Muere a los 96 años el teólogo peruano Gustavo Gutiérrez, fundador de la Teología de la Liberación
LIMA, 23 octubre — El sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez, uno de los representantes claves de la Teología de la Liberación que colocaba a los pobres como su prioridad y ejerció gran influencia en el pensamiento teológico y la historia de la iglesia de América Latina, murió la noche del martes. Tenía 96 años.
La orden dominica del Perú, a la cual pertenecía Gutiérrez, anunció en sus redes sociales que el sacerdote “ha partido a la casa del Padre” y añadió que sus restos serán velados en una de las salas del convento Santo Domingo, construido en Lima en el siglo XVI.
Gutiérrez, doctor en teología por la Universidad Católica de Lyon, publicó en 1971 el libro “Teología de la liberación. Perspectivas”, que provocó un profundo impacto al proponer una fe de mano de la justicia social centrada en los pobres. En su libro, Gutiérrez indica que la pobreza “es un estado escandaloso, atentatorio de la dignidad humana y por consiguiente contrario a la voluntad de Dios”.
Su pensamiento fue criticado por sectores conservadores de Latinoamérica, pero en las décadas de 1960 y 1970 atrajo a muchos en la región criados en el catolicismo y que estaban indignados por la desigualdad y las dictaduras en la que vivían varios países de la región.
En la década de 1980, la Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigida por el cardenal Joseph Ratzinger, el futuro papa Benedicto XVI, alabó la preocupación de la Teología de la Liberación en los pobres y la justicia, pero al mismo tiempo mostró su preocupación por el empleo del marxismo para su análisis.
Gutiérrez y sus partidarios insistieron en que la verdadera teología de la liberación siempre estuvo en perfecta consonancia con la doctrina social de la Iglesia sobre los pobres. Además de su producción teológica, Gutiérrez trabajó por más de dos décadas en una parroquia de un barrio de Lima.
En 2014, Gutiérrez fue ovacionado en el Vaticano durante la presentación del libro “Pobre para los pobres. La misión de la Iglesia”, escrito por el cardenal Gerhard Müller, entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. El libro tiene dos capítulos escritos por Gutiérrez y un prólogo del papa Francisco.
Cuando Gutiérrez cumplió 90 años, en 2018, el papa Francisco le escribió una carta que fue leída en público en el convento Santo Domingo y en la que le decía “te agradezco por cuanto has contribuido a la Iglesia y a la humanidad, a través de tu servicio teológico y de tu amor preferencial por los pobres y los descartados de la sociedad”.
El teólogo peruano recibió el Premio Príncipe de Asturias 2003 en la mención Comunicación y Humanidades junto al periodista polaco Ryszard Kapuscinski.
Gustavo Gutiérrez nació en Lima el 8 de junio de 1928. “Agradecemos a Dios por haber tenido un sacerdote teólogo fiel que nunca pensó en el dinero, ni en los lujos, ni en nada que se pareciera a creerse superior”, dijo el cardenal y arzobispo de Lima Carlos Castillo en el sitio de internet del arzobispado. AP