Nuevos aranceles de EEUU alientan incertidumbre en México y complican negociaciones bilaterales
CIUDAD DE MÉXICO, 14 julio — Las negociaciones que adelanta México y Estados Unidos desde hace varias semanas para llegar a un “acuerdo integral” en materia comercial, migratoria y de seguridad sufrieron un retroceso ante los nuevos aranceles de 30% que anunció el presidente estadounidense Donald Trump que entrarán en vigencia el primero de agosto.
Aunque la medida no cayó de sorpresa puesto que los negociadores mexicanos fueron informados desde el viernes que vendría el nuevo gravamen, fue inevitable que el anuncio de Trump alentara las preocupaciones y la incertidumbre que han dominado en los últimos seis meses las relaciones entre México y Estados Unidos y que ya ha comenzado a afectar las inversiones y a sectores clave como la industria automotriz mexicana, según datos oficiales.
A pesar del revés que representó que en medio de las conversaciones se lanzara el anuncio de una nueva tarifa, México dejó claro el sábado que seguirá adelante en los diálogos con la administración de Trump, que le han permitido librarse de aranceles generales y proteger parcialmente a la industria automotriz y de autopartes, que representa alrededor del 5% del Producto Interno Bruto (PIB) y 32% de las exportaciones totales del país.
A continuación algunos puntos clave del nuevo capítulo en las tensiones comerciales entre Estados Unidos y México:
¿Cuáles son los alcances del arancel anunciado por Trump?
En la carta que Trump dirigió a la presidenta Claudia Sheinbaum reconoció los esfuerzos que ha desplegado su gobierno para frenar la entrada del fentanilo y el flujo de migrantes, pero justificó la aplicación del arancel de 30% alegando que México no ha hecho lo suficiente para evitar que Estados Unidos se convierta en un “parque de juegos del narcotráfico”.
El presidente estadounidense no dejó claro los alcances de la medida, y si quedarían excluidos de la tarifa los más de 3.000 productos mexicanos cubiertos por el tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (el T-MEC), que van desde aguacates hasta ropa.
Al respecto, el doctor en Economía Samuel Ortiz Velásquez, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México, afirmó que si Washington mantiene la política que ha aplicado en los últimos meses solo sería gravado lo que no está cubierto por el T-MEC, que engloba alrededor de “300 productos” de las industrias de autopartes, automotriz, electrónica y aeroespacial. Dentro del espectro de afectación también está el tomate mexicano que tendrá a partir del lunes un arancel de casi 21% por el retiro de Estados Unidos de un acuerdo bilateral, y los sectores del acero, aluminio y cobre a los que se les impuso aranceles de 50%.
¿Qué opciones le quedan a México?
Sheinbaum ratificó el sábado que se mantendrá en la mesa de negociaciones, tal como lo ha hecho en los últimos seis meses, lo que le ha permitido a México librarse de los aranceles generales que impuso Trump a decenas de países, que luego pausó, y beneficiarse de la medida que se adoptó en abril que permitió que los vehículos ensamblados en Estados Unidos con piezas extranjeras no enfrenten impuestos de importación prohibitivamente altos.
Ante los vaivenes de la política comercial de Washington, Ortiz Velásquez afirmó que México debe seguir apostando a la vía del diálogo, pero al mismo tiempo debe avanzar en el desarrollo del mercado interno y la diversificación de los mercados internacionales, entre ellos China, para “cambiar nuestra inserción subordinada” con Estados Unidos, que es su principal socio comercial.
El intercambio comercial entre México y Estados Unidos se sitúa en torno a los 840.000 millones de dólares anuales y más del 80% de las exportaciones mexicanas tienen como destino al país vecino.
Los efectos de la prolongada incertidumbre en la era Trump
Pese al clima de incertidumbre que ha dominado las relaciones desde que Trump inició su segundo mandato en enero, México logró librarse en el primer trimestre de una recesión técnica al alcanzar un modesto crecimiento de 0,2%, respecto al trimestre previo.
Aunque el escenario no está claro, las proyecciones del Fondo Monetario Internacional y los especialistas apuntan a que el país podría concluir el año con una contracción de alrededor de 0,3%.
El grupo financiero español BBVA reconoció en un reciente informe que en medio de este contexto el empleo formal también se ha visto afectado. Entre enero y mayo se generaron 134.000 empleos formales, lo que significó 65,7% menos que el promedio de los tres años anteriores.
La industria automotriz, que es uno de los sectores clave del país y que genera alrededor de un millón de empleos, ya ha comenzado a resentir los impactos de las tensiones comerciales. Al cierre del primer semestre se reportó una caída de 2,83% en las exportaciones de vehículos que alcanzaron las 1.666.184 unidades, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía.
El gobierno también ha reconocido que de no llegarse a un acuerdo para revertir los aranceles al acero y el aluminio esos sectores tendrían una gran afectación. Según estimaciones de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero de México las medidas unilaterales de Estados Unidos amenazan al 75% de las exportaciones de acero mexicano valoradas en 2.100 millones de dólares. AP