Petróleo y Moneda (Senasa: ¿Cuánto vale el derecho a la salud?)
Por Henri Hebrard
En espera de otra publicación de mis acostumbradas «Buenas noticias desde la economía dominicana», me complace compartir la 19ª entrega semanal de «Petróleo y Moneda», mi nuevo espacio de opinión y análisis económico que inauguramos a final de febrero 2025, gracias a nuestros amigos de lapropuesdtadigital.com
Esta semana, en «SeNaSa: ¿Cuánto Vale el Derecho a la Salud» , analizamos el papel fundamental que tiene el Seguro Nacional de Salud (SeNaSa) en el desarrollo de una política desarrollista que considera la salud como un derecho, y no como un producto o servicio cualquiera.
Ahora bien, dado el intenso debate de los pasados días en cuanto a la situación financiera del SeNaSa, nos parecía importante revisar también el SeNaSa desde un punto de vista económico y financiero
La muy buena noticia es que durante el 1er trimestre 2025, las cuentas del SeNaSa han sido sumamente positivas, contrario a lo expresado desde ciertos litorales: los resultados, por lo que va del año 2025 hasta el mes de marzo, muestran una recuperación importante, al pasar de una pérdida neta de -RD$74.6 millones (2024) a un beneficio neto de RD$464.2 millones (2025), gracias a que los ingresos totales presentan un crecimiento de doble dígito (+17.4%) al pasar de RD$21,499.8 millones (2024) a RD$25,241.9 millones, o sea +RD$3,715.1 millones adicionales.
Muchas gracias de antemano por su lectura, redifusión, y por supuesto, sus acostumbrados comentarios.
Senasa: ¿Cuánto vale el derecho a la salud?

Parece bastante obvio que los economistas del patio siempre hemos tratado de sacarle el cuerpo a dos sectores de actividad: la energía, y más especialmente la electricidad, pensando que era más bien tema para ingenieros, hasta que las pérdidas del subsector distribución, por representar cerca del cuarenta y tres por ciento (43%) del déficit fiscal, nos obligaran a abordar este tema o sí o sí; y, la seguridad social, en este caso mucho más la salud que las pensiones.
En los pasados días, la situación financiera del Seguro Nacional de Salud (Senasa), aparentemente precaria, ha sido tema obligado en los medios de comunicación. Dado la relevancia del tema, considerando que el Senasa alcanza a unos 7.6 millones de beneficiarios (vs. apenas 2.2 millones en 2012), nos pareció justo y necesario ir a las fuentes más oficiales, entre los cuales por supuesto el propio Senasa y la Superintendencia de Salud y Riesgo Laboral (Sisalril), para compartir nuestro análisis.
Si bien, y a pesar de ser economista, se entiende que la salud no es un servicio cualquiera, y definitivamente no un objeto de análisis mercantil, tratándose más bien de un derecho consagrado por la Constitución de la República, sin embargo, y quizás también por ser economista, nuestro análisis no sería completo sino considerase también un análisis de las variables económicas y financieras.
Si bien es cierto que, de acuerdo con los estados financieros publicados por Senasa, los Resultados Netos del ejercicio pasaron de un beneficio neto de RD$540.2 millones (2023) a una pérdida neta de -RD$2,078.0 millones (2024), los resultados, por lo que va del año 2025 hasta el mes de marzo, muestran una recuperación importante, al pasar de una pérdida neta de -RD$74.6 millones (2024) a un beneficio neto de RD$464.2 millones (2025).
Este positivo rebote se debe principalmente al fuerte crecimiento de los ingresos por concepto de Planes Básicos de Salud durante el primer trimestre (+12.1%), los cuales pasaron de RD$12,915.2 millones (2024) a RD$14,474.9 millones (2025), destacando dentro de este crecimiento, el mayor impulso del Régimen Subsidiado (+22.1%) cuyos ingresos se dispararon de RD$4,512.9 millones (2024) a RD$5,511.2 millones (2025), o sea RD$998.3 millones adicionales, explicando de este modo el 64.0% del crecimiento total de estos ingresos.
Mejor aún, si fuéramos a considerar el total de ingresos, que en el caso de una administradora de riesgos de salud (ARS) considera, además de los ingresos por concepto de Planes Básicos (ver anteriormente), otros ingresos relacionados con movimientos de reservas y siniestros, así como operaciones de ejercicios anteriores y el producto financiero de las inversiones de estas reservas, se confirman los muy buenos resultados por lo que va del año 2025, ya que estos ingresos totales presentan un crecimiento de doble dígito (+17.4%) al pasar de RD$21,499.8 millones (2024) a RD$25,241.9 millones, o sea +RD$3,715.1 millones adicionales.
Finalmente, del lado de los gastos, dos métricas son fundamentales para evaluar el desempeño del Senasa:

