Once policías habrían ejecutado de forma directa y premeditada a cinco jóvenes en Santiago, según expediente

Santo Domingo, 3 de octubre de 2025 —El Ministerio Público reveló que los once agentes policiales implicados en la muerte de cinco hombres en una plaza comercial del sector La Barranquita, en Santiago, no actuaron en medio de un enfrentamiento ni bajo una operación convencional, sino que ejecutaron de manera directa y premeditada a las víctimas.

Así lo detalla la solicitud de medida de coerción depositada ante los tribunales, en la que se pide prisión preventiva por 18 meses y la declaratoria de caso complejo.

Según el expediente, los agentes llegaron al lugar a bordo de tres vehículos —un Mazda, un Honda Civic y un Kia K5 modelo 2013—, se posicionaron frente a la entrada de la plaza y, sin mediar palabras, abrieron fuego contra los hombres que se encontraban allí.

«Los imputados pusieron en marcha los vehículos y se ubicaron frente a la entrada de la plaza, y rápidamente salieron de los referidos vehículos y sin mediar palabras dispararon contra las víctimas», señala el Ministerio Público en su documento.

Las víctimas fueron identificadas como Elvis Antonio Martínez Rodríguez (Deivito), de 26 años; Julio Alberto Gómez (La Tabla), de 28; Carlos Enrique Guzmán Navarro (El Charly o Charli Chasc), de 40; Edward Bernardo Peña Rodríguez, de 35; y José Vladimir Valerio Estévez, de 25 años. Todos fallecieron de inmediato tras recibir múltiples disparos.

El Ministerio Público sostiene que el hecho ocurrió ante la presencia de testigos, uno de los cuales logró grabar parte del suceso con su celular. Sin embargo, los policías presuntamente le arrebataron el dispositivo para eliminar pruebas, al igual que habrían sustraído los DVR de los sistemas de cámaras de seguridad de varios negocios en la plaza.

Además de las ejecuciones, el Ministerio Público señala que los agentes actuaron con intención de ocultar evidencias y alterar la escena del crimen. Entre las acciones descritas se encuentra la sustracción de los DVR de vigilancia de varios negocios de la plaza, así como la incautación de teléfonos móviles a personas que presenciaron los hechos, incluyendo a una que habría grabado parte del operativo con su celular.

Uno de los comerciantes afectados relató que fue contactado por los policías para abrir su local y entregar el sistema de cámaras de seguridad. El DVR fue retirado por los agentes, lo que se interpreta como una maniobra para eliminar pruebas comprometedoras.

Los delitos imputados a los agentes incluyen asociación de malhechores y homicidio voluntario, tipificados en los artículos 265, 266, 295 y 304 del Código Penal dominicano.

Los acusados son los mayores Álvaro Paredes Paniagua y Hansel Michel Cuevas Carrasco; el capitán José Ignacio Gómez Rodríguez; el segundo teniente Domingo de los Santos Vargas; los cabos Yohandy Encarnación, Geyser Francisco Álvarez Rodríguez y César Augusto Martínez Trinidad; el sargento mayor Sócrates Fidel Féliz Féliz; el sargento Hairo Mateo Morillo; y los rasos Adrián Miguel Villalona Pineda y Rafael Encarnación Pérez.

Los cargos preliminares incluyen asociación de malhechores y homicidio voluntario, tipificados en los artículos 265, 266, 295 y 304 del Código Penal dominicano.

La investigación está encabezada por el procurador adjunto Wilson Camacho, director de Persecución del Ministerio Público, junto a la fiscal interina de Santiago, Quirsa Milagros Abreu, y los procuradores de corte Geraldo Andrés Ponce y Miguel Antonio Ramos.

La procuradora general Yeni Berenice Reynoso instruyó personalmente el inicio del proceso para establecer objetivamente las circunstancias del caso y sancionar conforme a los resultados.

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