Matar a personas indefensas se ha vuelto un proceder frecuente de policías en el país

Santo Domingo, Oct 4 – Matar a personas indefensas sigue siendo un proceder frecuente de policías que no terminan de entender que llevan un arma al cinto para defenderse de delincuentes peligrosos mientras están prestando servicio y cumpliendo con su deber.

Este sábado pasado le tocó a la arquitecta Leslie Rosado vivir la aterradora experiencia y morir en la más absoluta impotencia por un disparo de contacto que le hizo en la cabeza el cabo de la Policía Janli Disla Batista, en el centro del poblado de Boca Chica.

Mientras Leslie, con varios meses de embarazo, se desplazaba de regreso a la capital, tuvo un roce sin consecuencias con una motocicleta que no pudo ver porque no llevaba luz a las ocho de la noche y que era conducida por el cabo Disla Batista, junto a su mujer y dos hijos.

La flagrancia del policía era múltiple: cuatro en una moto diseñada para dos, sin luz en la oscuridad y ante un roce que no dejó lesiones a nadie, Disla Batista sale a perseguir al vehículo, le poncha una de las gomas y cuando se detiene, comienza a golpear con su pistola la ventanilla del conductor y el disparo acaba con la vida de Leslie.

Una confluencia de factores dieron el final de Leslie: por increíble que parezca, cuando Disla Batista agredía la jeepeta de la dama con su pistola sobada, una patrulla de la Policía estaba presente y no impidió la bárbara acción.

Cuando la mujer estaba muerta y la patrulla, que sabe lo que es matar a quemarropa lo vio, uno de ellos solo atinó a decir: “Palomo, coño, te jodiste”.

Lo que acababa de pasar en Boca Chica era otro capítulo con igual barbaridad que el ocurrido el 31 de marzo pasado en Villa Altagracia, donde una patrulla policial acribilló un carro donde viajaban Eliza Muñoz y Joel Díaz, una pareja evangélica que murió de múltiples disparos en una supuesta confusión con delincuentes que nunca fueron capturados o identificados posteriormente.

Conmovedor relato

Un conmovedor relato publicado por Listín Diario ilustra con detalles el sucedo y lo compartimos con nuestros lectores:

Eran aproximadamente las 8:00 de la noche del sábado cuando ocurrió un accidente de tránsito en la avenida Juan Bosch en Boca Chica, donde fue “impactado a bordo de un motor el cabo de la Policía Nacional Janli Disla Batista en compañía de su esposa y sus hijos por Leslie Rosado”.

Al momento del choque supuestamente Rosado no se detuvo porque “le salieron unas personas y continuó conduciendo para abandonar el lugar hasta que la atraparon en la intersección”.

Cuando supuestamente lograron detenerla, los comunitarios observaron cómo Disla Batista se acercó al vehículo de Rosado con una actitud violenta, al mismo tiempo, una patrulla de la Policía Nacional llegó al lugar de los hechos.

Todo sucedió en un abrir y cerrar de ojos, según cuentan. Inmediatamente Disla Batistsa se acercó al vehículo vestido de civil, comenzó a golpearlo de manera agresiva sin recibir respuesta de Rosado, quien estaba dentro del vehículo y no llegó a intercambiar palabras con el cabo.

En ese momento, Disla Batista cerró sus manos en forma de puño y arremetió contra el cristal del lado del conductor con la pistola en mano.

Justo en ese momento una bala penetró el interior del vehículo a través del cristal dejando al descubierto la víctima herida de bala, la desesperación de la hija que la acompañaba, el cristal totalmente desgranado y al policía totalmente atónito luego de ver que era una mujer.

Todo sucedió en presencia de los demás miembros de la Policía que estaban de servicio y que llegaron al lugar en el mismo momento que Disla Batista, contó un testigo consultado por Listín Diario.

Al percatarse de la magnitud del inconveniente que había causado Disla Batista al impactar de bala a la mujer, uno de los agentes le dijo: “Palomo… te jodiste”, al observar que la joven no reaccionaba al llamado de la hija que la acompañaba.

De acuerdo a los testimonios de los comunitarios, la hija, de quien aún se desconoce su edad exacta, agarró a Rosado remeneándola hacia un lado al ver que sangraba luego del impacto de la bala, y le advirtió a Disla Batista que la había matado porque esta no reaccionaba.

“La mataste, la mataste”, gritó desesperada desde el asiento delantero del pasajero en la jeepeta.

