Melissa desborda a República Dominicana: más de 600 mil sin agua, comunidades aisladas y caos urbano

Por Manuel JIménez

SANTO DOMINGO, 24 de octubre de 2025. La tormenta tropical Melissa ha dejado una estela de consecuencias significativas en República Dominicana, afectando seriamente tanto al Gran Santo Domingo como a diversas provincias del interior, particularmente en la región sur.

Las intensas precipitaciones asociadas al fenómeno atmosférico provocaron extensas inundaciones urbanas, daños en infraestructura, cortes masivos de servicios básicos, aislamiento de comunidades y una alta vulnerabilidad ante la continuidad del mal tiempo.

Las autoridades mantienen un llamado a la precaución y activaron mecanismos de emergencia ante lo que ya se perfila como una de las tormentas más disruptivas del año.

El Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA) confirmó que al menos 647 mil personas se encuentran sin acceso al agua potable, como consecuencia directa de los daños sufridos por 51 acueductos, de los cuales 48 quedaron totalmente fuera de servicio.

Estas interrupciones afectan a decenas de comunidades en diferentes provincias y constituyen una amenaza inmediata a la salubridad pública, considerando que muchas de estas poblaciones dependen exclusivamente del sistema estatal para abastecerse del líquido.

En el Distrito Nacional y en Santo Domingo Este, los estragos fueron particularmente severos. Calles y avenidas principales como la San Vicente de Paúl resultaron completamente anegadas, especialmente en el tramo frente al Hospital Materno Infantil San Lorenzo de Los Mina, donde se observaron vehículos cubiertos parcialmente por el agua.

Residentes de barrios como Los Trinitarios, El Almirante y sectores circundantes reportaron a través de redes sociales y medios locales que las aguas alcanzaron niveles alarmantes, provocando la entrada del agua a viviendas, interrupción del tránsito y daños a propiedades. En algunos puntos, las corrientes arrastraban basura y sedimentos, agravando la situación sanitaria.

En provincias del sur como Azua, Barahona y San Juan, las crecidas de ríos y cañadas dejaron incomunicadas varias comunidades, aunque aún no se dispone de un balance oficial completo.

Las lluvias constantes han provocado deslizamientos de tierra, desbordamientos y destrucción parcial de caminos vecinales, lo que dificulta el acceso para la asistencia humanitaria y las labores de evaluación de daños.

El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) mantiene la alerta en varias provincias y advierte que las lluvias continuarán por al menos 48 horas más, lo cual podría empeorar las condiciones en zonas de alto riesgo.

Aunque no se ha difundido una cifra nacional consolidada sobre los cortes de energía eléctrica, residentes de múltiples municipios han reportado apagones prolongados desde la tarde del miércoles.

Estos cortes, combinados con la falta de agua, colocan a miles de familias en una situación crítica, especialmente a aquellas en zonas rurales o empobrecidas. Las empresas distribuidoras de electricidad han informado que trabajan para restablecer el servicio, pero advierten que las condiciones climáticas dificultan las reparaciones.

Las autoridades municipales y los organismos de respuesta, incluyendo las alcaldías, la Defensa Civil y los Comedores Económicos del Estado, se han desplegado en las zonas más afectadas con operativos de asistencia, distribución de raciones alimenticias y labores de limpieza de alcantarillas.

Sin embargo, la magnitud del evento ha sobrepasado la capacidad de respuesta inmediata, lo que ha llevado a organizaciones comunitarias a solicitar ayuda directa del gobierno central.

Además del impacto directo sobre la población, el sistema vial ha sido gravemente afectado. Decenas de vías secundarias permanecen intransitables por el lodo, escombros o el desbordamiento de fuentes de agua.

En redes sociales se han compartido imágenes de vehículos atrapados, viviendas semisumergidas y postes eléctricos caídos, reflejando la dimensión del problema más allá de las cifras oficiales.

El Instituto Dominicano de Meteorología (INDOMET) pronosticó que Melissa continuará provocando lluvias torrenciales, con acumulados que podrían superar los 150 milímetros en algunas regiones del país. Este patrón de precipitaciones se ha visto intensificado por la saturación de los suelos, que ya no tienen capacidad de absorción, incrementando así el riesgo de inundaciones repentinas y derrumbes.

Hasta el momento no se han confirmado víctimas mortales, pero las autoridades mantienen recorridos preventivos y han dispuesto albergues temporales para recibir a personas desplazadas o que habiten en zonas de peligro.

El Ministerio de Salud Pública alertó sobre el riesgo de brotes de enfermedades como leptospirosis, dengue y afecciones gastrointestinales, comunes tras eventos de esta naturaleza.

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