Preocupante deterioro afecta techo de la Gran Arena del Cibao y club deportivo en Santiago

Santiago, 26 de abril. – Una planta que crece a través de uno de los orificios en el deteriorado techo de la Gran Arena del Cibao ilustra la gravedad del abandono de esta importante instalación deportiva.

La estructura, revestida de láminas que hoy lucen severamente desgastadas, ha perdido su capacidad de proteger el tabloncillo y el resto de las instalaciones, afectadas por constantes filtraciones de agua.

Un reportaje reciente de Listín Diario expuso las múltiples fallas que aquejan a este emblemático espacio de Santiago. En un video suministrado al medio, se evidencia el avanzado estado de deterioro de la Gran Arena: amplias zonas con láminas corroídas, la presencia de moho en varios puntos del techo y numerosos agujeros causados por el desprendimiento de la capa protectora.

La vista aérea revela un panorama aún más desolador: una instalación diseñada para albergar hasta 7,000 personas, hoy marcada por el deterioro. La estructura, de forma circular y similar a un domo invertido, está cubierta de láminas metálicas visiblemente dañadas por los efectos del clima y del paso del tiempo.

Cabe destacar que el último proceso de remozamiento de la Gran Arena del Cibao se realizó en 2008, lo que agrava el estado de abandono actual.

La situación no se limita a la Gran Arena. El pasado domingo, una parte del techo del Club Juan Antonio Alix, conocido como la «cancha del Congo» en el sector El Congo de Santiago, se desplomó mientras se realizaban trabajos de soporte para evitar precisamente su colapso.

Según explicó Dixon Jiménez, encargado del club, el techo ya presentaba problemas desde hacía tiempo, balanceándose peligrosamente con los vientos fuertes. A pesar de iniciar reparaciones preventivas, la estructura cedió antes de finalizar los trabajos.

Tras reportar el hecho al Instituto Nacional de Educación Física (Inefi), una comisión visitó el lugar para hacer un levantamiento de daños, pero hasta el momento, casi una semana después, los trabajos de reparación no han comenzado.

“Me han notificado en dos ocasiones que al día siguiente estarían aquí, pero nada que llegan, nosotros aquí seguimos esperando”, expresó Jiménez, quien manifestó su temor, compartido por los vecinos, de que el techo que aún se sostiene de una viga termine de desplomarse y provoque una tragedia.

El peligro se agrava porque, a pesar de la colocación de una cinta de precaución, estudiantes de la Escuela República de Venezuela —ubicada cerca del club— la retiraron para seguir utilizando el callejón como ruta de acceso a sus hogares.

Los residentes del sector piden la intervención urgente de las autoridades, ya que el club no cuenta con los recursos necesarios para realizar la reparación y el mantenimiento que se requieren.

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