• El valor de las “Reclamaciones pagadas por prestación de servicios” que presentan también un crecimiento de doble dígito (+12.9%) al pasar de RD$13,361.2 millones (2024) a RD$15,091.4 millones (2025), lo cual demuestra el excelente dinamismo del SeNaSa así como la creciente demanda de servicios por parte de sus más de 7.3 millones de afiliados; y,
• Los “gastos generales y administrativos” (GGA) que han ido creciendo (+7.4%) a un ritmo muy inferior al de las operaciones propiamente, tanto ingresos por planes de salud (+15.6%), como reclamaciones pagadas (+12.9%), al pasar de RD$776.2 millones (2024) a RD$833.9 millones (2025), lo que indica una sana y mejorada administración de los crecientes recursos del SeNasa en 2025; de hecho, la razón GGA/total ingresos ha disminuido sensiblemente, al pasar de un 3.61% (2024) a un 3.30% (2025);
En resumidas cuentas, hasta limitándose al simple análisis económico y financiero, se demuestra claramente que: i) es falso de toda falsedad afirmar que el Senasa esté “quebrado” como, de manera errónea (a lo mejor) o engañosa (a lo peor), se ha querido pintar desde ciertos litorales; ii) es indispensable subrayar con contundencia los resultados altamente positivos que ha tenido y seguirá teniendo el Senasa como defensa definitiva frente a intereses mercantiles que buscarían una insensata privatización del Senasa.
Es justo y es necesario reconocer el impacto extraordinario que ha tenido el Senasa en el incremento reciente de la prestación de servicios de salud en favor, no solamente de la población dominicana, sino también de los mismos actores privados del sector salud; de acuerdo con las cifras oficiales reseñadas por el excelente periodista y analista económico Pedro Caba: “Las clínicas privadas y centros diagnósticos ambulatorios privados recibieron RD$35,879 millones frente a RD$15,964 millones en 2019, lo que representa un crecimiento de un 124.7%; en cuanto a los médicos privados, SeNaSa pagó en 2024 RD$5,220 millones comparados con los RD$965.4 millones pagados en 2019, un enorme cambio de +440.7%”.
Brazo estatal

El Senasa debe seguir siendo el brazo armado del Estado en su política de procurar un acceso universal a los servicios de salud en República Dominicana. No hay mejor manera de resolver un problema colectivo (como el derecho a la salud) sino a través de una solución colectiva para la cual sólo Senasa está en condición de proveer los diferentes regímenes de salud necesarias a la tan ansiada cobertura universal.
El financiamiento de la salud, a diferencia notoria del caso de las pensiones donde prima la solución individual por las cuentas de capitalización personal, debe seguir de manera solidaria (y no mercantil) a través del pago de los impuestos para los regímenes subsidiados, o a través de las cotizaciones basadas en los niveles salarios para los regímenes contributivos.
El venidero despliegue de una red nacional de centros de atención y prevención primaria de salud, y el reforzamiento financiero del Senasa serán dos columnas vertebrales indispensables del andamiaje de la nueva estrategia de salud por implementarse en breve, en consonancia con los mandamientos de la Ley 1-12 de Estrategia Nacional de Desarrollo.
Tal como lo demuestran perfectamente los 7.6 millones de afiliados al SeNaSa, del mismo modo que la salud no tiene precio, tampoco debe verse como un costo, sino más bien como la mejor inversión en un derecho fundamental, indispensable para seguir construyendo una sociedad más incluyente y con mayores oportunidades de desarrollo para todos los dominicanos.
Henri Hebrard