Presidente ucraniano visita Washington para reforzar apoyo de EEUU a combate de su país contra Rusia
WASHINGTON, 26 septiembre — El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy se reunió con mandatarios estadounidenses el jueves para reforzar el apoyo de Estados Unidos al combate de su país contra Rusia, en un momento en que la guerra se ha convertido en tema de campaña antes de las elecciones presidenciales de este año.
La vicepresidenta Kamala Harris, candidata demócrata a la presidencia, parada al lado de Zelenskyy, declaró que cualquier sugerencia de que Ucrania cede tierra a Rusia es “peligrosa e inaceptable”.
Los comentarios fueron una crítica solapada al candidato republicano Donald Trump y su compañero de fórmula, JD Vance, de que Ucrania debe llegar rápido a un acuerdo para poner fin a la guerra.
“Esas no son propuestas de paz, son propuestas para una rendición”, dijo Harris.
Harris se ha comprometido a seguir enviando asistencia militar a Ucrania en caso de ser elegida. Tendrá su propia reunión con Zelenskyy después que el líder ucraniano se sentó con el presidente Joe Biden, quien anunció miles de millones de dólares más en misiles, drones, municiones y otros suministros. Las armas incluyen una batería adicional de defensa antimisiles Patriot y un nuevo envío de bombas planeadoras que pueden desplegarse desde aviones de combate occidentales, aumentando su alcance de ataque.
“Estados Unidos brindará a Ucrania el apoyo que necesita para ganar esta guerra”, aseveró Biden en un comunicado, prometiendo garantizar que todos los fondos aprobados se desembolsen antes de dejar el cargo. También dijo que convocará una reunión con otros mandatarios mundiales centrada en la defensa de Ucrania durante una visita a Alemania el próximo mes.
“Apoyamos a Ucrania, ahora y en el futuro”, dijo Biden junto a Zelenskyy en la Oficina Oval. “Rusia no prevalecerá. Ucrania prevalecerá”.
Por otro lado, la tumultuosa relación de Zelenskyy con Trump siguió deteriorándose esta semana. En lugar de reunirse con Zelenskyy, Trump lo criticó. En cuanto al apoyo de Estados Unidos a Ucrania, Trump se quejó de que “seguimos dando miles de millones de dólares a un hombre que se niega a llegar a un acuerdo” para poner fin a la guerra. Su mensaje encaja con la propaganda rusa que afirma que la intransigencia de Kiev, no la agresión de Moscú, ha prolongado el derramamiento de sangre.
Es el panorama políticamente más complejo que Zelenskyy ha encontrado en Washington desde que Rusia invadió el país hace casi tres años. Las autoridades ucranianas están ansiosas por mantener buenas relaciones con quienquiera que se convierta en el próximo presidente de Estados Unidos, que es su mayor e importante proveedor de armas, dinero y otro tipo de apoyo.
Pero el esfuerzo corre el riesgo de caer en la mezcla política de la campaña presidencial, polarizando la discusión en torno a una guerra que solía ser una causa célebre bipartidista en Washington. Aproximadamente dos tercios de los demócratas y los independientes de tendencia demócrata dijeron que Estados Unidos tiene la responsabilidad de ayudar a Ucrania, en comparación con un tercio de los republicanos y los independientes de tendencia republicana, según una encuesta del Pew Research Center realizada en julio.
Los estadounidenses también están divididos sobre qué candidato presidencial haría un mejor trabajo manejando la guerra. Una encuesta de AP-NORC de agosto encontró que alrededor de un tercio de los estadounidenses dijeron que confiaban más en Harris, mientras que una proporción similar afirmó lo mismo sobre Trump.
Se esperaba que Zelenskyy presentara a Biden un plan para impulsar la guerra hacia un final que implicará un acuerdo negociado con Rusia. Está tratando de conseguir influencia antes de que Biden deje el cargo —incluida la aquiescencia para disparar armas occidentales de largo alcance más profundamente en Rusia— como protección contra la posibilidad de que el apoyo estadounidense se erosione después de las elecciones.
El jueves, Zelenskyy obtuvo cierto apoyo bipartidista cuando visitó el Capitolio, donde fue recibido por el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, y el líder de la minoría de esa misma cámara, Mitch McConnell.
El senador Lindsay Graham, republicano de Carolina del Sur, dijo que Zelenskyy pidió usar armas de largo alcance, como misiles Storm Shadow suministrados por el Reino Unido o ATACMS de fabricación estadounidense, para “el máximo beneficio para traer a (el presidente ruso Vladímir) Putin a la mesa” y mejorar la posición de Ucrania en unas potenciales negociaciones.
