Prioridades de la sostenibilidad turística

Por Juan Llado

Hace años que los empresarios turísticos definieron las tres prioridades de desarrollo turístico como la diversificación, la sostenibilidad y la calidad. En una entrega anterior abordamos la tarea de la diversificación. Con la asesoría de ONU Turismo, actualmente el MITUR está elaborando una Estrategia de Sostenibilidad que abarcaría las intervenciones prioritarias. Pero, aunque el diagnostico ya está listo, no se conoce cuándo se anunciará esa Estrategia. Mientras, para mejor enjuiciar sus propuestas a continuación se adelantan algunas prioridades para la sostenibilidad de nuestro producto turístico.

ONU Turismo entiende que la sostenibilidad turística “no es un nicho o segmento, sino un enfoque transversal que debe aplicarse a todas las formas de turismo, en todos los destinos, buscando que el turismo actúe como motor de desarrollo inclusivo, resiliente y responsable”. La sostenibilidad es “un principio rector del desarrollo del turismo que busca equilibrar las dimensiones económicas, sociales, culturales y ambientales, de manera que se satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las futuras generaciones”. Como se puede apreciar, para cualquier destino turístico la sostenibilidad tiene amplias implicaciones en materia ambiental, sociocultural y económica.

Según la IA, la sostenibilidad ambiental incluye el uso eficiente de los recursos naturales, la conservación de la biodiversidad y del patrimonio natural y la mitigación de impactos como emisiones de carbono, residuos o presión sobre ecosistemas. La sostenibilidad sociocultural, por su lado, incluye el respeto por la autenticidad de las comunidades anfitrionas, la conservación de su patrimonio cultural, sus valores tradicionales y el patrimonio material e inmaterial, la promoción del entendimiento intercultural y la tolerancia. Y por sostenibilidad económica se entiende la contribución viable y de largo plazo a la economía local, la generación de empleo estable y de calidad y la distribución justa de los beneficios entre todos los actores. Sin duda, el concepto de sostenibilidad es muy abarcador.

La IA ha permitido también apoderarnos de las cinco principales prioridades de la sostenibilidad para turismo dominicano. La primera tiene que ver con la gestión responsable del agua y la energía. Por ello deberá promoverse que los hoteles cuenten con plantas de tratamiento de agua, uso de energías renovables, reducción del consumo hídrico e incentivos fiscales para instalaciones verdes. Estos requisitos pueden asumirse como más o menos cumplidos por los establecimientos hoteleros. Lo que al MITUR le resta por trabajar es una nueva legislación de incentivos fiscales para favorecer las instalaciones verdes. El anteproyecto de ley correspondiente deberá incluir también incentivos para los proyectos de turismo comunitario y rural y para proyectos de desalinización en la Costa Este.

La segunda prioridad debe ser la protección de ecosistemas frágiles. Eso incluye el reforzamiento de los límites de la carga turística en áreas protegidas (parques, islas, playas) y los programas de restauración de corales, manglares y dunas. Sobre estos elementos nuestro destino no registra crisis de importancia. Pero la erosión de algunas de las playas y el blanqueamiento de los corales preocupa. De ahí que una meta de MITUR podría incluir la obligación de que todos los resorts de playa de más de 200 habitaciones obtengan la certificación de buen uso Bandera Azul y que se ofrezcan incentivos para que esos establecimientos también desarrollen criaderos de corales (y algunos hasta de tortugas). Con respecto a la capacidad de carga basta con citar la Isla Saona, una responsabilidad del Ministerio Ambiente.

Prioridades de la sostenibilidad turística

La tercera prioridad seria la del ordenamiento territorial y el control del crecimiento. Esto implica evitar la sobre construcción en zonas como Bávaro-Punta Cana y en Cabarete y Sosua. Afortunadamente, ya está en proceso la elaboración del ordenamiento territorial para el Distrito Municipal de Verón-Punta Cana. Además, se deberán diseñar planes urbanos costeros que integren comunidades locales y limiten el impacto ambiental. El programa que ha anunciado el gobierno para el saneamiento y la dotación de acueductos para las ciudades costeras turísticas va en esa dirección. Pero el MITUR tiene pendiente el lanzamiento de un Plan de Desarrollo Urbano para Verón-Punta Cana que, además de controlar el crecimiento del polo deberá también embellecerlo, señalizarlo y mantener su ornato.

La cuarta prioridad de la sostenibilidad turística se refiere a la integración de las comunidades locales en la cadena de valor del sector. Para ello se deberá fomentar que pequeños productores, artesanos y guías formen parte activa del producto turístico y crear programas de capacitación en hospitalidad, idiomas y emprendimiento. Para un buen entendedor, tales requisitos implican un impulso a las mypimes turísticas y a la formación de los diferentes actores productivos de esta prioridad. Aunque existen múltiples programas gubernamentales que apoyan el desarrollo de las mypimes, el MITUR tiene pendiente un exhaustivo análisis de las necesidades que tengan que ver con la actividad turística en particular. En materia de formación, el INFOTEP ha venido haciendo un buen trabajo. Pero falta un plan nacional de formación de los actores en que los guías estén incluidos.

Finalmente, la quinta prioridad tiene que ver con las normas de certificación y monitoreo continuo de las actividades turísticas. La naturaleza global de la industria obliga a los hoteleros y operadores turísticos a adoptar los estándares y las mejores prácticas existentes para mantener su competitividad. Pero al MITUR le toca asegurarse de que certificaciones tales como la de Blue Flag y Green Globe se universalicen. Asimismo, es tiempo de que el MITUR comience a aplicar sistemáticamente el programa existente de monitoreo de indicadores ambientales, sociales y económicos. Existen muchas experiencias internacionales que pueden servir de guía y referencia, pero debemos comenzar con metas modestas.

MITUR esta frente al enorme reto de equilibrar estas prioridades mediante una adecuada programación de sus intervenciones. Hacerle frente requerirá que se adopte formalmente la Estrategia que actualmente elabora la cartera con la ayuda de ONU Turismo. Pero el curso de acción que esta proponga posiblemente no incluya las necesidades y requisitos del futuro desarrollo. Por ejemplo, las prioridades de Santo Domingo habrán de modificarse una vez la ciudad cuente con un centro de convenciones y un nuevo puerto de cruceros. Asimismo, la inteligencia artificial hoy día reta la creatividad y la vigencia de la política pública. De manera que la sostenibilidad requerirá un esfuerzo continuo para poder ser sostenible.

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