Nos encaminamos a una economía subsidiada e hipotecada
Guillermo Caram
Lo anunciado por el Presidente (Luis Abinader) refuerza el culto al subsidio que desde hace año está minando las iniciativas particulares, la productividad y la capacidad de emprendimiento de los dominicanos.
Y tiende agravar la situación de las finanzas públicas caracterizada por recaudaciones que no alcanzan a cubrir los gastos corrientes del gobierno en burocracia, subsidios, gastos de funcionamiento e intereses de la deuda.
Por ejemplo: El año pasado hubo que tomar de los financiamientos recibidos por el gobierno RD$19,500 millones para cubrir estos gastos.
Con los nuevos subsidios el faltante presupuestario aumentará.
Adicionalmente, el año pasado se amortizaron RD$109 de la deuda vieja con nuevos endeudamientos; y se financiaron la totalidad de los RD$ 123 mil millones en inversiones públicas con endeudamiento.
A ese ritmo, el equilibrio de las finanzas públicas dependerá aún más de nuevos endeudamientos que ya ha CONSUMEN las dos terceras partes del PBI.
NOS ENCAMINAMOS PUES, A UNA ECONOMÍA SUBSIDIADA E HIPOTECADA ALTAMENTE VULNERABLE, MÁS AÚN DENTRO DEL CLIMA DE GUERRA QUE ESTAMOS RESPIRANDO.
Lamentamos que el gobierno continúe inscribiéndose en este tipo de economía cuando las circunstancias presentes exigen, para blindar nuestra economía de la contingencia de guerra, ir sustituyendo los subsidios al consumo por estímulos a los productores.
