiones y críticas.