Más de 80 personalidades apoyan la Marcha por la democracia en Cuba
Madrid, 10 nov (EFE).- Cerca de 80 personalidades internacionales se han solidarizado con el pueblo cubano «en su lucha por la libertad y la democracia» y respaldado su derecho a manifestarse de forma pacífica el próximo 15 de noviembre de acuerdo con la convocatoria efectuada por distintos sectores de la sociedad civil.
En una carta encabezada por el premio nobel Mario Vargas Llosa, expresidentes, políticos, representantes del mundo cultural y periodistas, reclaman que los cubanos puedan elegir su futuro, ya que «sus demandas son legítimas y necesarias para la construcción del Estado de Derecho en la isla».
Los firmantes se amparan «en el derecho internacional, en la Carta Democrática Interamericana y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos».
Además, acompañan «el pedido por la liberación de los presos políticos y de conciencia, especialmente aquellos arrestados por manifestarse pacíficamente el pasado 11 de julio».
«Durante décadas, ya más de 60 años, el pueblo de Cuba ha sufrido la gigantesca opresión de la dictadura más longeva de la historia de América Latina, siendo así privado de los más elementales derechos humanos», señala la carta.
En el escrito se subraya que «desde el año 1952, los cubanos no participan en elecciones libres y varias generaciones han sido perseguidas por el ejercicio del periodismo y de la libertad de expresión, al igual que todo tipo de activistas de derechos humanos dentro de la isla».
«Pero el pueblo de Cuba -prosigue la misiva- elevó un grito de LIBERTAD y DEMOCRACIA el pasado 11 de julio, mostrándole a la comunidad internacional que los cubanos están de pie en la lucha por la conquista de sus derechos y la construcción de una democracia. Es el pueblo cubano quien pide, al igual que hace tiempo lo hizo José Martí, una República con todos y para el bien de todos».
La Marcha Cívica del 15 de noviembre da continuidad a las protestas que estallaron en numerosas ciudades de Cuba para reclamar un cambio democrático, las cuales fueron reprimidas con dureza por el Gobierno presidido por Miguel Díaz-Canel.
El Gobierno cubano ha negado el permiso a llevarla a cabo argumentando que es «una provocación» enmarcada en la estrategia de «cambio de régimen» para Cuba «ensayada en otros países».