Los residentes afirmaron que los demás miembros de la Policía no “fueron capaces” de apresar a Disla Batista ni de quitarle el arma de fuego en el momento del incidente sino que permitieron que el mismo policía que la mató se la llevara al hospital en una motocicleta con otro”.

“El que la mató venía de civil y luego venía un contingente en un camión de la Policía y estando aquí (en el lugar del hecho) no fueron capaces de detener al tipo (policía) con la acción agresiva que tenía ni de llevarla al hospital”, expresó un comunitario identificado como Héctor.

Continuó narrando que en presencia de la patrulla, Disla Batista procedió a romper el cristal de la parte trasera del vehículo y luego procedió a dar puñetazos contra el cristal del asiento del conductor con la pistola en mano donde aparentemente el proyectil penetró la ventanilla acabando con la vida de la arquitecta.

En ese momento, cuando una joven que la acompañaba percibió que la herida de Leslie inició a sangrar y no reaccionaba al moverla inquietantemente esta le vociferó al policía “la mataste, la mataste” y fue ahí donde decidieron llevarla al hospital municipal de Boca Chica.Otros testigos que residen en los alrededores del hospital afirmaron que el cabo fue quien la llevó a recibir atenciones médicas a bordo de un motor con otra persona.

Además, señalaron que al llegar al lugar y ser cuestionado sobre lo ocurrido, Disla Batista contó el hecho y afirmó que esta lo había chocado y nunca se detuvo por tal razón decidió “caerle atrás”.

Familia del cabo
De acuerdo a una certificación médica realizada en el hospital municipal de Boca Chica por un médico de apellido Beriguete con el exequatur 207-17, cita que “el infante de 9 meses no presenta traumas ni laceraciones visibles al momento de la evaluación”, luego de que este fuera llevado por la esposa de Disla  Batista al centro médico después del “accidente de tránsito”.

La jeepeta Mercedes Benz de Color Blanca permanece en el destacamento de Boca Chica.

Presenta varios rayones en uno de sus laterales, una goma pinchada, un golpe en la parte trasera baja, una esquina del cristal trasero afectado y el del conductor destruido.

VICEPRESIDENTE

Reclama justicia
La vicepresidenta Raquel Peña reclamó a la justicia que aplique “todo el peso de la ley” al cabo de la Policía que asesinó a la arquitecta Leslie Rosado. “Nosotros no podemos permitir que eso siga y pues quien lo haya hecho debe caerle todo el peso de la justicia”, expresó la vicepresidenta.

Monseñor condena
Monseñor Jesús Castro Marte, obispo de la Diócesis de La Altagracia, lamentó la muerte de la arquitecta Leslie Rosado, asesinada por un cabo de la Policía Nacional en Boca Chica.

Tras afirmar que el crimen “entristece y conmociona al país”, monseñor Castro Marte dijo que “oramos por su eterno descanso” detalló, y pidió a las autoridades esclarecer los hechos donde perdió la vida la joven profesional.

Dama terminó de celebrar el cumpleaños de su padre

Alrededor de las siete de la noche del sábado, la arquitecta de 36 años y quien llevaba un embarazo de varias semanas, Leslie Rosado, se disponía a salir de las instalaciones donde se celebrara la fiesta de cumpleaños de su padre en Boca Chica y tomó rumbo hacia su residencia ubicada en el Distrito Nacional.

La arquitecta, manejando su jeepeta color blanco, tomó ruta por dentro del pueblo de Boca Chica y alrededor de 30 minutos después de abandonar el festejo de su padre, choca con el cabo Janli Disla Batista, de 30 años de edad, quien se desplazaba junto a su esposa e hijos a bordo de una motocicleta sin luces de camino.

De acuerdo con un informe preliminar de la Policía Nacional, la familia de Disla Batista quedó tendida en el pavimento mientras que la arquitecta no se detuvo en el lugar, por lo que el agente se auxilió de otra persona para caerle detrás al vehículo.

“Disla y su acompañante alcanzaron a la arquitecta en las inmediaciones de la calle Duarte en Boca Chica, y fue allí donde comienza a  hacerle parada tocándole en varias ocasiones el cristal del lado del conductor con su arma de reglamento”, indica el documento de la Policía al que ha tenido acceso este diario.

Señala que el cabo no se había “percatado” de  que su arma de reglamento estaba manipulada y “en esas circunstancias se le escapó el disparo que le ocasionó la muerte a la arquitecta”.

Comentarios
Difundelo
Permitir Notificaciones OK No gracias