Precio, dinero e inflación
Juan Guiliani Cury
En la teoría económica se acostumbra mucho a generalizar los conceptos y axiomas de esa disciplina del arte y la ciencia. Eso de que el dinero barato tiende a desaparecer porque la llamada Tasa de Politica Monetaria que aplican muchos países de manera coyuntural, para balancear el costo del dinero, podría ser un eufemismo monetario. La existencia de dinero barato o caro depende de la relatividad y las circunstancias que en períodos determinados o coyunturales afectan el funcionamiento económico. La economía es el arte de administrar los recursos escasos.
Y el dinero ni es abundante ni es escaso. El estallido de la guerra entre Ucrania y Rusia, en la Europa Central, obviamente el inicio de ese conflicto aun en vigencia estremeció la cadena de suministro global en prácticamente todas sus dimensiones. El caso de Rusia es uno de los países con las mayores reservas de gas natural y petróleo del mundo.
Las sanciones de occidente al Kremlin para que detenga el enfrenamiento con su antiguo aliado socialista han repercutido en un rompimiento de la cadena de suministro especialmente el gas natural con naciones de la Unión Europea, el mayor comprador del líquido inflamable a Moscú.
A eso se le suman los obstáculos surgidos con las exportaciones de granos de origen ucraniano a terceros países, abastecimiento que se vio impedido debido al bloqueo ruso en los puertos de salida de esos importantes renglones alimenticios. Los precios empezaron a subir y el fenómeno de la inflación en las principales economías mundiales escaló niveles preocupantes. Los bancos centrales responsables de mantener la estabilidad de precio se vieron obligados a ajustar sus tasas referenciales de política monetaria a la situación prevaleciente de los mercados bursátiles como mecanismo de contención para evitar mayores escaladas en los precios a los consumidores.
El dinero como consecuencias de ese factor de inestabilidad, obviamente se disparó en perjuicio de los consumidores. El dinero se puso caro. Ahora como resultados de vientos más auspiciosos en el crecimiento mundial y de las medidas adoptadas por los institutos emisores, la inflación ha comenzado a ceder en lo que se llama “desinflación”, que no es otra cosa que cambios en el nivel de inflación. Esto no debe confundirse con el término “deflación,” que es una caída en los niveles del gasto, aumento de la deuda, caída de la producción, etc. El dinero ahora es posible y relativamente más barato, pero también es caro, porque es una mercancía preciada para el intercambio de bienes y servicios. Usted amigo lector, haga sus propias conclusiones.