Piden que Nueva York reduzca los fondos a la Policía y aumente los de los programas sociales

Nueva York, 18 mar (EFE).- Un grupo de organizaciones civiles pidió este viernes al alcalde de Nueva York, Eric Adams, que reduzca la financiación a la Policía en el próximo presupuesto de la ciudad y que invierta ese dinero en las necesidades sociales de los sectores más desfavorecidos.

Los grupos, convocados por Grassroots Advocates for Neighborhood Groups & Solutions (GANGS), pidieron frente a la Alcaldía, que evalúa en audiencias públicas el nuevo presupuesto, el primero del mandato de Adams, que destine los fondos que podría recortar a la Policía a programas sociales para paliar la falta de vivienda y el desempleo, o en servicios para jóvenes y de salud mental.

En julio de 2020, el Consejo de la ciudad aprobó un recorte de 1.000 millones de dólares al presupuesto de la Policía para el año fiscal 2021, dentro del movimiento surgido en todo el país contra los abusos policiales por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un agente blanco.

Aquel movimiento tradujo sus peticiones en un lema: «Defund the Police» (Retiren fondos a la Policía).

La coalición propuso hoy que ese dinero vaya a las comunidades negras y latinas, que han sido las más impactadas por los casos de brutalidad policial y la pobreza.

Rechazaron igualmente el regreso a las calles de la desmantelada unidad anti-crimen (ahora con otro nombre) responsable de los más sonados casos de brutalidad policial, como el del guineano Amadou Diallo, que murió en 1999 de 19 balazos al ser «confundido» con un presunto violador, o el de Sean Bell, el día antes de su boda en 1983, quien conducía un coche y que recibió 50 balazos.

«Nuestros jóvenes tienen miedo de salir a la calle» afirmó Darlene Murray y aseguró que su hijo, que está preso, fue víctima de una acusación falsa de la policía de ser miembro de una pandilla.

De acuerdo con la coalición, la Administración de Adams se ha aprovechado de un clima de miedo para justificar el presupuesto policial y la continuación de las prácticas policiales «racistas».

Los activistas cuestionaron el plan de seguridad del alcalde: «¿Seguridad para quién?. No he visto el mismo número de policías en el Upper West Side de la ciudad», indicó un joven al referirse a uno de los vecindarios de altos ingresos económicos.

También les preocupa que el aumento en recursos conlleve a su vez un alza en la vigilancia electrónica de las poblaciones minoritarias y en el número de jóvenes que acaban figurando en la base de datos de la Policía como sospechosos de pertenecer a una pandilla «simplemente por ser quienes son: negros y latinos».

«Queremos que nuestras voces sean escuchadas y ser parte de la discusión de en qué gastamos el dinero del pueblo», «Más dinero y poder para la policía no es verdadera seguridad pública», se escuchó con insistencia durante la conferencia.

El alcalde Adams, un exagente de Policía que llegó al Ayuntamiento el pasado enero y está en contra de recortes a la Policía, mantuvo su presupuesto para la Policía en 10.700 millones de dólares, mientras que en paralelo redujo fondos que reciben otras agencias y organizaciones que brindan servicios a comunidades de minoría, destacó a Efe Víctor Dempsey, de la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color.

Los defensores de los sin techo también dejaron oír su voz para criticar «el plan sin compasión» de Adams para los vagabundos, a quienes no se les permitirá dormir en el metro de la ciudad, además de exigir vivienda segura, acceso a servicios de salud, atención para los usuarios de drogas y que ponga fin «a la criminalización de la falta de vivienda».

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