Nuevo premier británico busca mejorar acuerdo comercial “fallido” con la UE
LONDRES, 7 julio — El nuevo primer ministro británico Keir Starmer busca restablecer las relaciones dentro y fuera del país.
Durante una visita el domingo a Edimburgo, que calificó como un “reinicio inmediato” con los gobiernos regionales de Escocia, Irlanda del Norte y Gales, Starmer dijo que también buscará mejorar el “fallido” acuerdo comercial del Reino Unido con la Unión Europea.
“Creo que podemos llegar a un acuerdo mucho mejor que el trato fallido con que (el ex primer ministro) Boris Johnson cargó al Reino Unido”, dijo en referencia al pacto negociado después del Brexit.
Starmer indicó que había muchas discusiones por delante para fortalecer los lazos comerciales, de investigación y de defensa con la UE. Pero señaló que tales conversaciones habían comenzado cuando su máximo diplomático realizó su primera visita al extranjero a Alemania, Polonia y Suecia.
Con dos de los ministros de Starmer en Europa antes de una reunión de la OTAN la próxima semana, el primer ministro se propuso visitar a los mandatarios de los gobiernos regionales en el Reino Unido luego de la aplastante victoria de su partido la semana pasada.
Starmer, que dijo que tiene un “mandato para hacer política de manera diferente”, se reunió con el primer ministro escocés John Swinney en Edimburgo en un esfuerzo por “convertir el desacuerdo en cooperación”.
“Serviremos a todos y cada uno de los escoceses”, aseveró Starmer a un grupo de simpatizantes entusiastas. “Los beneficios y el interés propio son las políticas del pasado. La política de este gobierno laborista de 2024 tiene que ver con el servicio público, con restaurar los estándares de asegurarnos de que siempre, siempre tenemos en mente a las personas que nos eligieron para el gobierno.”
Aunque cada una de las naciones descentralizadas del Reino Unido elige a los miembros de la Cámara de los Comunes en Londres, también tienen sus propios Parlamentos regionales.
El Partido Laborista de Starmer se impuso al Partido Nacional Escocés (SNP, por sus siglas en inglés) de Swinney en escaños del Parlamento. Pero el SNP, que ha impulsado la independencia de Escocia, sigue teniendo mayoría en Holyrood, el Parlamento escocés.
Swinney dijo después de reunirse con el primer ministro que creía que existe una oportunidad de trabajar juntos para marcar una diferencia para el pueblo escocés.
La gira para mejorar las relaciones en todo el Reino Unido forma parte de la misión de Starmer de trabajar para servir a las personas mientras aborda una montaña de problemas.
El gobierno del Partido Laborista heredó una economía tambaleante que dejó a los británicos batallando con sus gastos debido a errores fiscales y problemas económicos internacionales. También se enfrenta a una población desencantada luego de 14 años de caótico gobierno del Partido Conservador y austeridad fiscal que vaciaron los servicios públicos, incluido el venerado Servicio Nacional de Salud, que Starmer ha declarado en quiebra.
Starmer afirmó que quiere transferir el poder de los pasillos burocráticos del gobierno de Londres a líderes que sepan qué es lo mejor para sus comunidades.
Después de su breve gira de dos días, regresará a Inglaterra, donde planea reunirse con alcaldes regionales y dijo en su primera conferencia de prensa el sábado que se comunicará con políticos independientemente de su partido.
“No hay monopolio sobre las buenas ideas”, indicó, “no soy un político tribal”.
Starmer continuó su diálogo con otros mandatarios mundiales, y conversó por separado con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y con el presidente palestino Mahmud Abás.
Habló con ambos sobre sus prioridades para un alto el fuego en la Franja de Gaza, la devolución de los rehenes a Israel y un aumento de la ayuda humanitaria, dijo un portavoz.
Le dijo a Abás que el reconocimiento de un Estado palestino como parte de un proceso de paz era el “derecho innegable de los palestinos” y le dijo a Netanyahu que era importante garantizar las condiciones a largo plazo para una solución de dos Estados, incluyendo la garantía de contar con recursos financieros para que la Autoridad Palestina de Abás opere eficazmente.
Se considera que la negativa inicial de los laboristas a pedir un alto el fuego el año pasado les costó apoyos y algunos escaños en las elecciones del jueves.
Antes que Starmer asista el martes a una reunión de la OTAN en Washington, el principal diplomático del Reino Unido reiteró un compromiso “inquebrantable” con la alianza durante su primer viaje al extranjero.
El ministro de Relaciones Exteriores, David Lammy, afirmó durante una visita a Polonia, Alemania y Suecia que el gobierno del Reino Unido estrechará sus relaciones con la Unión Europea y se mantiene “férreo” en su apoyo a Ucrania.
“La seguridad europea será la prioridad exterior y de defensa de este gobierno”, dijo Lammy en Polonia. “La bárbara invasión rusa ha dejado clara la necesidad de que hagamos más para reforzar nuestras propias defensas”.
Lammy reiteró la promesa de Starmer de no reincorporarse al mercado único de la UE después que los electores británicos votaran en 2016 a favor de romper con la unión política y económica.
“Dejemos atrás los años del Brexit”, dijo Lammy a The Observer. “No vamos a volver a unirnos al mercado único y a la unión aduanera, pero hay mucho que podemos hacer juntos”.
El secretario de Estado de Comercio, Jonathan Reynolds, dijo el domingo en Sky News que el Reino Unido debería buscar formas de mejorar el comercio con la UE y que eliminar algunas barreras comerciales era sensato.
Pero afirmó que el gobierno laborista no estaba abierto a la libre circulación de personas que se exigía como miembro de la unión.
Mientras tanto, el secretario de Defensa, John Healey, se reunió en Odesa con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy y declaró que el Reino Unido proporcionará un nuevo paquete de ayuda a Ucrania, que incluirá más cañones de artillería y casi 100 misiles Brimstone.
Healey dijo también que se asegurará que los compromisos militares pendientes con Ucrania del gobierno anterior se cumplan en un plazo de 100 días.
AP