Príncipe heredero saudí recibe a Trump quien inicia gira de cuatro días por Oriente Medio

RIAD, Arabia Saudí, 13 mayo. — El presidente estadounidense Donald Trump comenzó el martes su viaje de cuatro días por Oriente Medio en Arabia Saudí, centrando la atención en sellar acuerdos económicos con un aliado clave de Oriente Medio en medio de preocupaciones compartidas sobre el programa nuclear de Irán y la guerra en Gaza.

Bin Salman recibió calurosamente a Trump cuando bajó del Air Force One en el Aeropuerto Internacional Rey Khalid en la capital saudí. Los dos líderes luego se retiraron a un gran salón en el aeropuerto de Riad, donde asistentes que llevaban cinturones ceremoniales con armas sirvieron un café árabe tradicional a Trump y sus asesores.

“Realmente creo que nos gustamos mucho”, comentó Trump más tarde durante una breve aparición con el príncipe heredero al inicio de una reunión bilateral.

El príncipe Mohammed ya se ha comprometido a invertir unos 600.000 millones de dólares en Estados Unidos, pero Trump insinuó que un billón de dólares sería aún mejor.

Escolta de aviones de combate

El boato comenzó incluso antes de que Trump aterrizara. Aviones F-15 de la Real Fuerza Aérea Saudí proporcionaron una escolta de honor para el Air Force One mientras se acercaba a la capital del reino.

Trump y el príncipe Mohammed también participaron en un almuerzo en la corte real con invitados y asesores en una sala decorada con detalles azules y enormes lámparas de cristal.

Mientras saludaba a los magnates de negocios con Trump a su lado, el príncipe Mohammed estaba animado y sonriente.

Fue un marcado contraste con su incómodo choque de puños con el entonces presidente Joe Biden, quien buscó evitar ser visto en cámara estrechando la mano del príncipe durante una visita en 2022 al reino.

Biden había decidido visitar Arabia Saudí mientras buscaba aliviar los precios dee la gasolina. En ese momento, la reputación del príncipe Mohammed había sido gravemente dañada por una determinación de inteligencia de Estados Unidos que encontró que había ordenado el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en 2018.

Pero ese oscuro momento parecía un recuerdo distante para el príncipe mientras se codeaba con destacados ejecutivos de negocios —incluidos los directores generales de Blackstone Group, Stephen Schwarzman; BlackRock, Larry Fink, y de Tesla y SpaceX, Elon Musk— frente a las cámaras y con Trump a su lado.

Más tarde, el príncipe heredero tenía previsto agasajar a Trump con una cena formal. Trump participará más tarde el martes en una conferencia de inversión entre Estados Unidos y Arabia Saudí.

Producción de petróleo

Arabia Saudí y otras naciones de la OPEP+ ya han ayudado a su causa con Trump al inicio de su segundo mandato al aumentar la producción de petróleo. Trump ve la energía barata como un componente clave para reducir costos y frenar la inflación para los estadounidenses. El presidente también ha argumentado que los precios más bajos del petróleo acelerarán el fin de la guerra de Rusia en Ucrania.

Pero la economía de Arabia Saudí sigue dependiendo en gran medida del petróleo, y el reino necesita un precio de entre 96 y 98 dólares por barril para equilibrar su presupuesto. No está claro cuánto tiempo la OPEP+, de la que Arabia Saudí es el miembro líder, está dispuesta a mantener la producción elevada. El precio de un barril de crudo Brent cerró el lunes a 64,77 dólares.

“Uno de los desafíos para los estados del Golfo de los precios más bajos del petróleo es que no necesariamente pone en peligro los programas de diversificación económica, pero ciertamente los hace más difíciles”, estimó Jon Alterman, un analista senior de Oriente Medio en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington.

Paradas en Qatar y EAU

Trump eligió el reino para su primera parada porque ha prometido hacer grandes inversiones en Estados Unidos, pero terminó viajando a Italia el mes pasado para el funeral del papa Francisco. Riad fue la primera parada en el extranjero de su primer mandato.

