Marcha nacionalista en Friusa termina con incidentes, acusaciones de infiltración y versiones encontradas sobre represión
Bávaro, Punta Cana – 30 de marzo. Lo que fue convocado como una manifestación pacífica terminó generando tensión y controversia en la comunidad de El Hoyo de Friusa, provincia La Altagracia, luego de que agentes del orden intervinieran con gases lacrimógenos y chorros de agua para dispersar a manifestantes del movimiento Antigua Orden Dominicana.
La situación se tornó especialmente delicada cuando un grupo de participantes intentó ingresar a la zona conocida como Mata Mosquitos, presuntamente habitada por haitianos indocumentados.
La marcha, organizada con el objetivo de reclamar mayor control migratorio, además de mejoras en los servicios básicos y la inversión pública en Friusa, partió en horas tempranas desde la intersección de las avenidas 27 de Febrero y Máximo Gómez, en Santo Domingo. Los participantes se trasladaron en autobuses hasta la provincia La Altagracia, portando pancartas, banderas y consignas en defensa de la «dominicanidad».
De acuerdo con el vocero de la Policía Nacional, Diego Pesqueira, la manifestación fue permitida bajo una ruta específica previamente coordinada con las autoridades.

Sin embargo, afirmó que la intervención policial se produjo cuando manifestantes intentaron penetrar en sectores no autorizados como Mata Mosquitos, lo que obligó a las fuerzas del orden a actuar. “La intervención fue necesaria para evitar el ingreso a un área donde no se autorizó la manifestación”, declaró Pesqueira.
Por su parte, el presidente de la Antigua Orden Dominicana, Ángelo Vásquez, aseguró que la actividad se desarrolló en completo orden y respeto por los límites establecidos, pero denunció que personas ajenas al movimiento intentaron sabotear la manifestación.
“La convocatoria salió de la mejor manera posible. Fue una marcha pacífica, como la habíamos concebido, pero tenemos que decir con firmeza que hubo intentos de provocación por parte de personas ajenas al movimiento que quisieron generar un caos”, expresó Vásquez.
Según explicó, el momento de mayor tensión se dio cuando un grupo no identificado intentó forzar el acceso a Mata Mosquitos, un sector que, según él, no formaba parte del trayecto acordado. “Sabemos cómo se maneja esta gente. Buscan provocar situaciones para hacer daño, no solo a la comunidad sino al país en general. No podemos permitirlo”, añadió.
Durante la jornada, testigos en el lugar relataron escenas de tensión, con manifestantes dispersándose por calles aledañas tras el uso de gases lacrimógenos por parte de los cuerpos de seguridad.

Uno de los momentos que más llamó la atención fue la imagen de un joven alzando las manos en señal de no estar armado, buscando transmitir el carácter pacífico de su participación.
“Nosotros solo queríamos marchar y expresar nuestro sentir por el futuro del país. No somos delincuentes”, dijo uno de los asistentes, visiblemente afectado por los gases. Otros manifestantes criticaron lo que consideraron una represión desproporcionada, alegando que su intención siempre fue mantener una conducta cívica.
No obstante, Pesqueira reiteró que la Policía Nacional actuó conforme a su deber. “Todo estuvo bajo el control de las autoridades. La institución del orden deja claro que se respetaron los derechos de todos los manifestantes que protestaron”, aseguró el portavoz, quien también aclaró que no hubo detenciones ni enfrentamientos mayores, clasificando lo ocurrido como un «incidente aislado» que fue rápidamente controlado.
La movilización generó un fuerte despliegue de seguridad, con presencia de unidades de orden público tanto de la Policía Nacional como del Ejército. A pesar de los episodios de tensión, las autoridades reportaron que la marcha finalizó sin mayores consecuencias materiales ni personales.
La Antigua Orden Dominicana había convocado esta manifestación con múltiples objetivos, entre ellos exigir acciones firmes frente al fenómeno migratorio, pero también demandar atención gubernamental a las condiciones de vida en Friusa, una comunidad caracterizada por su crecimiento desordenado y carencias en infraestructura.
“Nosotros llegamos hasta donde pedimos llegar. Todo se hizo con responsabilidad. Pero en verdad, hubo infiltrados que intentaron provocar en varias ocasiones. Agradecemos a las autoridades que supieron manejar la situación”, concluyó Ángelo Vásquez al cierre de la actividad, reiterando que el compromiso del movimiento es con una manifestación pacífica y con propuestas concretas para mejorar la calidad de vida en la zona.
