Nicole Kidman y su fama de diva: del reciente roce con Salma Hayek a sus momentos más polémicos
Los Ángeles, 30 de octubre de 2024. La reciente tensión entre Nicole Kidman y Salma Hayek en un evento de moda ha reavivado el interés por la reputación de Kidman como una de las grandes divas de Hollywood. Este episodio es solo uno de los muchos que han consolidado su imagen como una figura de carácter altivo e inalcanzable.
El incidente con Hayek se suma a una larga lista de momentos en los que Kidman ha dejado entrever un comportamiento que muchos consideran propio de una diva. Con su mezcla de glamour y actitudes que rozan la indiferencia hacia sus colegas, Kidman ha demostrado que sabe cómo mantener los reflectores sobre sí, no solo por su talento, sino también por su personalidad distante.
Uno de los aspectos más notorios de su carácter es su obsesión por la apariencia. Kidman es famosa por realizar varios cambios de vestuario en una misma noche, mientras la mayoría de las celebridades se conforman con un solo atuendo para cada evento. Este nivel de perfeccionismo y necesidad de atención ha sido interpretado como un rasgo de su personalidad, uno que exige la máxima atención en cada detalle, sin importar el contexto.
Durante el rodaje de Australia, Kidman también hizo gala de una actitud que no pasó desapercibida entre el equipo de producción. Su distanciamiento y exigencias constantes generaron incomodidad, creando un ambiente en el que su presencia era tan intimidante como fascinante, consolidando su reputación de diva en el set.
Otro tema que ha causado controversia es su silencio sobre el fenómeno “nepo-baby” que rodea a su hija, Sunday Rose, quien también aspira a una carrera en el mundo del entretenimiento. Mientras que otras celebridades han optado por abordar los privilegios de sus hijos con franqueza, Kidman ha evitado cualquier comentario. Para muchos, esta actitud refleja una indiferencia que refuerza su imagen de alguien ajeno a las preocupaciones de la opinión pública.
Finalmente, una de sus decisiones más polémicas ha sido mantener su colaboración con la firma Balenciaga, incluso tras el escándalo de finales de 2022 cuando la marca lanzó una campaña en la que se mostraban imágenes de niños junto a osos de peluche vestidos con atuendos BDSM. Este incidente provocó un aluvión de críticas y llevó a numerosas celebridades a cortar lazos con la marca. Sin embargo, Kidman continuó su relación con Balenciaga, reafirmando su lealtad a la firma y mostrando que no teme tomar decisiones impopulares.
Con un historial de desplantes y una actitud que suele mantener a todos a distancia, Nicole Kidman ha cultivado una imagen de diva en Hollywood que, lejos de aproximarla a su audiencia y colegas, la mantiene en un pedestal tan admirable como cuestionable.