Octubre, béisbol y la gran remontada dominicana

víctor Ito Bisonó

Octubre llega con un sonido particular: el del bate que corta el aire y el público que contiene la respiración. Es el mes donde se definen los campeonatos y donde cada jugada enseña que los grandes triunfos no se consiguen de golpe, sino inning tras inning, con disciplina, estrategia y fe.

En República Dominicana, el béisbol es más que un deporte. Es una escuela de carácter y un reflejo de nuestra forma de enfrentar la vida: con coraje, con pasión y con la convicción de que ningún marcador adverso es definitivo.

Hace unos años, el país entró al terreno con el marcador en contra y el estadio en silencio. La pandemia había detenido la economía, cerrado empresas, y sembrado incertidumbre en millones de familias. Era como comenzar el noveno inning perdiendo por varias carreras, sin corredores en base y con el bullpen agotado. Pero el equipo dominicano no bajó la cabeza. Ajustó la estrategia, afinó el picheo y comenzó a batear con inteligencia.

Hoy, el tablero muestra una remontada que no es casualidad, sino el resultado de trabajo, orden y visión, encabezados por el mánager del equipo, el Presidente Abinader. La inversión extranjera directa pasó de US$3,021 millones en 2019 a más de US$5,500 millones en 2024, demostrando confianza y estabilidad. El PIB per cápita creció de US$8,603 a US$11,541, reflejando una economía que no solo crece, sino que lo hace de manera inclusiva.

Entre 2021 y 2024, se han creado 154 mil nuevos empleos, y el país alcanzó el mayor nivel de formalidad laboral de su historia, con 2.38 millones de trabajadores registrados. Las exportaciones aumentaron en más de 40 % respecto a 2016, alcanzando los US$13,872 millones, impulsadas por 854 empresas de zonas francas que hoy generan cerca de 200 mil empleos directos.

La pobreza monetaria se encuentra en 16.7% para el segundo trimestre del 2025, presentando una reducción de 9.21 puntos respecto al mismo período del 2019 cuando alcanzaban un 25.9%.

A julio de 2025, el salario mínimo promedio alcanzó RD$21,678.00, lo que representa un aumento del 60.8% en comparación con el mismo período del 2019 cuando solo eran RD$13,482.00.

Son estadísticas, sí, pero también son historias: fábricas que volvieron a producir, jóvenes que encontraron su primer empleo, emprendedores que pasaron del rebote al hit. En el terreno económico, cada cifra representa una carrera anotada por el esfuerzo dominicano.

Desde el Ministerio de Industria, Comercio y MIPYMES, hemos vivido esa transformación de cerca. Facilitar el comercio, abrir rutas de inversión, promover el nearshoring y apoyar a las pequeñas empresas ha sido parte del juego. Las MIPYMES son los jugadores de todos los días: los que madrugan, los que no salen en portada, pero hacen posible la victoria. Cada vez que una de ellas se formaliza o exporta por primera vez, el país avanza una base más.

La disciplina y el liderazgo colectivo nos han permitido escalar 22 posiciones en el Índice Global de Competitividad, consolidando a República Dominicana como una de las economías más dinámicas y respetadas de la región. Y aunque los desafíos internacionales han sido muchos —pandemia, conflictos, inflación—, el país no se ha quedado mirando desde el dugout. Ha salido a jugar, con temple y determinación, cada entrada del partido.

Si algo enseña el béisbol es que no basta con tener talento: hay que saber leer el juego. Y eso se ha hecho. Se cambió la defensa por la ofensiva, se fortalecieron los cimientos institucionales y se devolvió la confianza al mercado. En lugar de improvisar, se planificó; en lugar de rendirse, se entrenó. Y los resultados, como en toda buena temporada, están a la vista.

Hoy jugamos con las bases ocupadas, el marcador favorable y el ánimo en alto. Pero el campeonato aún no termina. Nos queda temporada por delante, y la grandeza de un país no se mide por un inning brillante, sino por su capacidad de mantener el ritmo juego tras juego.

Hace cinco años, el país enfrentó la tormenta más dura en décadas. Hoy, gracias al trabajo conjunto del gobierno, el sector privado y cada dominicano que juega su papel con entrega, República Dominicana está en su mejor temporada.

Listín Diario

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