Previsiones ante la guerra Israel-Palestina:
1. 1. Disciplina Fiscal ante eventuales incrementos de precios petroleros
2. Apoyo agropecuario ante mayor control ruso de producción ucraniana por posible desvío de ayuda militar ucraniana hacia Medio Oriente.
3. Desvío de atención de NNUU hacia Medio Oriente afectando atención a crisis haitiana ante perdida del mercado haitiano de productos dominicanos
Guillermo Caram
La guerra en Palestina e Israel añade un ingrediente a previsiones que deben un caracterizar un ejercicio gubernamental idóneo y responsable; principalmente porque poderíos mundiales se están alineando: el mundo occidental alrededor de Israel y el arábico-musulmán de Palestina.
1. El primer impacto podría ser por el petróleo, no solamente por precio sino por seguridad de abastecimiento. El mundo árabe-musulmán es un importante productor de petróleo y lo ha usado en el pasado en arma de guerra. Un eventual desabastecimiento empeoraría los servicios de energía y transporte; y aumento de precios del crudo los encarecería. Como el gobierno se vanagloria que subsidia precios de combustibles; esto implicaría mayores gastos, déficits y consecuentes necesidades de financiamientos. Los financistas, dentro de los tambores de guerra imperantes, tendrán presiones de recursos en renglones y países directamente envueltos en el conflicto.
Tendríamos entonces una nueva razón, adicional a las previamente planteadas, para justificar la previsión de mayor disciplina fiscal que desde siempre se ha venido reclamando para, por lo menos, no aumentar y hasta reducir déficits que haga innecesarios nuevos financiamientos.
Y si posible fuera, renegociar los vigentes. Este sería la política correcta de “manejo de pasivos” que debe implementar el gobierno; y no la que se jactan las autoridades que ha dado como resultado al 29 de septiembre 2023:
· Un mayor pago de intereses, 4% por encima de lo presupuestado
· Utilización de rodo el financiamiento presupuestado, mientras
· Se amortiza 35% menos
Como consecuencia de esta forma de “manejo de pasivos; se incrementará el endeudamiento ya tan elevado, que cada dominicano nace endeudado en US$7000 (dividiendo deuda pública consolidada publicada en bancentral.gob.do entre la población emanada del censo 2023).
2. El segundo impacto es el posible desvío de la atención occidental de Ucrania al Medio Oriente, especialmente la ayuda militar; lo cual podría facilitar el dominio ruso sobre sobre los mares de Azov, Negro y Mediterráneo, vias de acceso a occidente de granos y otros productos de la zona. Si mayores esfuerzos armamentistas occidentales se concentraran en el medio oriente en detrimento de Ucrania, la correlación de fuerzas en el conflicto ruso-ucraniano se volcará a favor de Rusia. Esa Rusia fortalecida podrá aumentará el apoyo al mundo oriental a la vez que aumentará influencia económica en algunos renglones en abastecimientos y precios, como los granos que insume nuestra producción pecuaria, afectando nuestra seguridad alimentaria.
Por eso habría que fortalecer nuestra autosuficiencia alimentaria con medidas en apoyo a nuestra rezagada agropecuaria; teniendo en cuenta que a junio de 2023 la agropecuaria fue el único sector productivo en el que el crédito se contrajo, 2.4%, y que solo ha usado el 1.6% de las facilidades financieras otorgadas por el Banco Central.
Para ello el gobierno dispone de RD$ 62,548 millones de lo presupuestado para gastos de capital por no haberlo gastado no obstante encontrarnos en el último trimestre del año.
Con esta disponibilidad podría mejorarse infraestructura agropecuaria (canales, caminos, almacenes, etc) así como el desarrollo social del campo dominicano
3. El tercero nos atañe directamente. NNUU tratará de resolver el conflicto Israel- Palestino y puede desviar la atención a la situación haitiana que se encontraba encaminada. Si a eso se añade que Haití está procurando opciones para abastecer productos para satisfacer sus necesidades, afectadas por el cierre comercial dominicano, debemos evitar rápidamente esa pérdida del segundo mercado exportador que disponía la producción dominicana.
Por eso se necesita la urgente la reapertura comercial partiendo de la implementación de los Corredores Comerciales anunciados recientemente por el gobierno y prosiguiendo con la liberalización completa que transparente y proporcione formalidad, incluyendo tributaria, a la venta de productos dominicanos a Haiti; incorporándolo como parte del “Hub logístico” que nuestras autoridades pregonan mientras cierran el comercio con el segundo consumidor externo de nuestra producción.