“Si no tomamos esa decisión fundamental esta semana, creo que el resultado para Ucrania será nefasto”, afirmó Graham.
Funcionarios del gobierno se han mostrado escépticos ante la solicitud de Zelenskyy, creyendo que las armas podrían tener beneficios limitados pero aumentar el riesgo de una escalada del conflicto. El senador Richard Blumenthal, demócrata de Connecticut, reveló que los senadores dieron consejos a Zelenskyy sobre cómo persuadir a Biden para que flexibilizara las restricciones
El congresista Jim Himes, otro demócrata de Connecticut y miembro de alto rango de la Comisión Selecta Permanente de Inteligencia de la Cámara de Representantes, dijo que Zelenskyy quería “más, y más rápido”.
“Se sintió cortésmente frustrado”, aseveró Himes, y solicitó específicamente más defensas antimisiles Patriot a medida que Rusia intensifica sus ataques contra las ciudades y la red energética de Ucrania antes del invierno.
A pesar del apoyo de algunos republicanos en el Capitolio, Zelenskyy enfrenta una situación mucho más tensa con Trump. La última ronda de críticas comenzó el domingo, cuando The New Yorker publicó una entrevista con Zelenskyy en que arremetió contra JD Vance, compañero de fórmula de Trump, por considerarlo “demasiado radical” por sugerir que Ucrania necesita ceder parte de territorio para poner fin a la guerra. Zelenskyy también desestimó las alardes de Trump de que podría negociar rápidamente una solución, diciendo que “mi sensación es que Trump realmente no sabe cómo detener la guerra, incluso si cree que sabe cómo hacerlo”.
El mismo día, Zelenskyy visitó una fábrica de Pensilvania que produce municiones para la guerra. A él se unió el gobernador demócrata Josh Shapiro, uno de los principales sustitutos de Harris, y los republicanos criticaron la visita como un truco político en un estado de tendencia política poco clara.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, exigió que Zelenskyy despidiera al embajador de Ucrania en Estados Unidos, alegando que la gira estaba “diseñada para ayudar a los demócratas y es claramente una interferencia electoral”. El republicano de Luisiana no asistió a ninguna de las reuniones de legisladores con Zelenskyy el jueves.
Max Bergmann, director del programa para Europa, Rusia y Eurasia del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, dijo que Zelenskyy se encuentra en una “situación sin salida” en la que “ni siquiera puede visitar a un fabricante de armas estadounidense para darle las gracias sin ser atacado”.
El viaje de Zelenskyy a Washington coincide con la reunión anual de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, donde el presidente ucraniano ofreció un discurso el miércoles. La semana pasada, Trump dijo que “probablemente” se reuniría con Zelenskyy cuando estuviera en Estados Unidos, pero un alto funcionario de campaña dijo que nunca hubo una reunión prevista.
El funcionario, que solicitó el anonimato al discutir conversaciones privadas, dijo que Trump le había comentado a Zelenskyy en julio que probablemente será mejor no sentarse juntos hasta después de las elecciones. Un asistente de Zelenskyy no respondió a las preguntas sobre la posible reunión.
Trump fue acusado durante su primer mandato por pedir ayuda a Zelenskyy para investigar a Biden, en ese entonces aspirante a la candidatura presidencial demócrata, en un momento en que el presidente ucraniano buscaba el apoyo de Washington.
Ahora se teme que Trump corte o agregue condiciones a la asistencia militar estadounidense si regresa a la Casa Blanca. Trump también ha hablado con admiración de Putin, y esta semana elogió el historial de Rusia de ganar guerras.
Charles Kupchan, miembro del Consejo de Relaciones Exteriores, dijo que Trump no se equivoca al querer un fin negociado de la guerra. Sin embargo, dijo, Trump corre el riesgo de socavar a Ucrania al permitir que Putin obtenga más avances en el campo de batalla.
“Ni Ucrania ni Rusia van a ganar esta guerra, y cuanto antes las partes intenten poner fin a esto, mejor”, subrayó Kupchan. “Donde Trump se desvía, y donde Biden y Harris tienen un argumento mucho más fuerte, es que llegaremos a ese punto no arrojando a Ucrania bajo el autobús sino brindándole suficiente apoyo para que pueda bloquear una mayor agresión rusa”.
Zelenskyy puede esperar un tono muy diferente por parte de Harris, quien se reunió con él en Múnich pocos días antes de la invasión rusa.
Durante su debate con Trump a principios de este mes, Harris expresó orgullo por el apoyo de Estados Unidos a la “justa defensa” de Ucrania.
“Si Donald Trump fuera presidente, Putin estaría sentado en Kiev ahora mismo”, dijo.
AP