Presidencia de Irán se decidirá en segunda vuelta entre reformista Pezeshkian y conservador Jalili

DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos, 29 junio  — Irán celebrará una segunda vuelta de las elecciones presidenciales para reemplazar al difundo mandatario conservador Ebrahim Raisi, anunció un funcionario el sábado, luego de que la primera ronda de los comicios no arrojó una mayoría clara para ninguno de los principales candidatos.

La votación del próximo viernes enfrentará al reformista Masoud Pezeshkian y al exnegociador nuclear Saeed Jalili, de tendencia conservadora.

Mohsen Eslami, un vocero electoral, anunció el resultado en una conferencia de prensa emitida por la televisora nacional iraní. Según dijo, tras el escrutinio de 24,5 millones de votos emitidos, Pezeshkian había recibido 10,4 millones mientras que Jalili atesoraba 9,4 millones. Otro de los candidatos conservadores, el presidente del Parlamento, Mohammad Bagher Qalibaf, sumaba 3,3 millones de boletas a su favor y el clérigo chií Mostafa Pourmohammadi llevaba más de 206.000.

La ley iraní exige que el ganador obtenga más del 50% de los votos emitidos. De no ser así, los dos aspirantes más votados pasan a una segunda vuelta una semana más tarde, algo que ha ocurrido solo una vez: en 2005, cuando Mahmud Ahmadineyad se impuso al expresidente Akbar Hashemi Rafsanjani.

Eslami reconoció que el Consejo de Guardianes del país deberá aprobar formalmente la convocatoria, pero el escrutinio no fue reclamado de inmediato por ninguno de los aspirantes a la presidencia.

Como ocurre desde la Revolución Islámica de 1979, en la boleta no había mujeres ni candidatos que reclaman cambios radicales en el gobierno, y la votación no estuvo monitoreada por observadores internacionales.

Hubo indicios de un mayor desencanto de la ciudadanía con la votación. De acuerdo con el conteo, se detectaron más de un millón de votos nulos, señal típica de que la gente se siente obligada a participar pero no quiere optar por ninguno de los candidatos.

La participación se situó en el 39,9%, según el escrutinio. En las presidenciales de 2021, cuando se eligió a Raisi, se llegó al 42%, mientras que en las parlamentarias de marzo se redujo en un punto, hasta el 41%.

Antes de los comicios se habían lanzado llamados a boicotearlos, entre ellos el de la encarcelada Nobel de la Paz Narges Mohammadi. Mir Hossein Mousavi, uno de los líderes de las protestas del Movimiento Verde de 2009, que sigue bajo arresto domiciliario, también se ha negado a votar, junto con su esposa, según contó su hija.

También se ha criticado que Pezeshkian es también un candidato autorizado por el gobierno. En un documental sobre el reformista emitido en la televisora estatal, una mujer apuntó que su generación estaba “avanzando hacia el mismo nivel” de hostilidad con el gobierno que la que la generación de Pezeshkian tuvo en la revolución de 1979.

Raisi, de 63 años, murió el 19 de mayo en un accidente de helicóptero que también se cobró la vida del ministro de Exteriores, entre otros. Estaba considerado un protegido del líder supremo del país, el ayatolá Ali Jamenei, y su posible sucesor. Pero muchos lo conocían por su implicación en las ejecuciones masivas que se llevaron a cabo en el país en 1988 y por su papel en la sangrienta represión a la disidencia luego de las multitudinarias protestas de 2022 por la muerte de Mahsa Amini, una joven que fue detenida por no cubrirse supuestamente la cabeza con el pañuelo islámico obligatorio, o hiyab.

Las presidenciales se celebraron en un momento de gran tensión en Oriente Medio debido a la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza.

Irán lanzó en abril su primer ataque directo contra Israel a causa de ese conflicto, mientras que las milicias regionales armadas por Teherán — como Hezbollah en Líbano y los rebeldes hutíes de Yemen — libran sus propios combates y han intensificado sus ataques.

Además, la República Islámica sigue enriqueciendo uranio a niveles próximos a los necesarios para un arma atómica y tiene reservas suficientes para construir varias, si así lo decidiera.

A pesar de los recientes disturbios, solo se ha reportado un ataque relacionado con los comicios. Varios pistoleros abrieron fuego contra una camioneta que transportaba urnas en la conflictiva provincia suroriental de Sistán y Baluchistán, y mataron a dos policías y dejaron varios heridos más, según la agencia noticiosa estatal IRNA. La región suele registrar episodios de violencia entre las fuerzas de seguridad y el grupo insurgente Jaish al-Adl, además de entre traficantes de drogas.

AP

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