Presencia de hombres armados custodiando canal del lado haitiano aumenta tensión en la frontera
Santo Domingo, 25 de septiembre – La República Dominicana y Haití han aumentado la presencia de personal armado en el área cercana donde se está construyendo un canal para trasvasar agua del río Masacre hacia territorio haitiano.
Miembros de la Brigada de Vigilancia de Áreas Protegidas (BSAP) están proporcionando protección a la obra en el lado haitiano, mientras que soldados del Ejército y del Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront) dominicano vigilan de cerca, preparados para cualquier eventualidad que pueda surgir en medio del conflicto generado por la construcción del canal de riego.
La tensión en el área del canal es palpable, y existe el temor de que cualquier provocación pueda llevar a un enfrentamiento armado. Por esta razón, los soldados de ambos lados han mantenido abiertas las vías de comunicación.
La obra, que se está construyendo a lo largo de dos kilómetros del río que entra a Juana Méndez, está muy avanzada, y la concentración de trabajo se encuentra en la obra de toma, donde se desviará el curso de agua del río fronterizo.
Ante esta situación, el gobierno dominicano ha decidido mantener el cierre marítimo, terrestre y aéreo de sus fronteras con Haití hasta que se paralice la obra, considerando que los haitianos han violado los tratados y acuerdos existentes entre ambos países. También se teme que la construcción del canal cause daños a los agricultores aguas abajo y a la biodiversidad de la Laguna Saladillo.
El presidente Luis Abinader ha ordenado al Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI) que continúe los trabajos para la limpieza y toma de agua del canal La Vigía, con el fin de garantizar agua a cientos de productores agropecuarios.
El Arzobispo de Santo Domingo Pide Oraciones por los Migrantes
El arzobispo de Santo Domingo, Francisco Ozoria Acosta, ha hecho un llamado a la comunidad de fieles de la Iglesia Católica a orar por la liberación de los males que afectan la vida de los emigrantes y refugiados en todo el mundo.
El arzobispo destacó que los emigrantes y refugiados son víctimas de diversas violaciones de sus derechos en todo el mundo. A menudo, se ven obligados a migrar debido a la pobreza y las dificultades económicas, en lugar de tener la libertad de elegir quedarse en su tierra natal o marcharse.
Mencionó los problemas económicos como una de las razones principales que empujan a las personas a migrar. Señaló que muchos dominicanos han emigrado a Estados Unidos y que a menudo enfrentan dificultades y persecuciones debido a su condición de indocumentados.
El arzobispo Ozoria subrayó que la situación también afecta a los haitianos que huyen de la difícil situación en Haití y a los venezolanos que abandonan su país debido a la crisis económica y política.