Melissa se detiene en el Caribe mientras meteorólogos advierten que se intensificará rápidamente
SAN JUAN, 24 oct. — La tormenta tropical Melissa estaba estacionaria en el Caribe central en las primeras horas del viernes, y los meteorólogos advirtieron que podría ganar fuerza pronto y pasar cerca de Jamaica convertida en un potente huracán, además de provocar posibles inundaciones repentinas “catastróficas” y deslaves en el sur de Haití.
Se esperaba que el meteoro, de movimiento errático, descargue abundantes precipitaciones sobre Jamaica y las regiones del sur de Haití y República Dominicana durante el fin de semana.
“La lluvia es un gran riesgo con la tormenta”, indicó Michael Brennan, director del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés) en Miami. “Históricamente, la lluvia ha sido la mayor causa de pérdida de vidas en tormentas tropicales y huracanes en el Caribe”.
En las primeras horas del viernes, la tormenta estaba detenida a unos 260 kilómetros (165 millas) al sureste de Kingston, Jamaica, y a aproximadamente 445 kms (275 millas) al suroeste de Puerto Príncipe, Haití. Tenía vientos máximos sostenidos de 75 kilómetros/hora (45 millas por hora), de acuerdo con el NHC. Se prevé que comience a desplazarse hacia el noreste o el norte más tarde en el día, antes de virar hacia el oeste durante el fin de semana.
Las autoridades activaron una alerta por huracán y un aviso de tormenta tropical para Jamaica y la península suroccidental de Haití.
Según la previsión, Melissa comenzará a acercarse lentamente a Jamaica durante el fin de semana y podría fortalecerse hasta alcanzar categoría de huracán el sábado, y de huracán mayor al final del fin de semana, posiblemente alcanzando la categoría cuatro para el martes.
Los meteorólogos dijeron que en la región oriental de Jamaica podrían caer hasta 36 centímetros (14 pulgadas) de lluvia, lo que podría provocar inundaciones y deslaves debido a la saturación del terreno tras unas recientes e intensas precipitaciones no ligadas a Melissa.
Las escuelas, los centros de salud y las oficinas gubernamentales cerraron en toda Jamaica el jueves, y las autoridades advirtieron que los aeropuertos harían lo propio en 24 horas si había una alerta por huracán.
“La situación es realmente seria”, dijo Matthew Samuda, ministro de Desarrollo Económico y Empleo de Jamaica, al tiempo que instó a la población a no dejarse engañar por el ritmo y la fuerza actuales de la tormenta. “Estén muy atentos, porque puede cambiar en un instante”.
También se pronosticaron hasta 36 cms (14 pulgadas) de lluvia para el sur de Haití y de la República Dominicana, con cantidades que podrían ser mayores hasta el domingo.
Las autoridades atribuyeron a Melissa una muerte en el sur de Haití, y otras cinco personas resultaron heridas en inundaciones en la región central del país. Naciones Unidas anunció el jueves que estaba preparando más de 100 refugios de emergencia en el sur de la empobrecida nación.
La tormenta también dejó fuera de servicio docenas de sistemas de suministro de agua en la vecina República Dominicana, lo que afectó a más de medio millón de clientes. También derribó árboles y semáforos y causó un par de pequeños deslizamientos de tierra.
Todas las escuelas públicas del país cerrarán el viernes, así como las oficinas gubernamentales en 12 provincias en alerta, explicaron los funcionarios.
“Este es un evento que deberíamos seguir minuto a minuto”, explicó Juan Manuel Méndez García, director de operaciones de emergencia en Dominicana, quien hizo hincapié en la obligatoriedad de las evacuaciones en las áreas bajo alerta.
Melissa es la 13ra tormenta con nombre de la temporada de huracanes en el Atlántico, y la primera con nombre que se forma en el Caribe este año.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos había pronosticado una temporada más intensa de lo normal, con entre 13 y 18 tormentas con nombre. De esas, se preveía que entre cinco y nueve se convertirían en huracanes, incluyendo entre dos y cinco con categoría de huracán mayor, es decir, con vientos que alcanzan o superan los 178 km/h (111 mph).
La temporada de huracanes del Atlántico va desde el 1 de junio al 30 de noviembre. AP

