Nuevo gobierno británico anuncia legislación para “renovación nacional” en apertura del Parlamento
LONDRES, 17 julio — El nuevo gobierno del Partido Laborista de Reino Unido prometió el miércoles calmar la febril política nacional y aliviar la crisis del costo de la vida durante la presentación de sus planes de “renovación nacional” en la ceremonia de apertura del Parlamento.
La estabilización de las cuentas públicas y la estimulación del crecimiento económico centrarán la agenda legislativa del primer ministro, Keir Starmer, según el discurso leído por el rey Carlos III.
“Mi gobierno buscará una nueva asociación tanto con las empresas como con los trabajadores y ayudará al país a superar los recientes desafíos del costo de la vida priorizando la creación de riqueza para todas las comunidades”, dijo el monarca en un discurso pronunciado ante cientos de legisladores y miembros de la Cámara de los Lores.
En su campaña, Starmer prometió cambios audaces en el país con un costo moderado para los contribuyentes. Quiere ser favorable a los negocios y a los trabajadores a la vez, está a favor de los grandes proyectos de construcción y de proteger el medio ambiente. El riesgo es que puede terminar no complaciendo a nadie.
En una introducción escrita al discurso, Starmer pidió paciencia y señaló que el cambio requerirá un “trabajo decidido y paciente y soluciones serias” en lugar de respuestas fáciles y el “encanto de serpiente del populismo”.
El discurso del rey es la pieza central de la ceremonia de apertura del Parlamento, una ocasión en la que la pompa real se da la mano a la política, mientras el monarca, con una corona tachonada de diamantes, se sentó en un trono dorado para anunciar las leyes que su gobierno quiere aprobar en el próximo año.
Los laboristas ganaron las elecciones del 4 de julio por una amplia mayoría después de que los votantes dieron la espalda al Partido Conservador tras años de inflación elevada, escándalos éticos y entradas y numerosos primeros ministros. Starmer ha prometido arreglar la envejecida infraestructura del país y sus mermados servicios públicos, pero dijo que no subirá los impuestos e insiste en que el cambio debe estar sujeto a “medidas fiscales inquebrantables”.
El discurso del miércoles incluyó 40 proyectos de ley — el último de los Conservadores contaba con apenas 21 — que abarcan desde la construcción de viviendas hasta la nacionalización de los ferrocarriles británicos y la descarbonización del suministro eléctrico con una empresa pública de energías renovables, Great British Energy.