Pacto por la paz y el multilateralismo: el llamado del presidente Abinader ante la ONU (Video)
Nueva York, 24 sept. El presidente dominicano Luis Abinader hizo este martes un llamado vehemente para que la comunidad internacional actúe de forma decidida frente a la grave crisis multidimensional que sacude Haití, al mismo tiempo que reivindicó un renovado multilateralismo que fortalezca la eficacia y legitimidad de la ONU frente a los retos globales.
Con voz firme, Abinader expuso que la desintegración institucional, la violencia extrema y el dominio de bandas criminales en Haití representan no solo una tragedia humanitaria para ese pueblo hermano, sino una amenaza latente para la paz y la seguridad de la República Dominicana y de toda la región.
“Con responsabilidad y coherencia, he sostenido ante esta Asamblea y en todos los foros internacionales relevantes que la crisis multidimensional de Haití representa una grave amenaza a la paz y la seguridad para República Dominicana y la región”, afirmó.
El presidente insistió en que la única salida viable para Haití es una acción internacional coordinada, sostenida en el tiempo y con resultados concretos: garantizar condiciones mínimas de seguridad, restablecer el marco institucional y posibilitar un amplio consenso democrático entre los propios haitianos.
En particular subrayó que los grupos armados que hoy controlan partes del territorio no pueden ser sujetos de negociaciones políticas, pues su accionar viola sistemáticamente el Estado de derecho.
Haití: tragedia, colapso y urgencia de respuesta
Abinader calificó la situación haitiana como “una tragedia humana sin precedentes”, señalando que los actos de violencia extrema, el colapso institucional y el control territorial por parte de bandas criminales constituyen un escenario insoportable.
Estos grupos —que tanto el gobierno dominicano como el estadounidense consideran organizaciones terroristas— operan con impunidad y siembran terror en la población, sin que puedan ser considerados interlocutores legítimos.
Ante eso, República Dominicana ha impulsado esfuerzos diplomáticos para generar una respuesta internacional eficaz: la aprobación, en el Consejo de Seguridad de la ONU, de una Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS), complementada por un embargo de armas y sanciones contra actores que financian o alientan organizaciones armadas.
No obstante, el mandatario advirtió que hasta ahora esa misión no ha alcanzado los niveles de personal, recursos y escala necesarios para cumplir sus objetivos estratégicos.
Para superar esa falencia, Abinader respaldó el proyecto de resolución propuesto por Panamá y Estados Unidos, basado en la iniciativa del secretario general Antonio Guterres.
Dicha propuesta busca fortalecer estructuralmente la MSS con un mando reforzado, objetivos claros y medibles, y un soporte logístico-operativo dependiente directamente de Naciones Unidas.
El presidente dominicano instó a los miembros del Consejo —y especialmente a las cinco potencias con asiento permanente— a aprobar sin demoras esa resolución, recordando que el mandato actual de la misión vence el 2 de octubre y que República Dominicana está en la frontera inmediata del colapso haitiano.
Revitalizar la ONU: más allá de palabras
Al contextualizar su apuesta política, Abinader hizo énfasis en que el multilateralismo vive un momento difícil: la ONU enfrenta problemas financieros, bloqueos en la toma de decisiones y falta de consenso para contener conflictos en múltiples frentes.
Por ello, sostuvo que es urgente conformar espacios de diálogo más abiertos, eficaces y orientados a resultados concretos, en todos los niveles institucionales.
El mandatario advirtió que si la ONU no se reinventa, podría perder relevancia en un mundo que exige respuestas inmediatas. “La ONU no puede limitarse a registrar crisis: debe ser brújula en la tormenta y faro en la noche”, dijo con convicción.
Apoyó la iniciativa ONU80 como una oportunidad histórica para renovar los mandatos, rediseñar estructuras y devolver eficacia, credibilidad y peso moral a este foro global.
En el horizonte de la próxima elección de un nuevo secretario general, Abinader planteó que América Latina y el Caribe deben ofrecer un liderazgo renovado, con independencia, visión y compromiso. Adicionalmente, expresó su convicción de que ha llegado la hora en que una mujer asuma la Secretaría General de la ONU, en clara apuesta al cambio y la igualdad.
También desde su tribuna alzó la voz por un nuevo pacto financiero internacional que tenga presente las realidades de los países en desarrollo. Recordó que la arquitectura financiera global adolece de mecanismos equitativos y que los compromisos suscritos en la Conferencia sobre Financiamiento para el Desarrollo en Sevilla son pasos valiosos, pero aún insuficientes.
Para progresar, sostuvo, es preciso asegurar un mayor acceso a financiamiento concesional, alivio de deuda, esquemas innovadores y una cooperación técnica más fuerte.
Los logros dominicanos y la justicia climática
En su intervención, el presidente dominicano no dejó de destacar los avances logrados por el país en la implementación de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible.
Señaló la reducción de la pobreza moderada de 25,8 % en 2019 a 18,05 % en el primer trimestre de 2025, y la disminución del problema de la subalimentación de 8,6 % en 2018 a 3,6 % en 2025 como logros tangibles heredados del trabajo nacional.
En materia ambiental, Abinader defendió la justicia climática como prioridad para los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo. Denunció la triple crisis planetaria —cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación— y la urgencia de mecanismos de financiamiento accesible, transferencia tecnológica y acciones coordinadas para proteger océanos y costas.
En particular, hizo énfasis en el fenómeno del sargazo que afecta directamente al Caribe, dañando las playas, la salud pública y los medios de subsistencia de comunidades costeras, y demandó solidaridad internacional para enfrentarlo.
Un llamado final: actuar juntos o resignarnos
Para concluir su intervención ante la Asamblea General, el presidente Abinader formuló un llamado sentido a la acción colectiva, a trascender la retórica y asumir compromisos concretos: “República Dominicana alza su voz para encender la esperanza y convocar a la acción. Que la paz no sea un anhelo, sino una decisión de todos. Ese es nuestro clamor. Ese es nuestro sueño. Ese debe ser nuestro pacto común”.