Magín Díaz advierte reforma fiscal es necesaria, pero insuficiente y requiere ajustes para evitar afectar a la población y las inversiones

Santo Domingo, 16 de octubre – El economista Magín Díaz advirtió que, aunque la reforma fiscal presentada por el gobierno es crucial para enfrentar el creciente déficit fiscal del país, varios aspectos de la propuesta requieren ajustes significativos para garantizar su efectividad.

Durante una entrevista en el programa especial de elCaribe y CDN37, Díaz subrayó que la reforma no debe centrarse únicamente en aumentar la recaudación, sino también en asegurar que las medidas sean equitativas y tengan un impacto positivo en el crecimiento económico y la estabilidad fiscal.

Díaz explicó que el déficit del gobierno central asciende a unos RD$20,000 millones mensuales, lo que, en su opinión, justifica la necesidad de una reforma fiscal. Señaló que este déficit representa un 4 % del Producto Interno Bruto (PIB), destinado principalmente al pago de intereses de la deuda pública, cifra que sigue aumentando sin una solución a la vista.

“El déficit es un problema estructural que no se ha logrado reducir de manera significativa en los últimos años. El gasto público sigue subiendo, mientras que los ingresos no crecen al mismo ritmo”, afirmó Díaz.

La urgencia de la reforma fiscal

El economista expresó que la necesidad de una reforma fiscal en el país no es nueva y que ha sido un tema que, en su opinión, se ha postergado durante demasiado tiempo. “Para mí, esta es la reforma más anticipada de la historia. Debió haberse hecho hace tiempo, y una parte de la sociedad aún no entiende que la clase política decidió que el gasto público va a seguir aumentando”, explicó Díaz.

Ante esta realidad, Díaz considera que, dado que el aumento del gasto público está definido por los políticos, también es necesario aumentar la recaudación fiscal para cubrir dicho gasto. En este sentido, respaldó la propuesta de la reforma, aunque destacó varios aspectos que deberían revisarse antes de su aprobación.

Uno de los puntos de mayor preocupación para Díaz es el Impuesto a la Propiedad Inmobiliaria (IPI), el cual, según la propuesta de reforma, aumentaría de manera significativa. También expresó dudas sobre el impacto que podría tener el alza de los impuestos selectivos a los alcoholes, así como la posible eliminación de exenciones de impuestos para ciertos productos y servicios, que podrían terminar aumentando su precio para el consumidor.

Las compras por internet y la generalización del ITBIS

Díaz expresó su apoyo a la medida que grava las compras por internet, una práctica que ya se lleva a cabo en la mayoría de los países y que se espera que aumente la recaudación sin afectar demasiado a la clase media. En cuanto al Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS), Díaz fue enfático al señalar que este impuesto es un mecanismo esencial para aumentar la base recaudatoria del gobierno.

“Es un error no generalizar el ITBIS. El problema con nuestro sistema actual es que, al intentar no gravar a las personas con menos recursos, también se exoneran productos que muchos sectores más acomodados pueden pagar. Se pierde una gran cantidad de recaudación”, explicó.

En su propuesta, Díaz sugirió que la tasa del ITBIS podría dividirse en dos niveles, uno del 8 % y otro del 18 %, para evitar un impacto demasiado fuerte en ciertos sectores. También indicó que el gobierno debe ser claro al explicar estas medidas y cómo los ingresos adicionales se utilizarán para mejorar los servicios públicos.

Un Estado insostenible sin ajustes

Uno de los puntos más críticos que Díaz planteó durante la entrevista fue que, en su opinión, el tamaño del Estado dominicano ha crecido hasta un punto que no es sostenible con los niveles actuales de recaudación. “No podemos seguir financiando el gasto público con deuda.

El pago de intereses de la deuda ya alcanza prácticamente el mismo nivel que el gasto en educación. Esto es un problema estructural que necesita ser resuelto”, advirtió.

Según los cálculos de Díaz, el país está pagando casi el 4 % del PIB en intereses de la deuda, una cifra que seguirá aumentando si no se toman medidas correctivas. A pesar de esta situación, el economista aclaró que no prevé una crisis financiera en el corto plazo, pero advirtió que el gobierno debe actuar antes de que las circunstancias empeoren.

“Históricamente, las grandes reformas fiscales en el país se han realizado cuando ya estamos en medio de una crisis, como ocurrió en 1992 o en 2004. Debemos evitar llegar a ese punto nuevamente”, argumentó Díaz.

La reforma fiscal no será la última

Díaz también destacó que la reforma fiscal actual, aunque necesaria, no resolverá completamente los problemas fiscales del país. De acuerdo con sus cálculos, la reforma propuesta, que busca recaudar entre RD$110,000 millones y RD$120,000 millones, no es suficiente para cubrir el desequilibrio en las cuentas fiscales. Señaló que, en realidad, se necesitaría una reforma del doble de ese tamaño para resolver el problema de manera más definitiva.

“Este monto no resuelve el problema fiscal. En dos o tres años, estaremos hablando nuevamente de la necesidad de otra reforma si el gasto público sigue subiendo”, advirtió Díaz. Este argumento también ha sido respaldado por otros economistas, como Isidoro Santana, quien ha señalado que la propuesta de 2021, que finalmente fue retirada, era más ambiciosa, con un objetivo de recaudar RD$200,000 millones.

Los incentivos fiscales y la inversión

Uno de los temas más debatidos en torno a la reforma fiscal es la eliminación de ciertos incentivos fiscales, especialmente en sectores estratégicos como el turismo y la industria. Díaz advirtió que no todos los incentivos son malos y que algunos han sido diseñados de manera efectiva para atraer inversiones y fomentar el desarrollo económico.

“Los incentivos de Proindustria, por ejemplo, están bien diseñados. Permiten la depreciación acelerada y ofrecen créditos por inversión, pero las empresas siguen pagando impuestos sobre la renta. No creo que haya necesidad de eliminarlos por completo”, sostuvo Díaz.

El economista también advirtió que eliminar todos los incentivos fiscales de golpe podría afectar la inversión en regiones que dependen de ellos, como es el caso del turismo en zonas menos desarrolladas del país. “¿Habrá turismo en Pedernales sin incentivos fiscales? Probablemente no”, afirmó.

La necesidad de una narrativa clara

Finalmente, Magín Díaz subrayó que el gobierno debe mejorar su narrativa en torno a la reforma fiscal para que la población entienda la importancia de estos ajustes. Señaló que el reto principal es que la ciudadanía comprenda que pagar más impuestos puede traducirse en mejores servicios públicos y una mayor estabilidad económica a largo plazo.

“El gobierno tiene que explicar bien qué va a hacer y por qué es necesario que todos contribuyamos. Si la gente no entiende eso, será muy difícil que acepten pagar más impuestos”, concluyó Díaz.

En definitiva, el mensaje de Díaz es claro: aunque la reforma fiscal es un paso en la dirección correcta, debe ser cuidadosamente ajustada y comunicada para evitar un impacto negativo en la población y en sectores clave de la economía dominicana.

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