Melissa toca tierra en el este de Cuba como un huracán de categoría 3

SANTIAGO DE CUBA, Cuba, 29 oct. — Melissa tocó tierra en el este de Cuba, cerca de la ciudad de Chivirico, en la madrugada del miércoles como una tormenta de categoría tres, después de azotar Jamaica como uno de los huracanes más potentes registrados nunca en el Atlántico, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.

Cientos de miles de personas habían sido evacuadas a refugios en Cuba. Se emitió una alerta de huracán para las provincias de Granma, Santiago de Cuba, Guantánamo, Holguín y Las Tunas, así como para el sureste y centro de Bahamas.

A primera hora del miércoles, Melissa tenía vientos máximos sostenidos de 185 kilómetros/hora (115 mph) y se movía en dirección noreste a 19 km/h (12 mph), según el Centro Nacional de Huracanes en Miami (NHC, por sus siglas en inglés). El meteoro se encontraba a 97 kilómetros (60 millas) al oeste de Guantánamo, Cuba, y a 370 kilómetros (230 millas) al sur del centro de Bahamas.

El NHC advirtió a la población en Cuba que permanezcan a cubierto y señaló que los preparativos previos a la llegada de la tormenta a Bahamas “deberían completarse rápidamente”.

Se prevé que Melissa se debilite mientras cruza Cuba durante la mañana, y que siga siendo un huracán potente mientras se mueve a través del sureste o centro de Bahamas más tarde el miércoles. Según la previsión, el jueves por la noche podría acercarse o pasar al oeste de Bermudas, donde ya hay un aviso de huracán activo.

Las continuas e intensas lluvias podrían causar peligrosas inundaciones con numerosos deslaves, de acuerdo con los meteorólogos estadounidenses.

Melissa azotó Jamaica el martes con vientos máximos sostenidos de 295 km/h (185 mph).

Se espera que la tormenta genere una marejada ciclónica de hasta 3,6 metros (12 pies) en la región y deje hasta 51 centímetros (20 pulgadas) de lluvia en zonas del este de Cuba.

“Es probable que ocurran numerosos deslaves en esas áreas”, afirmó Michael Brennan, director del NHC.

El huracán podría agravar la grave crisis económica por la que atraviesa Cuba, que ya ha provocado apagones prolongados y escasez de combustible y alimentos.

En un discurso televisado, Díaz-Canel dijo que habrá muchos daños y mucho trabajo que hacer, al tiempo que apuntó que no se dejará a nadie atrás y no se escatimarán recursos para proteger a la población.

Además, el mandatario pidió a los cubanos que no subestimen el poder de Melissa, que calificó como el huracán más potente que jamás haya golpeado la isla.

Desde Guantánamo —en el extremo este— hasta Camagüey, casi en el centro de la alargada Cuba, las clases quedaron suspendidas el lunes.

Mientras Cuba se alistaba para la tormenta, los funcionarios en Jamaica se preparaban para evaluar los daños el miércoles.

Se reportaron amplios daños en partes de Clarendon, en el sur, y en la parroquia suroccidental de St. Elizabeth, que estaba “bajo el agua”, dijo Desmond McKenzie, vicepresidente del Consejo de Gestión de Riesgos de Desastres de Jamaica.

Melissa causó también daños en cuatro hospitales y dejó uno sin electricidad, lo que obligó a los funcionarios a evacuar a 75 pacientes, señaló McKenzie.

Más de medio millón de clientes estaban sin electricidad el martes por la noche. Según las autoridades, en toda la isla se reportaron caídas de árboles y de líneas eléctricas e inundaciones.

El gobierno dijo que espera reabrir todos los aeropuertos de Jamaica el jueves para garantizar la rápida distribución de los suministros de emergencia.

La tormenta ya había causado siete muertes en el Caribe, incluyendo tres en Jamaica, tres en Haití y una en República Dominicana, donde otra persona sigue desaparecida. AP

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