Misión Imposible: Sentencia final y Sanky Panky IV, verlas con sus aciertos y fallos
Ambas son franquicias de gran impacto, las dos tienen logros y deficiencias, que permiten evaluarlas en un sentido y otro. Las dos merecen la atención, requieren ser vistas y estudiadas
José Rafael Sosa
La misma naturaleza humana es finita, por lo que las obras producidas por los humanos, no pueden ser perfectas, salvo cuando se habla de obras maestras. Las películas, todas ellas, tienen aspectos buenos y áreas deficientes. Y de este sentenciado, no hay película que se salve.
Es el caso de las dos producciones a las que convoca el título: Misión Imposible: sentencia final y Sanky Panky 4. Las dos son sagas que representan, en sus espacios, una tradición. Ambas tienen aportes positivos y atractivos y son espectáculos audiovisuales que hay que conocer y disfrutar. Hay que verlas.
MI8 es como saga final, es eufemismo, ya que es un hecho que, en nombre de la taquilla, habrá de seguir con otro protagonista y que logró, desde sus primeras entregas, transformarse en el principal referente mundial de cine de acción.
Sanky Panky es una saga dominicana que debe ser vista, disfrutada, ver y analizar sus fallos e incluso merecer el rechazo de los críticos, perfectamente entendible.
Misión Imposible: Sentencia final (Christopher McQuarrie) cierra en alto tono la primera etapa de la saga (vendrá una segunda con un nuevo protagonista que se dice es Glen Powell). Ambas, Misión imposible: (Sentencia final) y Sanky Panky IV, se encuentran en cartelera dominicana y hay que verlas por sus aciertos cinematográficos, por su capacidad de entretenimiento de cara al público más básico y también, aun cuando le parezca extraño, por sus deficiencias.
Misión Imposible se inicia como serie televisiva, cuyo primer capítulo lo emite la cadena CBS el 17 de septiembre de 1966, y que vimos con deleite en Rahintel.
Deficiencias de MI8

Su principal fallo son los 120 minutos insufribles por lentos, parlamentarios y confusos, situación solo salvada por la hora y media final, en la cual la acción es incesante, nos siembra en la butaca por lo indetenible de las acciones y termina con una persecución en avioneta. cargada de verosimilitud y buen manejo fílmico.
La situación se salva, y es lo que hace justificable la recomendación para verla, con la hora y media que logran que a nadie le duela haber pagado su boleta. Es un final de saga por los puestos más altos del recuerdo y el cine de acción como premisa atractiva en su punto más alto.
Sanky Panky IV (Elías Acosta, producción de Franklin Romero) tiene aspectos positivos indudables. Franklin Romero, empresario de la industria de la música, creyó en el potencial del cine dominicano como industria comercial productiva desde 2004- 2005, cuando no había Ley Nacional de Cine, factor que dio la continuidad definitiva a cine comercial desarrollado por otro precursor, Ángel Muñiz (Nueva Yol y 3 y Perico Ripiao).
Acosta es uno de los cinco mejores directores dominicanos de fotografía, esta no es su ópera prima, como se ha dicho. Sanky Panky no es su ópera prima, como se ha dicho. Antes hizo: Los inmortales (2003) y La tragedia Llenas Aybar (2007).
Los aciertos de Sanky Panky 4:
1-Locaciones y recreación topográfica de los espacios abiertos de Kenia, a partir de las estepas de Cerros de Chalona (San Juan de la Maguana), en los cuales se abrieron caminos con equipo pesado para simular los caminos. Acosta es oriundo de SJM, ama su pueblo y aprovecha sus condiciones geográficas para transformarlas en los ambientes africanos. Ahí se trabajó desde 0 para abrir caminos, edificar las chozas y los ambientes.
2-Diseño de arte: vestuario de tribus africanas, maquillaje y utilería (en especial de los masáis y las chozas africanas), por el talento de Sharlyn Navarro.
3- Efectos especiales (VX) que resultan verosímiles e impactantes, con excepción de la primera vez que aparecen los animales salvajes.
4- La fotografía de Oliver Mota es excelente, tal como debía ser teniendo de director a un director de fotografía experimentado. El resultado es superior a Sanky Panky 3, (cualquier cosa puede ser superior a ese adefesio), lo que manchó el legado dejado por José Enrique Pintor (Pinky) quien concibió el concepto y dirigió la primera y segunda entregas.
5- Gusta y hace reír de buena gana al público general, a esa masa de cinéfilos sencillos, ese no dotado de una visión crítica profunda. La vimos no en premiere (eventos que son más de mercadeo que de cine en sí mismo) y vimos esa audiencia reírse de buena gana. No ocurre eso con los críticos, algunos de los cuales, abandonaron la sala, con toda su razón.

Los errores de SP IV:
1- El guión simplista, pobre y previsible, con una solución fácil de toda la trama.
2- La dirección de actores y lamentables actuaciones de los protagonistas, cargadas de clichés, desarrolladas sin esfuerzo, con gestos faciales estereotipados y repetidos.
Estas actuaciones constituyen un retroceso hacia el facilismo de las comedias de 2014 a 2018, cuando se procuraba la venta de boletas a partir de figuras y esquemas de humor televisivo mediante chistes orales, miradas y muecas básicas. Fausto Mata no logra ser Genaro. Había que dirigirlo para que dejara de ser Boca de Piano. Mata ha demostrado que es un actor de formación cuando está en manos de un director que sabe conducirlo, como aconteció en 2015 con El Detective Willy (José María Cabral).
Las malas y pésimas comedias en los primeros años que siguieron a la entrada en vigencia de la Ley Nacional de Cine 108-10, son responsables de la mala imagen del cine dominicano y no se puede volver a eso. Es mi alerta sobre.
3- La mezcla de sonido está por debajo de la calidad que debió lucir. No se siente hecha por un ingeniero de sonido, sino por un técnico mezclador de música.
4- El fallo de sonido que se fue a pantalla cuando Aquiles Correa se sacude el polvo de su jaque lumínico y tropieza con el micrófono. Ese sonido nunca debió llegar al metraje final.
Recomiendo verlas ambas. Tienen sus potenciales para divertir y sus defectos.