Miles de evacuados por Hughes, el nuevo incendio de gran virulencia cerca de Los Ángeles
Los Ángeles (EE.UU.)/Redacción Medioambiente, 23 enero. Miles de personas siguen siendo evacuadas y otras tantas están bajo advertencia por la rápida extensión y virulencia del nuevo incendio llamado Hughes al norte del condado de Los Ángeles (EEUU), avivado por los fuertes vientos que azotan la zona.
El incendio fue declarado ayer miércoles por la mañana en el norte de Castaic y en menos de dos horas arrasó al menos 2.000 hectáreas (5.000 acres) tras propagarse con rachas de viento muy fuerte que alcanzaron hasta 100 kilómetros por hora.
Los últimos datos del Departamento de Bomberos de California (Cal Fire) de hace algo más de tres horas situaban ya la extensión de la superficie arrasada por este último incendio en algo más de 4.000 hectáreas (10.000 acres) con una contención muy baja de las llamas, solo del 14 por ciento.
Las autoridades luchan contra su propagación y se han emitido órdenes de evacuación alrededor del lago Castaic, afectando a más de 19.000 residentes, según medios locales.
Destrucción por el fuego
Este nuevo incendio se suma a la ola de catastróficos fuegos de las últimas semanas en California, más de dos centenares, en los que al menos 28 personas han fallecido por las llamas que han arrasado en conjunto más de 16.000 hectáreas de terreno (casi 40.500 acres) y han obligado a la evacuación de más 150.000 personas.
Comunidades enteras de Los Ángeles han quedado reducidas a cenizas desde el pasado 7 de enero y muchos todavía siguen activos.
Los bomberos también trabajan en un nuevo foco activado en la madrugada de este jueves y que ha obligado a cortar parte de la autopista 405, en la zona de Sepulveda Pass, que se extiende hacia Bel-Air.
Hay más de 4.000 efectivos asignados para las tareas de extinción de estos incendios, algunos de los cuales siguen sin estar contenidos, como el del Palisades, que ha arrasado mas de 23.400 acres y el de Eaton, con más 14.000, según los últimos datos facilitados.
Alerta roja
El servicio nacional de meteorología ha emitido una alerta roja en la zona hasta la mañana del viernes, advirtiendo de ambiente seco y vientos fuertes que mantendrán «niveles críticos» para el sur de California hasta el final de esta semana.
La causa principal de la extensión tan voraz de los fuegos son los llamados vientos de Santa Ana, conocidos como catabáticos, incluso de más de 150 kilómetros por hora, y que son corrientes de aire recalentado que soplan desde el interior del continente hacia la costa de California contribuyendo a expandir el fuego sin control.
Las brasas de ramas y otros objetos en llamas son arrastradas por el viento, recorriendo largas distancias y provocando nuevos focos de incendio al caer.
Según expertos, las llamas consumen en estos incendios aproximadamente 14 hectáreas de terreno por minuto, lo que ha obligado a las autoridades a emitir órdenes de evacuación por el peligro de las llamas.EFE