Primera promoción de “Policías de la Reforma” se gradúa bajo el nuevo modelo de formación en RD
Santo Domingo, 4 de noviembre – Este jueves, la Escuela de Entrenamiento Policial de Gaspar Hernández graduará a sus primeros 1,000 policías, la promoción 142 de la Policía Nacional, conocida como “los policías de la reforma”. Estos agentes completaron un innovador plan de estudios desarrollado por el equipo de la reforma policial para elevar los estándares de servicio y disciplina en la institución.
La mejora de condiciones laborales en la Policía Nacional, que incluye aumento salarial, seguro médico, y acceso gratuito al transporte en el Metro, teleférico y Omsa, ha incentivado un incremento en las solicitudes de ingreso. En 2023, se recibieron más de 7,000 solicitudes, de las cuales 4,804 fueron aceptadas. Este año 2024, el interés se triplicó, con más de 24,000 solicitudes recibidas, de las cuales 13,907 cumplían con los requisitos, aunque solo 2,000 serán seleccionados para ingresar en 2025.
El objetivo de la reforma es incorporar 20,000 nuevos policías formados bajo estos nuevos estándares para el año 2028, sumando aproximadamente 5,000 policías anualmente. En enero ingresarán 2,000 reclutas a la escuela y otros 2,000 en julio. “Queremos más policías, pero mejores policías”, enfatizó Luis Ernesto García, Comisionado Ejecutivo para la Reforma Policial, subrayando que el proceso de selección se centra en la calidad del reclutamiento y la formación.
Un interés en ascenso
El interés por formar parte de la Policía también se refleja en la creciente participación de mujeres. En 2023, 511 mujeres aplicaron frente a 4,293 hombres; en 2024, la cifra femenina aumentó a 6,574 postulantes frente a 7,333 hombres. Las autoridades esperan que esta brecha de género se cierre progresivamente y se evite una cuota obligatoria, como ocurrió en el pasado.
La mayoría de los aspirantes tienen entre 18 y 23 años, aunque también se admiten candidatos hasta los 30 años. Las solicitudes provienen mayoritariamente de la región Sur, aunque hay representantes de diversas provincias como Monte Plata, La Romana y El Seibo.
Desde su ingreso a la academia, los estudiantes reciben un salario inicial de 25,000 pesos mensuales, además de alojamiento, alimentación, y acceso a recursos educativos como una laptop y conexión a internet gratuita.
Historias de aspiración y cambio
Jeimy Paola, una joven de Jimaní cuya familia cuenta con varios policías, describió el cambio de percepción en el entrenamiento actual: “Mi familia me advertía que sería difícil, pero me he dado cuenta de que el enfoque ahora es distinto”. Durante la visita de su familia al campus, su hermana mayor, también policía, comentó: “Esto está diferente en verdad”.
Para otros, como Fernando José Cuevas, de 22 años, un joven de Barahona que sostenía a su familia trabajando en un mercado, ingresar a la policía significó un cambio positivo. “Ahora que soy policía mi familia me ve con más respeto, puedo ayudarlos más y soy el primero de mi familia en estudiar”, comentó Cuevas. De manera similar, Isaura Quezada, de 21 años, quien trabajaba en una tienda para ayudar a su familia, ahora es motivo de orgullo en su barrio, donde ya la llaman “Amet”.
Una formación integral
La formación de estos nuevos policías tiene una duración de 10 meses, divididos en 7 meses de entrenamiento y estudios académicos y 3 meses de pasantías en las calles. El campus de Gaspar Hernández cuenta con 30 aulas climatizadas y un currículo de 25 asignaturas que abordan desde comunicación efectiva e inteligencia emocional hasta derecho procesal penal y derechos humanos. Los docentes, muchos de los cuales son catedráticos universitarios, imparten clases en un régimen de inmersión.
MuKien Sang Ben, directora ejecutiva de la Comisión de Reforma Policial, explicó que la enseñanza de control de emociones es clave para evitar el uso excesivo de la fuerza en situaciones conflictivas. Además de los nuevos reclutas, los policías en servicio reciben capacitación en derechos humanos y resolución de conflictos.
El campus también fomenta valores de disciplina y servicio comunitario. Los estudiantes colaboran en tareas como la limpieza de áreas verdes y el mantenimiento de espacios comunes, incluyendo las cinco piscinas utilizadas para prácticas de natación. Según el comisionado García, el enfoque es “cambiar la mentalidad del policía” a través de una educación basada en el respeto y los derechos humanos.
Un cambio tangible en la policía dominicana
Las reformas en la Policía Nacional incluyen mejoras visibles en las condiciones de vida y trabajo de los agentes. Un oficial con más de 20 años en la institución recordó cómo en el pasado su salario era de apenas 2,600 pesos y las instalaciones carecían de servicios básicos como agua potable. “Ahora es diferente”, señaló, valorando los avances en la infraestructura de formación.
Los esfuerzos de la reforma han traído también un cambio en las prácticas de entrenamiento. Las prácticas de castigo han sido eliminadas y ahora los instructores son seleccionados bajo rigurosos criterios para garantizar un ambiente de respeto. “La educación es el cambio en la mentalidad del policía”, concluyó García.