Nicaragua y la pandemia acaparan el inicio de la Asamblea General de la OEA
Washington/Ciudad de Guatemala, 10 nov (EFE).- La crisis política de Nicaragua tras los polémicos comicios en los que se impuso el presidente Daniel Ortega y los desafíos que aún afronta el continente por la pandemia acapararon este miércoles el comienzo de la 51 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Delegaciones de 34 Estados miembros participarán hasta el viernes de las deliberaciones del principal órgano de la OEA, que desde 1971 se reúne anualmente, y tiene en esta ocasión a Guatemala como sede virtual.
«El tema de la crisis política en Nicaragua está en la agenda de la organización», dejó en claro el secretario general de la OEA, Luis Almagro, en una conferencia previa a la instalación.
En la sesión inaugural participaron, además de Almagro, el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, y su canciller, Pedro Brolo, entre otras autoridades.
Nicaragua escribe un nuevo capítulo de la crisis que afronta desde 2018 después de que el domingo Ortega consiguiera su quinto mandato y cuarto consecutivo en unos comicios que han sido descalificados por el grueso de la comunidad internacional.
Las elecciones tuvieron lugar tras la detención desde mayo pasado de una treintena de opositores, entre ellos siete aspirantes a candidatos presidenciales, y la cancelación de tres partidos políticos.
Almagro dejó en manos de los países que integran ese organismo la posible aplicación de la Carta Democrática a Nicaragua y aclaró que no quiere «incidir» en el trabajo que se viene por delante.
Sin embargo, el representante permanente de Nicaragua ante la OEA, Arturo McField Yescas, salió en defensa de su país este miércoles y aseguró que la jornada electoral transcurrió «en libertad y sin chantajes».
McField, al intervenir en un diálogo entre miembros y observadores de la OEA, subrayó que en su país se votó con «el 65 % de participación» y que el 75 % de los votantes respaldó a Ortega.
UNA ASAMBLEA EN TIEMPOS DIFÍCILES
Para el secretario general, este miércoles comienza una «Asamblea crítica en tiempos difíciles» y recordó que la OEA, como foro político del hemisferio, «tiene que dar respuesta a los principales desafíos» que enfrenta la región.
Uno de esos desafíos es la pandemia, que golpeó con fuerza al continente americano.
Solo en la última semana, América registró 700.000 nuevos contagios y 13.000 muertes relacionadas con la covid-19, según la Organización Panamericana de la Salud.
Sobre la pandemia, Almagro advirtió que «aún no existe claridad sobre el fin de la misma y el inicio de la pospandemia», por lo que consideró que queda «mucho trabajo por hacer» y «soluciones que brindar a la gente».
El secretario resaltó que esta Asamblea tiene como tema central «Por una América renovada“ y llamó a impulsar una «renovación» de la región, al señalar que ha sido el «epicentro» de una pandemia que la golpeó «en momentos de bajo crecimiento económico y escasa generación de empleo.
En ese contexto, consideró «fundamental» la implementación de un plan regional para el acceso equitativo a las vacunas contra la covid-19, un llamado al que también se sumó Giammattei, el presidente anfitrión.
«A la fecha el 46 % de las Américas se reporta totalmente vacunado. Sin embargo, algunos países todavía enfrentamos obstáculos para alcanzar la cobertura con datos que rondan el 20 %», afirmó el gobernante en su intervención.
Giammattei advirtió del «impacto devastador» que ha tenido la pandemia «exacerbando las brechas sociales preexistentes, provocando un panorama social incierto, especialmente en mujeres y niños».
Por otro lado, Almagro hizo énfasis en las personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo, al advertir que han aumentado debido a los «graves problemas» que atraviesa Venezuela, así como a la situación económica y social de los países del Triángulo Norte de Centroamérica, de Haití, Nicaragua y Cuba.
El cónclave tiene previstas cuatro sesiones plenarias entre el jueves y viernes. Durante esos encuentros se discutirán 16 resoluciones que abarcan temas como la promoción de los derechos humanos, el fortalecimiento de la democracia y la promoción de la seguridad hemisférica.
Además, se elegirán autoridades de los órganos que componen la OEA.
El martes se celebró un foro empresarial y un diálogo entre las autoridades de la OEA y las organizaciones de la sociedad civil, y este miércoles la jornada arrancó con un encuentro entre el secretario general y los jefes de delegación de los observadores permanentes acreditados ante este organismo establecido en Washington.
Según el secretario general adjunto de la OEA, Néstor Méndez, para esta asamblea se han inscrito 651 participantes, entre ellos 250 representantes de los países miembros encabezados por 27 ministros y cancilleres.
Entre los asistentes confirmados destacan el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, la ministra de Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, así como sus colegas de Argentina, Santiago Andrés Cafiero; Brasil, Carlos Alberto Franco França; Bolivia, Rogelio Mayta; Chile, Andrés Allamad, y Colombia, Marta Lucía Ramírez, entre otros.