Los tres países en el itinerario del presidente —Arabia Saudí, Qatar y Emiratos Árabes Unidos— son todos lugares donde la Organización Trump, dirigida por los dos hijos mayores de Trump, está desarrollando importantes proyectos inmobiliarios. Estos incluyen una torre de gran altura en Yeda, un hotel de lujo en Dubái y un complejo de golf y villas en Qatar.

Trump intenta demostrar que su estrategia transaccional de política internacional está dando frutos, mientras enfrenta críticas de los demócratas de que su guerra arancelaria global y su enfoque hacia la guerra de Rusia en Ucrania están aislando a Estados Unidos.

Se espera que anuncie acuerdos con los tres países árabes que tocarán temas de inteligencia artificial, expansión de la cooperación energética y quizás nuevas ventas de armas a Arabia Saudí. El gobierno anunció a principios de este mes la aprobación inicial para vender 3.500 millones de dólares en misiles aire-aire para los aviones de combate saudíes.

Pero Trump llega a Oriente Medio en un momento en que sus principales aliados regionales, Israel y Arabia Saudí, no están totalmente alineados con su visión.

La decisión de Trump de omitir a Israel es notable, dice experto

Antes del viaje, Trump anunció que Estados Unidos detendría una campaña de ataques aéreos de casi dos meses contra los hutíes de Yemen, diciendo que los rebeldes respaldados por Irán se han comprometido a dejar de atacar barcos a lo largo de una importante ruta comercial global.

La Casa Blanca no notificó a Israel —a quien los hutíes continúan atacando— del acuerdo antes de que Trump lo anunciara públicamente. Fue un nuevo ejemplo en el que Trump no informa a los israelíes sobre las negociaciones de su gobierno con adversarios comunes.

En marzo, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu no fue notificado hasta después de que comenzaran las conversaciones con Hamás sobre la guerra en Gaza. Y Netanyahu se enteró de las conversaciones nucleares en curso de Estados Unidos con Irán solo cuando Trump las anunció durante una visita a la Oficina Oval del líder israelí el mes pasado.

“Israel se defenderá por sí mismo”, declaró Netanyahu la semana pasada tras el anuncio de la tregua de Trump con los hutíes. “Si otros se unen a nosotros —nuestros amigos estadounidenses—, mucho mejor”.

William Wechsler, director senior del Centro Rafik Hariri y Programas de Oriente Medio en el Atlantic Council, estimó que la decisión de Trump de omitir a Israel en su primera visita a Oriente Medio es notable.

“El mensaje principal que sale de esto, al menos como está el itinerario hoy, es que los gobiernos del Golfo… son de hecho amigos más fuertes del presidente Trump que el actual gobierno de Israel en este momento”, señaló Wechsler.

Reiniciando esfuerzos para normalizar los lazos Israel-Arabia Saudí

Mientras tanto, Trump espera reiniciar su esfuerzo de su primer mandato para normalizar las relaciones entre las principales potencias de Oriente Medio, Israel y Arabia Saudí. El esfuerzo de los Acuerdos de Abraham de Trump llevó a Sudán, los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Marruecos a acordar normalizar relaciones con Israel.

Pero Riad ha dejado claro que a cambio de la normalización quiere garantías de seguridad de Estados Unidos, asistencia con el programa nuclear del reino y progreso en un camino hacia la creación de un estado palestino. Parece haber pocas esperanzas de avanzar en un estado palestino con la guerra Israel-Hamás en curso y los israelíes amenazando con arrasar y ocupar Gaza.

En un gesto llamativo, Bin Salman recibió la semana pasada al vicepresidente palestino Hussein al- Sheikh en Yeda, en la primera visita al extranjero de al- Sheikh desde que asumió el cargo en abril.

Hussain Abdul-Hussain, investigador de la Fundación para la Defensa de las Democracias, dijo que el príncipe heredero parecía estar señalando sutilmente a Trump que el reino necesita ver progreso en la creación de un estado palestino para que los saudíes comiencen a avanzar seriamente en un acuerdo de normalización con los israelíes. AP

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