Previsión, IED, reservas internacionales y remesas
Ignacio Nova
Nuestros formuladores de política económica están ante el deber de preguntarse ¿Hasta cuándo continuará creciendo el flujo de divisa gratis hacia el país? Y de adoptar previsiones al respecto.
Si la cantidad de dinero que en gratitud y apoyo familiar envían los dominicanos residentes en estados Unidos y Europa y los nacionalizados en esas geografías decrece, sufrirán la balanza comercial nacional, la capacidad de pago de las deuda externa —pública y privada—, forzando a un endeudamiento mayor y restando solidez al entorno macro-económico.
Los datos despachados por el BanCentral muestran que desde el año 2015 al 2019, las remesas anuales ingresantes a la economía dominicana promediaron +US$454.58 millones; media que del 2020 al 2022 pasó a ser +US$945.4, registrando un crecimiento de +1.08 veces, equivalente a 107.1%, el duplo.
Es conocido que tal variación es consecuencia del paquete de ayudas despachado por los gobiernos y autoridades económicas de los países donde radican y trabajan los nacionales que envían esos “dineritos” a familiares locales. La lista la encabeza Estados Unidos, mayor emisor de remesas al país: 83.8% de las recibidas aquí proceden de su economía. Nuestros “remesistas” no enfatizan en la sexualidad de sus beneficiarios: a hombres y mujeres fueron enviados el 43.5% y el 56.5% del total, respectivamente.
El 12 del pasado diciembre, el BanCentral informó que los flujos de remesas hacia el país alcanzaron —al 31 de noviembre del 2022— US$8,912.3 millones, siendo, entonces, el 61.74% de nuestras Reservas Internacionales Netas al cierre del año 2022. Destaca que esos envíos de nuestros nacionales superaron, faltando un mes para cerrar el año económico nacional, los ingresos generados por el turismo, actividad que acreditó US$8,670.7 millones, lo cual es –US$241.6 millones (-2.71%) que las remesas a noviembre. Esta diferencia incrementaría si los envíos alcanzaran —cerrando el 2022— los US$10 mil millones proyectados por el BanCentral. De ocurrir así, superarían el Ingreso Nacional por Turismo en +US$1,329.3 millones (+15.33%).
La promoción del país como destino de inversión no está siendo realizada por los caros embajadores y cónsules dominicanos en el exterior, que tanto medran en los fondos del gobierno nacional y el bolsillo de los contribuyentes. Su inercia e incapacidad impidió que la Inversión Extranjera Directa (IED) superara los $4 mil millones durante el 2022, quedando siendo el 44.88% de las remesas recibidas hasta noviembre y, probablemente, el 40% de las proyectadas para el 31 de diciembre, 2022, aún no informadas.
Lo importante de estas cifras es apreciar los ingentes esfuerzos realizados para combatir la crisis y defender el poder adquisitivo ante la galopante inflación, superior al 7%. Como resultado, el peso se apreció +2%, mostrando que los ingresos de nuestros nacionales fueron afectados, resultando al menos en -5% de su valor respecto al cierre del 2021.
Cifras que sólo incrementando la producción interna, las exportaciones y el trabajo serán revertidas.
El BanCentral muestra una capacidad informativa vinculada a la rectoría del sistema económico nacional y la calidad de datos duros de sus informaciones deriva del carácter y rol preferentemente técnico y veraz asumido por sus autoridades.